rosario

Domingo, 15 de noviembre de 2009

CIUDAD › INVESTIGADORES PONDERAN LOS EFECTOS DE LA ASIGNACIóN UNIVERSAL POR HIJO

Un derecho conquistado que desnuda prejuicios

José María Alberdi e Ignacio Castro Rojas, docentes de la escuela de Trabajo Social de la UNR cuestionaron las "posturas higienistas" que expresan los resquemores de la clase media sobre el uso que los sectores humildes darán al subsidio.

 Por  Alicia Simeoni

La atribución que algunos sectores de la clase media profesional se toman para juzgar cómo los integrantes de los sectores más pobres de la sociedad van a hacer uso de los planes sociales está teñida de la que puede llamarse "postura higienista". Así lo explicaron a Rosario/12 el trabajador social José Alberdi y el cientista político Ignacio Castro Rojas, ambos docentes de la Escuela de Trabajo Social de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario y también masters en Servicio Social. Las reflexiones de Alberdi y Castro Rojas no se quedan en una invocación al concepto lanzado días atrás por la directora del Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la Municipalidad de Rosario, Elda Cerrano, en el sentido que la decisión del gobierno nacional en cuanto a universalizar la asignación por hijo "pueda incentivar a tener más chicos", sino que avanzan en analizar características de "las pobrezas". También en las medidas que serían necesarias para complementar el Plan de Asignación Familiar de manera que las mujeres de los sectores más humildes no queden congeladas en el rol de proveedoras de salud y educación. De ahí la propuesta de universalización de un instrumento territorial como son los centros Crecer, para que ellas puedan solucionar el cuidado de los niños y busquen insertarse en el mundo del trabajo.

Lo de Cerrano fue calificado como una opinión aislada que no tiene que ver con las políticas públicas que se llevan adelante desde el municipio. No todas las pobrezas de la historia argentina han sido iguales, ni por lo profundas ni por lo lacerantes, por eso Alberdi y Castro Rojas consideran que corresponde hablar de "las pobrezas". Y señalan la necesidad de más Milagro Sala, la líder de la Túpac Amaru de Jujuy para avanzar en la organización y dignidad de la pobreza, también en la atracción de jóvenes que dejan de estar a merced de los mercados paralelos de la droga y los desarmaderos.

Para José Alberdi, una de las cuestiones fundamentales a tener en cuenta en la aplicación de las políticas sociales, para el caso el ingreso universal por la niñez, es el salir de lo que llama "ciertas posturas 'higienistas" que -explica- cada tanto toman relevancia en el campo del sanitarismo. En ese punto Alberdi ubica las expresiones de Cerrano de una manera aislada dentro del pensamiento y la acción pública de la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad.

¿Qué quiere decir con la expresión higienista?

Me refiero en primer lugar a que en la clase media profesional está fuertemente instalada una suerte de sospecha acerca de cómo los pobres van a hacer uso de los planes sociales o bien casi la convicción de que van a hacer un uso indebido de esos planes o de los derechos sociales conquistados. Por eso, el pensar que la asignación universal puede ser favorecedora de la extensión de las familias es aislada, en el marco del contexto de las políticas que la Municipalidad pone en marcha, pero también es ingenua y no tiene comprobación estadística. Por último corresponde decir que las políticas que se llevan adelante en el campo de la salud pública, tales las de salud sexual y reproductiva y hacia la despenalización del aborto son mucho más importantes y eficaces en cuanto al objetivo de que la maternidad no sea el único valor para las mujeres de los sectores más pobres.

