El presidente caribeño descartó hoy en Gran Bretaña la celebración de un nuevo referéndum acerca del acuerdo con las FARC. Juan Manuel Santos afirmó que el nuevo acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que incluirá algunas de las demandas de la oposición, será debatido en el Parlamento. Mientras se termina de redactar el documento que incorpora las observaciones de quienes se opusieron al acuerdo, rechazado por apenas 55 mil votos de diferencia, Santos aseguró: “Hemos logrado avanzar y en un futuro muy próximo tendré la facultad de implementarlo a través del Congreso”.

El revés sufrido por la iniciativa oficial el 2 de octubre pasado obligó al mandatario a abrir el diálogo con los simpatizantes del No. Luego de cuatro semanas de conversaciones con el ex presidente Álvaro Uribe, el principal promotor del rechazo a los acuerdos, el gobierno llevará mañana a la mesa de negociaciones con la guerrilla las nuevas propuestas, que giran alrededor de la participación política de los miembros de las FARC y los mecanismos de reparación a las víctimas.

El presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, por su parte, recordó que la Corte Constitucional “fue clara” en su sentencia sobre el plebiscito del mes pasado al precisar que el Congreso no estaba sujeto al resultado del referéndum, y agregó que "el anuncio no significa que el gobierno piense desconocer las negociaciones con los líderes del No o que se los vaya a engañar”.

Tras el plebiscito, expertos internacionales advirtieron que la consulta de octubre fue “innecesaria”. “Sobre la paz -en ninguno de sus ámbitos- no se vota ni se decide por mayorías, ni sobre la dignidad o la igualdad de las personas o sobre otros valores supremos”, opinó el penalista italiano Luigi Ferrajoli.

Quienes se opusieron al acuerdo de paz exigen que aquellos que estén acusados de delitos graves no puedan participar como candidatos en elecciones, lo cual excluiría a algunos de los líderes de las Farc, con causas pendientes en la justicia ordinaria. Los partidarios del No consideran a algunos jefes guerrilleros responsables de crímenes de lesa humanidad y piden que sean juzgados como tales.