La policía brasileña contuvion la manifestación en los alrededores del estadio mediante el uso de gases lacrimógenos y balas de goma. Los disturbios comenzaron frente a una estación de subte próxima al estadio media hora antes del inicio del partido, en momentos en que los manifestantes se dirigían hacia el viaducto Oduvaldo Cozzi, que conduce al Maracaná.

En ese momento la policía comenzó a disparar gases lacrimógenos, con los que contuvo el avance y dispersó la protesta, aunque los manifestantes se reagruparon luego en calles vecinas en las que hubo nuevos enfrentamientos, que se prologaron durante unas dos horas.

La protesta fue similar a una registrada ayer sábado en Brasilia, durante el partido inaugural del torneo, que jugaron los seleccionados de Brasil y Japón. En esa ocasión se registraron al menos 30 heridos y 29 detenidos.

Las manifestaciones contra el encarecimiento del transporte público se originaron en San Pablo, donde se repitieron durante toda la semana pasada y se anunció una nueva movilización para mañana lunes.