La protesta que comenzó ayer, se mantiene esta mañana. Los boleteros no recargan los pasajes magnéticos, pero sí venden las tarjetas comunes de viaje. A pesar de esta medida, fuentes gremiales aclararon que los empleados no estaban de paro sino que trabajaban "a reglamento" en reclamo "por la falta de adecuación de los teclados para la recarga".

Por su parte, Schiavi dejó claro que "no vamos tolerar locuras" y sostuvo que "detrás de este conflicto" de los trabajadores del subte hay "otros problemas: tratar de ver qué reclamos se pueden hacer". Por este motivo convocó a los gremios a "moderar" la demanda porque, si no, la gente piensa que hay un conflicto no resuelto". El funcionario anunció, además, que el Ministerio de Trabajo convocó para esta tarde a los delegados de los empleados, quienes insisten con que el uso de las máquinas provoca "dolencias" como la tendinitis por la posición en la que están instaladas.

Además, admitió que la ubicación de esos aparatos fuerza a los trabajadores a realizar un perjudicial "movimiento de subir el dedo" para concretar la recarga, que "es el que genera la tendinitis", al tiempo que prometió que las máquinas serán relocalizadas "en 30 días". "Muchos trabajadores quieren trabajar y no vamos a aceptar que algunos delegados no dejen trabajar a los trabajadores", subrayó.

"Ante la maquinita del SUBE, cada vez que se carga el boleto, hay que ingresar un número y un código -explicó el funcionario-. En el caso del subterráneo, el tablerito (del aparato) para el código está ubicado a la altura de los ojos. Entonces, el movimiento de subir el dedo es el que genera la tendinitis", interpretó el funcionario, para quien, "no obstante lo cual, como se armó este lío, nosotros nos sentamos con la concesionaria y dijimos: '¿Cómo arreglamos esto'?". En 30 días, todas las maquinitas no van a estar más arriba".

El sindicato AGTSyP denunció hoy que la empresa concesionaria Metrovías, a cargo del subte, el Premetro y la línea ferroviaria Urquiza, "incumplió su compromiso de sumar 200 máquinas" para el cobro de la tarjeta de pago electrónico SUBE, porque "se opone" al proyecto del Gobierno de aplicar subsidios directos a los pasajeros.

El gremio del subte acusó a la compañía de buscar "la continuidad del actual sistema de subvenciones", con el que las empresas reciben los subsidios para aplicar luego tarifas sociales a los servicios, contra el giro que la administración central evalúa dar para que el aporte estatal llegue al pasajero sin intermediarios, mediante un boleto de costo diferenciado.