SOCIEDAD › EXPERIENCIAS CON EXITO EN COLOMBIA

Cómo bajar la mortalidad

 Por Pedro Lipcovich

No ya en Suecia ni en Francia, sino en Colombia, la mortalidad anual por siniestros de tránsito bajó de 9000 a 5400, gracias a un programa que, además de control y sanciones, incluye un conjunto de medidas dirigidas a la comunidad. Su perspectiva, a diferencia de otras, no se centra en incentivar el terror al daño personal, sino –explicó la investigadora colombiana Yazmín Gaitán Rodríguez– en promover la responsabilidad por el daño que la propia inconducta vial puede causar a otros. El programa ha desarrollado recursos como las “estrellas negras”, pintadas en el pavimento en los lugares donde han muerto peatones, y uno de sus ejes es incluir la seguridad vial en el sistema educativo, para que los chicos aprendan a ponerles límites a sus padres: “¡Papá, bajá la velocidad!”.

“Si no se cuenta con niveles de control muy altos, con aplicación de sanciones, la educación vial tiende a hacerse imposible”, advirtió de entrada Yazmín Gaitán Rodríguez, directora de investigación del Fondo de Prevención Vial de Colombia y una de las protagonistas del programa mediante el cual “la cantidad anual de muertes por el tránsito, en toda Colombia, bajó desde 9000, en 1998, hasta 5400 en 2008”, con ayuda de “un sistema de sanción de la imprudencia a nivel social”. Así por ejemplo, “diseñamos sistemas de capacitación para los conductores de transporte público y, en el caso particular de los que conducen vehículos escolares, los ayudamos a registrar la culpa que sentirán en caso de que, por su imprudencia, los niños que llevan mueren o queden discapacitados”. En esta perspectiva, no se trata sólo de pasar controles de alcoholemia: “Las personas pueden llegar a prever la culpa y el dolor que sentirán por el choque que produzcan si manejan en estado de embriaguez”. Se trata, así, “de hacer valer la responsabilidad que, en materia de seguridad vial, concierne a cada individuo”.

Un aspecto central es la inclusión de la seguridad vial a lo largo de todo el sistema educativo, desde el preescolar hasta la universidad, pero especialmente con los niños: “Porque ellos actúan como reguladores de la conducta de los padres: ‘¡Papá, bajá la velocidad!’”.

Conceptualmente, se trata de “integrar la ley, la moral y la cultura”. La ley opera “mediante controles, sanciones, multas”; la moral, “haciendo valer la culpa por las conductas riesgosas”; la cultura, “educando a conductores y peatones: hacemos campañas puntuales, sobre factores de riesgo como el uso de teléfono celular mientras se conduce, y grandes campañas masivas de comunicación social, en la prensa, los medios audiovisuales y también en la calle”, enumeró Gaitán Rodríguez.

En la calle, por ejemplo, “estamos trabajando con personas que padecen discapacidades por accidentes de tránsito: en determinadas esquinas, entregan a los conductores volantes que les sugieren cumplir precauciones como usar cinturón de seguridad, ‘para que no te pase lo que me pasó a mí’: la campaña está dando buenos resultados, y estas personas con discapacidad son remuneradas por su participación”.

Otra herramienta para promover la responsabilidad de los conductores es la campaña “Las estrellas negras”: “En lugares donde han sido atropellados peatones, se pinta una estrella negra en el pavimento. Hasta hace unos años, junto a la estrella se escribía ‘Aquí falleció una persona en un accidente’; ahora ya no hace falta porque la gente ya sabe qué quieren decir las estrellas negras”.

De todos modos, “trabajar en procura de cambios de comportamiento no es suficiente –advirtió Gaitán Rodríguez–: hay que modificar la infraestructura de las ciudades latinoamericanas, que en muchos casos están organizadas en favor de la circulación de automotores y no de la accesibilidad para los peatones. Y se puede avanzar en esto con medidas prácticas y de bajo costo. Por ejemplo, la ciudad de Popayán tiene veredas muy angostas y, en Semana Santa, recibe un flujo muy grande de visitantes: entonces, hemos diseñado unas plataformas removibles que permiten aumentar el ancho de las veredas, reduciendo la calzada por donde circulan los autos”.

Compartir: 

Twitter

SUBNOTAS
  • Cómo bajar la mortalidad
    Por Pedro Lipcovich
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.