SOCIEDAD › FALLO POR EL CRIMEN DE UN ADOLESCENTE QUE CONMOCIONO A CORDOBA

Condena a la patota de chicos bien

Cuatro jóvenes, tres de ellos menores, y todos con apellidos “reconocidos”, fueron condenados por matar a golpes a un chico.

 Por Camilo Ratti
Desde Córdoba

En un clima de muchísima tensión y en un juicio por jurados, la Cámara 10 del Crimen de la Justicia cordobesa condenó ayer a quince años de prisión a Ramiro Pelliza por encontrarlo responsable de la muerte de Marcos Spedale, un adolescente de 16 años asesinado a golpes de puños y patadas por una patota de “chicos bien” en las primeras horas del 8 de enero de 2005 en una zona exclusiva de la capital provincial. Además, tres de los cinco menores de edad que estaban imputados fueron condenados por el tribunal como coautores de “homicidio simple con dolo eventual”, aunque su destino quedará ahora en manos de una jueza de menores. Fueron absueltos Federico Carranza, el otro mayor implicado, y los otros dos menores que estaban acusados de participar en la pelea. Para los padres de Marcos, que recibieron el fallo con inocultable tristeza, “hoy regresan a la calle tres asesinos”. Como era de esperarse, hubo euforia entre los familiares de los liberados en un juicio que desde el comienzo se desarrolló a puertas cerradas, sin prensa y sin público.

“Estamos con mucho dolor porque hoy regresan a la calle tres asesinos”, dijo entre lágrimas Silvina de Spedale, la mamá de Marcos, no bien la Cámara 10 del Crimen de la Justicia provincial pronunció el fallo que condenó a quince años de prisión a Pelliza, de 22 años, y tres adolescentes menores de edad. Los otros tres imputados de la causa, entre los que se encontraban dos menores y Federico Carranza, de 19 años, fueron absueltos por la Cámara, que en relación con este último falló en forma dividida, dos a uno.

La sentencia provocó reacciones encontradas entre los familiares de la víctima y los acusados. Para los Spedale, que confiaban en la condena de los siete imputados, la sentencia “estuvo influenciada por el origen social de varios de los acusados, que son hijos de políticos, funcionarios judiciales y reconocidos empresarios del ámbito local. Alcanza con repasar los nombres de sus abogados defensores para concluir que son personas influyentes”, dijo Silvina a este diario, horas después de escuchar la condena. “Estamos dolidos no por la cantidad de años que les aplicaron a los culpables, sino por la cantidad de personas que fueron condenadas. A Marcos lo mataron entre siete u ocho personas, y hoy el tribunal dejó escapar a tres de sus asesinos.” Algo más sereno que su mujer, pero no menos contundente, Héctor Spedale, el papá, apuntó a los camaristas: “Creíamos sinceramente que el tribunal tenía una oportunidad histórica para que los chicos de Córdoba pudieran salir tranquilos a divertirse sanamente, sin que se encontraran con una banda como ésta”.

Después de contar que Pelliza, al decir sus últimas palabras, les pidió disculpas y reconoció “haber pegado un golpe”, Silvina remarcó la información aportada por uno de los testigos que declaró en una de las audiencias del juicio: “Los siete u ocho chicos que golpearon salvajemente a mi hijo hasta matarlo pertenecen a la ‘banda de la quiniela’, un grupo de unos treinta pibes que tienen fama de patoteros en la zona norte de la ciudad. Los llaman así porque se juntan siempre en un local que comercializa este juego de azar. Este testigo que declaró en el juicio los identificó como integrantes de esa banda”.

Algo más optimista, entre gritos, lágrimas y micrófonos, el abogado de la familia Spedale, Miguel Ortiz Pellegrini, dijo que una vez que se conozcan los fundamentos, el próximo 12 de diciembre, la querella presentará las apelaciones correspondientes en cuanto a las absoluciones dadas por el Tribunal. “Hay que aguardar los fundamentos. Pensamos que todos son culpables y la Cámara ha compartido nuestra posición respecto de cuatro de los acusados”, añadió el letrado, que especula que recién a principios de febrero podrán presentarse a Casación.

Ezequiel Mallía, abogado de Carranza, hijo de un ex legislador radical que salió de Tribunales sin hablar con la prensa, justificó la libertad de su defendido al señalar que “es lo que corresponde, lo que había planteado esta defensa, que siempre sostuvo la falta de participación de mi cliente en este hecho”. En tanto, Carlos Hairabedián, defensor de uno de los dos menores absueltos, destacó que el fallo fue “un pronunciamiento que se ajusta a las pocas pruebas o a las ínfimas pruebas que han existido”.

En relación con los tres menores que fueron condenados por ser coautores de “homicidio simple con dolo eventual”, su situación deberá ser resuelta por un juzgado de menores, que tiene la libertad y la autonomía para dictar una sentencia distinta luego de analizar el expediente. De todas maneras, las penas para el delito del cual se los acusa van de los 8 a los 25 años de prisión.

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Los padres de Marcos Spedale, el chico de 16 años muerto a golpes y patadas por la patota.
 
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