El presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, reconoce que la paz cambiaria está atada con pinzas y que el hecho de que se deje de hablar del dólar en los medios le basta al Gobierno para mejorar su imagen pública, aunque la economía se esté haciendo pedazos. “Esto hasta se traduce en las encuestas políticas. Tres meses durante los cuales el dólar no es noticia, y más allá de los datos de la recesión y el resto de los problemas económicos, la imagen positiva del presidente Mauricio Macri aumentó cuatro puntos”, afirmó el funcionario durante una entrevista publicada ayer por el diario El Cronista. El precio del dólar minorista se apreció ayer 45 centavos hasta 38,60 pesos para la venta, quedando incluso por encima de los valores que se manejan en el mercado informal, en donde se ofreció en promedio a 38,50. Para las operaciones mayoristas, por más de un millón de dólares, la cotización avanzó 55 centavos a 37,70 pesos. La escapada fue sobre el final de la jornada, luego de que se conociera una baja, aunque marginal, en la tasa de interés para las Letras de Liquidez (Leliq). “Bajarla muy rápido detonaría una corrida cambiaria”, afirmó González Fraga. 

Por segunda vez, el Banco Central licitó ayer Leliq con un monto prefijado. En esta oportunidad fueron 150.000 millones de pesos, pese a que los vencimientos eran por poco más de 198.000 millones. “La ida de fijar el monto, lo que se traduce en dejar que el mercado defina la tasa de interés a la cual tomar esas letras, tiene como objetivo dejar que la baja la vaya convalidando el mercado. También le dio algo de liquidez a una plaza que está por demás seca de pesos”, explicó a este diario Leandro Ziccarelli, analista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El resultado de esa colocación fue un recorte de apenas 0,675 puntos, de 56,314 a 55,639 por ciento respecto del rendimiento del lunes.

“Equivocarse por bajar la tasa demasiado rápido es muchísimo más grave que equivocarse por bajarla lentamente (...) Está claro que el dólar nos pone nerviosos a los argentinos. Tenemos que lograr que no sea noticia y que esté fluctuando en la parte inferior de la banda. Esto es bueno frente a una banda que va creciendo a un ritmo parecido al de la inflación y, por lo tanto, no se puede hablar de atraso cambiario”, fue la respuesta de Fraga. 

“Podrían bajarla un poco más rápido para calibrar que la cotización del dólar quede en el medio de la banda y no en el piso. Una tasa de interés real de 20 puntos es mucho”, opinó ante este diario el ex titular del BCRA Alejandro Vanoli. La divisa ayer volvió a quedar por debajo del piso de “no intervención”, lo cual habilitó al Central a comprar otros 50 millones de dólares, con lo cual acumula 490 millones de absorción a través de este mecanismo, que no está impactando en el precio de la divisa. Las reservas aumentaron en 16 millones de dólares hasta 66.445 millones. Lo que sí tuvo un efecto en el mayorista fueron los más de 48.000 millones de pesos que dejó sin renovar en Leliq y que se trasladaron al dólar.”Lo que utiliza el BCRA nos son bandas de flotación sino límites de no intervención. Esto significa que el objetivo no es mantener el tipo de cambio dentro de esa franja sino que aprovecha la compra para darle liquidez en pesos al mercado”, explicó Ziccarelli. 

González Fraga confirmó que están revisando las condiciones del acuerdo con el Fondo Monetario para poder comprar 100 millones de dólares, en cambio de los actuales 50 millones, y así aumentar un poco la expansión monetaria. “El margen de intervención es un muy acotado, sobre todo cuando el Central impuso un target de base monetaria muy rígido”, según el analista financiero del CEPA. 

La flexibilización en el margen de maniobra será clave en los próximos meses, cuando los sondeos preelectorales le sumen tensión al mercado de cambios, de la cual el Gobierno responsabilizará a “una eventual victoria de la oposición”. En realidad, la escasez de pesos en poder del público y el congelamiento de la importación, vía una devaluación del 50 por ciento, explican la actual paz cambiaria. “Evidentemente tienen miedo a la demanda de dólares que vendrá. Va a ser más alta a partir de abril. Ahora tienen más margen para bajarlo. Sin embargo, más allá de que no se puede mirar la economía sólo con una mirada financiera, si profundizan la recesión se agravará lo financiero y aumentará el riesgo por un mayor déficit por la cauda de la recaudación”, comentó Vanoli. Las apuestas en el mercado a futuro dan para fin de mes un dólar a 37,79 pesos, mientras que para el cierre de febrero, a 39. Para abril se pactaron contratos a 41,50 pesos y para diciembre en 51,20.