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Sábado, 24 de septiembre de 2016

MUSICA › MORENO VELOSO, DE REGRESO EN LA ARGENTINA PARA PRESENTAR COISA BOA

“Es una gracia haber crecido donde crecí”

El músico brasileño no tiene dudas a la hora de definir el espíritu de su nuevo disco como el producto de un momento relajado y tranquilo de su vida. Esta noche mostrará las canciones junto a su banda en el Centro Cultural Kirchner.

 Por Santiago Giordano

“Este es un disco tranquilo”. El tono de voz de Moreno Veloso acompaña el sentido de la frase. Coisa Boa se llama el disco al que se refiere, el último de su producción. Un trabajo que más allá de las definiciones sostiene esa idea una música capaz de dialogar con otras fuentes sin perder la propia identidad. Hoy en la Sala Sinfónica del Centro Cultural Kirchner, en el marco del ciclo Verde amárelo, Veloso mostrará los temas del “disco tranquilo”, junto a Pedro Sá en guitarra, Rafael Rocha en batería y percusión y Bruno Di Lullo en bajo. “En realidad ya habíamos presentado algunas de estas canciones el año pasado también en el CCK, en una actuación compartida con Juana Molina. Pero fue un concierto reducido, más corto de lo común. Esta vez lo haremos completo, junto a otras cosas más”, asegura el cantante, compositor, productor, físico recibido en la Universidad de Río de Janeiro e hijo de Caetano Veloso.

También en Coisa Boa, Veloso comparte la producción con Pedro Sá y por esas cosas del destino tres de las canciones que lo integran (“Coisa Boa”, “Não acorde o Neném” y “Em todo lugar”) fueron integradas a la banda sonora del film estadounidense Boyhood: Momentos de una vida, de Richard Linklater, que entre otras cosas ganó un Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Acerca de la génesis de este disco de clima distendido y color amable, Veloso explica que tiene que ver con lo familiar en un momento preciso de su vida. “Nos habíamos instalado en Salvador, Bahía, con mi familia, y allí el tiempo se pasa de otra forma, más tranquilo”, comenta y agrega: “El disco está dedicado a mi mujer y mis hijos y el tema que le da nombre es una canción de cuna que hice para ellos, muy delicada y tranquilita. Ese espíritu traspasa todo el disco. Hay además un samba de roca, típico de ese territorio de Bahía, de Santa Amaro, que es muy tranquilito. Me gusta también hacer un poco de samba y mezclar cosas de Kassin (Alexandre) y de otros amigos de Río. Hay un poquito de todo eso en este disco, pero sin moverse del clima distendido”.

–¿Qué relación tiene este con Máquina de escrever música y Solo in Tokio, sus disco solistas anteriores?

–Sólo in Tokio es un registro en vivo de mi primer show solista y acústico. Creo que más cerca de Coisa Boa está Máquina de Escrever música, mi primer trabajo de estudio después de la separación de los +2 y en cierto modo es la conclusión de aquel proyecto. Es una afirmación de la fuerza y experiencia que ganamos en 10 años de carrera como banda.

–Un rasgo frecuente de la música brasilera es la capacidad de fusionarse con otras músicas sin perder la identidad ¿Siente algo así?

–Bueno, no sé si es así para todos, pero yo lo siento un poquito así. De todas maneras no creo que exista una fórmula o un secreto para que se dé algo de estas características. Pasa que a nosotros nos gusta la música en general, más allá de donde venga. Puede ser de Italia, Venezuela o Japón. Tenemos en nuestra sangre esa idea de música y por eso lo que escuchamos enseguida pasa a ser casi parte de nuestra sensibilidad.

–¿Crecer en una familia de músicos le facilitó el acceso a otras músicas?

–Seguramente. Mi papá siempre escuchó mucha música en casa. Además siempre estuve rodeado de sus amigos, músicos muy buenos, que estaban siempre tocando, o escuchando, o hablando de música. Es decir, por casa pasaban todo tipo de discos. Eso me ayudó mucho en mi formación musical, definitivamente. Para mí es una gracia haber crecido donde crecí, entre estos músicos, que además de ser mi familia, con su música hicieron que antes que nada yo fuera fan de ellos.

–Entre esas influencias, ¿cuál cree que puede ser la característica que define a su música?

–No sé si hay una marca mía, pero mi generación y en particular con mis amigos Pedro Sá y Alexander Kassim tenemos un cuidado muy grande con el sonido, no solo con las composiciones. Buscamos una definición personal también en los resultados técnicos, investigando en los equipamientos de grabación y mezcla. Creo que este cuidado se nota en nuestro sonido y podría ser una marca, si podemos definirlo así. De mi parte me gusta tener ese cuidado tanto con las cosas electrónicas como con lo acústico. Intento estar en los dos lados y estoy feliz de seguir trabajando con la música en este sentido, porque es lo que me gusta.

–Un disco intimista, familiar, tranquilo. La otra parte de su actividad tiene que ver con la Orquesta Imperial. Ahí cambia la atmósfera…

–Sí, cambia, ¡y cómo! (risas). Los de la Orquesta Imperial son conciertos para bailar, es una orquesta de fiestas, somos veinte personas en el escenario, además de los cantantes: cuatro, cinco, a veces siete y hasta diez en una misma noche. Solemos tocar toda la noche, hasta la madrugada. Estamos cinco horas tocando para que el público baile. Es totalmente distinto al mundo de las canciones, pero también la música de baile enseña mucho. En principio a cómo comunicarnos con la gente desde el baile, pero además cómo aprender a cantar las canciones de otros compositores. Eso es muy importante. Es distinto cantar las propias composiciones que tener que cantar canciones de otros. Ser intérprete es otro trabajo, sobre todo si son canciones ya muy conocidas, antiguas.

–¿En esas canciones encontró otro sonido?

–Seguro, la orquesta empezó para hacer canciones de los años 40 y 50, de cuando la gente iba a bailar a los salones. Y no solo hacemos música de Brasil. Porque lo mismo pasaba en México, en Argentina también. Y hay canciones bellísimas de esa época.

–¿Cómo es su relación con Argentina?

–Me gusta muchísimo tocar allí, creo que es uno de los mejores sitios del mundo para tocar. Muchos en el mundo pensamos así. Hay una fuerza en la gente para disfrutar la música, una recepción buenísima. Y aparte tengo muchos amigos argentinos, desde niño, de la época de las dictaduras y los exilios, cuando muchos argentinos llegaron a Brasil. Y aunque después volvieron a Argentina, la relación es siempre cercana.

–¿Después de Coisa boa qué planes tiene?

–Estoy pensando en hacer otro disco el año próximo, ya llamé a Pedro Sá, a Kassim y Doménico para que me ayuden; ellos se quedaron muy contentos con este y tengo ideas. Pero aún no estoy componiendo nada.

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“Me gusta muchísimo tocar en la Argentina, creo que es uno de los mejores sitios del mundo para tocar”.
 
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