SOCIEDAD › POR LA AVERIA DEL RADAR SALEN MUCHOS MENOS VUELOS

Aeroparque sigue demorado

Fuerza Aérea dijo que las demoras son de diez a veinte minutos, pero los pasajeros hablan de una hora. Aviadores y controladores se acusan mutuamente por los problemas.

El cielo suele ser el destinatario de los gestos y las miradas de los enamorados. Pero los suspiros que ayer se dirigieron hacia arriba fueron, en cambio, de bronca y preocupación. Los arribos y despegues de aviones continuaron con fuertes demoras en Aeroparque por las fallas de funcionamiento del radar que guía a la torre de control de la terminal, que el viernes quedó averiado. El inconveniente produjo un fuerte malestar entre los viajeros y una polémica entre la Fuerza Aérea y la Asociación de Controladores Aéreos (ACTA) en torno de los riesgos de accidente que genera el desperfecto.

Según la información entregada por la Fuerza Aérea, desde la aeroestación metropolitana salieron “entre tres y cuatro vuelos por hora” durante toda la jornada, cuando “normalmente son diez” los que despegan en ese lapso. “Las salidas y aterrizajes se están realizando cada siete y diez minutos”, completaron los voceros.

El parte oficial indicó que la situación generaba demoras de entre “15 y 20” minutos en todos los vuelos. Sin embargo, varios usuarios aseguraron que debieron esperar más de una hora en el hall de Aeroparque, a la espera de la reprogramación de su viaje. Además, marcaron que la desinformación reinó en los mostradores de las líneas aéreas y de la concesionaria del aeropuerto.

El viernes, las organizaciones que nuclean a los controladores, y a pilotos y mecánicos de aviones habían manifestado que la salida de funcionamiento del radar genera “grandes riesgos” en el control de los vuelos, y calificaron la situación como una muestra más de “la constante degradación de la seguridad del espacio aéreo” nacional.

Frente a esto, el vocero de la Fuerza Aérea, Alejandro Algañaraz, sostuvo ayer que “en ningún momento, y de manera absoluta y categórica, hubo incertidumbre o algún tipo de inseguridad en el tránsito aéreo” a causa de las fallas en el sistema de informaciones. Para argumentar su defensa, marcó que “se están utilizando sistemas de apoyo de colaboración de los radares de Paraná, Carrasco y Mar del Plata, y además se están haciendo las operaciones a través de comunicaciones radiales”.

Los trabajadores aeronáuticos no se quedaron quietos ante la postura que marcó la Fuerza Aérea. En diálogo con este diario, el titular de ACTA, César Salas, se preguntó ofuscado si “quien dice eso se sentaría a trabajar, con la vida de miles de personas bajo su responsabilidad, en una torre de control en la que el radar se prende y se apaga de manera intermitente, o directamente se queda en blanco. Es como que te digan, ‘manejá este auto’ y te lo den sin frenos ni luces”.

Además, Salas desmintió uno de los argumentos que Algañaraz había utilizado para minimizar la situación: “Los radares de Paraná, Mar del Plata y Carrasco no están homologados para ser soporte radar del aeropuerto de Ezeiza. Es mentira lo que dice la Fuerza Aérea”.

El radar en cuestión había dejado de cumplir sus funciones el 2 de marzo pasado cuando, durante una tormenta, un rayo cayó sobre su cableado. Eso hizo que la información que toma el artefacto dejara de llegar a los monitores de la torre de control. Tras cinco días de reparaciones, la Fuerza Aérea anunció el pasado miércoles que el sistema volvía a la normalidad. Pero sólo dos días después, se cayó nuevamente.

En la mañana de ayer, la información comenzó a llegar a las pantallas de la torre, pero de manera intermitente. Según Salas, los datos que enviaba el radar luego de eso eran “erróneos, por lo que era lo mismo que estuviera apagado”.

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Los controladores acusaron a la Fuerza Aérea de generar riesgos, además de demoras.
Imagen: Rafael Yohai
 
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