rosario

Martes, 11 de diciembre de 2007

CORREO

Comisaría

No olvidamos la impunidad vigente por los hechos del 15 de noviembre de 2000, en la Comisaría 25 de Pueblo Nuevo (Villa Gobernador Gálvez) donde dejaron morir quemados a 13 detenidos. Esta tragedia que golpeó en los sentimientos y la conciencia de nuestra sociedad, no generó la discusión o acciones necesarias que permitieran impedir las masacres de las cárceles de Magdalena, Coronda o Santiago del Estero (esta última un calco de lo ocurrido en Pueblo Nuevo). Los sucesivos gobiernos provinciales, en el marco de las políticas de "seguridad" (leyes Blumberg) que sólo encarcelan a los que no tienen dinero o los mata con el "gatillo fácil", utilizaron todas las artimañas a su alcance para que esto fuera olvidado, incluyendo complicidad de obedientes jueces heredados del Terrorismo de Estado. Por eso lo policías responsables fueron sobreseídos y ejercen sus funciones "cuidando a la población" en otros lugares, y sólo a un detenido sobreviviente se "le aplicó todo el peso de la ley". Padres, madres, hermanos/as, esposas, amigos, quienes los amaban y los lloran y no dejamos jamßs de reclamar justicia, invitamos a recordarlos, remarcando la impunidad de esta tragedia que se repite sin soluciones: Por eso, a siete años y un mes de este crimen, a seis años del asesinato de Graciela Acosta, en diciembre de 2001 a seis meses de la desaparición de Eduardo Landriel.

Asamblea Permanente por los Derechos

Humanos de Rosario

Familiares de los Asesinados en Comisaría 25


Desagües

Partiendo de nuestra propia inconducta como ciudadanos, de semanas previas a las festividades de fin de año, despedidas, graduaciones, etc. una torrencial lluvia nos ha permitido comprobar que nuestras actitudes conspiran contra la ciudad. Decenas de desagües obstruidos, miles de vasitos de bebidas, botellas plásticas, servilletas y bolsas de polietileno arrojadas por desidia a calles y veredas, flotando por todos lados, nos dan la pauta de nuestra falta de educación y respeto a las ordenanzas y a las básicas normas de convivencia urbana. Sumemos la depredación de los contenedores a la irresuelta tarea del control urbano y la ausencia de un funcionamiento dinámico de la GUM y tendremos el cuadro de situación que se reitera en nuestra ciudad cada lunes de luvias.

Angel M. Contestí

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