Doble moral

"La moralización de la pobreza" o esta suposición acerca de cómo los pobres van a hacer uso de los beneficios sociales, tiene -según Alberdi- la presencia "de una doble moral típica del imaginario que tienen sobre los sectores populares". De ahí que para este docente de la Escuela de Trabajo Social también resulte interesante observar la instrumentación de otros planes mínimos, como la tarjeta única de ciudadanía, que en realidad, dice "sería mejor referenciarla como una tarjeta alimentaria porque nadie accede a la ciudadanía a través de una tarjeta". Entonces señala que si se hace una lectura de las "recomendaciones" y "penalizaciones" que se establecían hacía el uso de la tarjeta no se podía comprar alcohol, ni pañales u otros productos , casi podría afirmarse "con algo de ironía, porque en realidad la penalización no se cumplía, que los sectores de la pobreza no tenían derecho, con la tarjeta alimentaria, a festejar el cumpleaños de uno de los niños de la familia. Desde el campo de las ciencias sociales y del trabajo social hay que poner límites a esas lecturas que terminan discriminando a los pobres, como si la clase media, por ejemplo, no evadiera impositivamente, o si las clases altas no obtuvieran todo tipo de relaciones 'non santas' que las benefician. Es una suerte de doble moral que está instalada en parte de la clase media, no en toda, para no ser esquemáticos".

Ahora es Ignacio Castro Rojas quien marca que la asignación universal por hijo trae consigo un aspecto por demás interesante: es el que va a poner otro piso, va a subir el que ahora existe "para que algunas de estas mujeres que antes veían en la maternidad una opción de vida eso hay que decirlo ahora, estén posicionadas desde otro lugar". Se pregunta también "qué va a resultar de ello". Y apunta: "Me parece que es todo un debate y lo interesante es ver el desarrollo, pero lo que es innegable es que el piso a partir del cual se van a discutir las estrategias de supervivencia de los sectores más humildes, más carenciados, será otro de ahora en más".

Cuando Castro Rojas plantea que para algunas mujeres la maternidad se transformaba en una opción de vida se refiere al esquema de escasísimas o nulas posibilidades que tienen los sectores que están excluidos del mundo del trabajo. Agrega, además, en el análisis, el incremento de las pautas de consumo, ampliamente publicitadas a través de distintos soportes, entre ellos los medios de comunicación masiva, totalmente vedadas en los hechos para quienes integran el universo de los más desposeídos. "Es allí cuando la maternidad y hay estudios que avalan lo que digo -expresa este cientista político y master en Servicio Social plantean que en la constitución de la identidad de las adolescentes, el hecho de ser madres contribuye a generar cierta autoestima, el pensar que son 'capaces' de hacer algunas cosas, entre ellas de ser madres, y así acceden a la salud y se acercan a otros beneficios, a través de la maternidad".

Estrategias

De las afirmaciones de Alberdi y Castro Rojas surge como necesario que la decisión del gobierno nacional acerca del Plan de Asignación Familiar sea acompañado con estrategias para que no se restrinja el rol de las mujeres al de proveedoras de salud y educación. De ahí que entre las políticas que podrían acompañar esta decisión del Poder Ejecutivo, ambos señalan la de ampliar los beneficios para la infancia a través del fortalecimiento y la universalización de algunos instrumentos, para el caso los centros Crecer: "Se trata de que las mujeres de estos sectores también puedan tener acceso a las posibilidades de búsqueda de trabajo".

La reflexión de estas últimas líneas da paso para explayarse acerca de una de las enormes trabas que tienen las mujeres en general y, las más pobres en particular, al momento de pensar en la inserción en el mundo laboral: se trata del cuidado de los niños. "Ese aspecto que quienes integran la clase media o alta solucionan a través de guarderías, jardines maternales o el trabajo de una empleada que cubran las necesidades, son opciones a las que no acceden las madres que son parte de los sectores más humildes. Allí es cuando debe entrar en juego la que se denomina como 'economía del cuidado' y que está en debate en algunos sectores que discuten las políticas públicas", explica Castro Rojas, quien considera el papel de los centros Crecer, "que son centros territoriales con los que cuenta el municipio, que en Rosario tienen un desarrollo importante, una historia polémica pero, en definitiva, valorizada positivamente y que pueden complementar esto otro que está dando el Estado, un derecho por cada uno de los hijos en edad escolar que tenga una familia. Puede ser una forma de permitirles a esas mujeres que también salgan al mercado laboral, ya que seguramente ellas no figuran en las estadísticas de desempleo, porque no están en la búsqueda de trabajo. Las estadísticas muestran a quienes se movilizan en la búsqueda de un puesto".

¿Es correcto hablar de "la pobreza", como si fuera sólo una? En la Argentina la condición de quienes integran el universo de los más desposeídos no fue siempre la misma. En cortes históricos, los pobres de hoy no tienen las mismas condiciones, ni son numéricamente los mismos, que los de hace 30 años atrás y mucho menos los de las primeras décadas del siglo pasado.

(Alberdi) -En primer término no corresponde reducir el tema a la ecuación "pobreza ingreso" porque sobre todo los sectores conservadores pueden hacer jugar este criterio con el pedido de mayor criminalización de los niños y adolescentes de sectores populares. Además el problema del hábitat es otro de los determinantes más fuertes de la pobreza.

(Castro Rojas)- En términos estadísticos, la pobreza medida en términos de ingreso era en los años '60 y 70', el 4 por ciento de la población y, luego, se vivieron décadas, a finales de los '80 y de los '90, donde la pobreza representaba el 40 por ciento y, aún más, de la población. Por eso preferimos hablar de "las pobrezas", porque ese estado social no fue siempre el mismo, no tuvo siempre las mismas características. Y con respecto al consumo, uno de los aspectos que determina la inserción en los distintos grupos sociales, aumentó en cuanto al nivel de expectativas, incumplido para amplios espacios sociales. El acceso a Internet y a tener el servicio de banda ancha es un ejemplo, ya que el Estado dice, con una doble moral, que todos podemos acceder y en gran parte de la población sigue sin haber condiciones de hábitat mínimas.

"Por eso consideramos que va a cambiar muchísimo ese piso mínimo con la asignación universal. Nos parece que todavía no estamos en condiciones de balancear todo lo que significa", dice Alberdi, quien también señala que el concepto de heterogeneidad de la pobreza debe ir asociado "al de polarización social que desde el '76 y en especial de los '90 en adelante se cristalizó al ritmo de la concentración de la riqueza. Se puede decir que nuestra estructura social es fuertemente estática y que sólo podemos hablar de una movilidad entre los que salen de la indigencia, pasan a la pobreza y vuelven a esa indigencia. Este gobierno que es fuertemente rechazado por los sectores medios ha conseguido políticas, vía empleo formal, de mejoras de la clase media pero estaba hasta ahora en fuerte deuda con su histórica base social que eran los sectores más humildes".

-Entre esos sectores más humildes están algunos que han logrado un grado de organización, como la Túpac Amaru, cuya principal referente es Milagro Sala, fuertemente señalada y estigmatizada por el jefe del radicalismo Gerardo Morales y otras personas del ámbito público y sectores que siguieron la línea de su discurso. Esa estigmatización llegó a los otros movimientos barriales o territoriales que trabajan en el medio de los sectores más pobres. "Se trata de estigmatizar a uno para que la sociedad piense en todos", dijeron hace poco referentes de esos movimientos en Rosario a este diario.

Morales es una de las voces del republicanismo conservador. Al revés de lo que él expresó, en el sentido de demonizar a Milagro Sala, quienes trabajamos en el campo de lo social planteamos la necesidad de más Milagro Sala por varias cuestiones: en primer término porque reconstruye tejido social y comunitario, se dan buenos vínculos entre los trabajadores de las políticas sociales y las comunidades y, por otra parte, porque contrariamente a esta idea de Estado paralelo, lo que genera es mayores vínculos del Estado con otras comunidades marginadas. Por otro lado, si tenemos más Milagro Sala vamos a achicar los mercados paralelos existentes de la droga y de los desarmaderos, por ejemplo, que convocan de manera permanente la mano de obra desocupada de los jóvenes. Si vemos la experiencia de Sala y de otra serie de movimientos territoriales y de desocupados, oficialistas u opositores, vemos la capacidad de convocatoria que tienen hacia los jóvenes. Si estos sectores convocan a los jóvenes, posiblemente, muchos menos sean mano de obra desocupada. Se trata de la idea de dignidad de la pobreza que también sostiene la de ciudadanía de la pobreza, con movilidad social, con organización, con desarrollo comunitario, diferenciado de las propuestas de participación que las tecnocracias de desarrollo social de los '90 proponían para una participación puertas adentro de la comunidad.

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Las largas colas frente a la Ansés para tramitar la asignación dan cuenta del valor de esta política social.
 
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