Una idea de juego que nunca floreció y resultados que están lejos de lo que necesita el club pusieron fin el trabajo de Edgardo Bauza en Central. A dos meses de obtener la Copa Argentina, el equipo no salió nunca de su pésimo rendimiento y el bajo promedio que tendrá el equipo el año que viene exige una inmediata recuperación. El martes, en la nueva edición de Copa Argentina, debutará Paulo Ferrari acompañado por Germán Rivarola. Si no aparecen las victorias en los primeros partidos la dirigencia evaluará la vuelta como técnico de Juan Antonio Pizzi o la apuesta por Diego Cocca, entre las primeras alternativas.

El presidente Rodolfo Di Pollina, junto al vicepresidente segundo Martín Lucero, le comunicaron ayer a Bauza que su labor ya no tenía futuro en Central. El vicepresidente primero Ricardo Carloni, el mayor defensor del trabajo del Patón, no formó parte de la reunión con el cuerpo técnico. La salida abrupta de Bauza a poco de iniciado el año tiene sus fundamentos en la puesta en escena del equipo en cada presentación y los malos resultados. Pero también había diferencias entre dirigentes y Bauza en el trabajo de divisiones inferiores, ante el interés de Bauza de asumir mayor protagonismo en la formación de los jugadores juveniles.

Bauza no se quiso ir. Propuso evaluar la situación después del partido de pasado mañana con Sol de Mayo por Copa Argentina y el sábado con Belgrano por Superliga. Pero la dirigencia decidió acabar con su trabajo incluso a pesar de la inminencia del partido con el conjunto de Río Negro en el inicio del certamen federal.   

El presidente Di Pollina siempre consideró a Ferrari como entrenador. Pero dejar en manos de un entrenador novato a un equipo que está en crisis no convence a todos en la dirigencia. A Ferrari lo van a rodear de colaboradores, entre ellos Rivarola, y asume la urgencia de la situación para afrontar el encuentro del martes. Sin antecedentes como entrenador y a pocos meses de dejar la actividad profesional, Ferrari no resiste una derrota de local. En Arroyito saben la fragilidad de apostar por el ex defensor del club y así todo lo anuncian como sucesor de Bauza y asume esta manaña.

Por eso están en observación Pizzi y Cocca. En el caso del ex delantero canaya, para su vuelta a Central los directivos deberán convencerlo. Pizzi entiende como un trabajo inconcluso su paso por Central como entrenador, donde no logró el ascenso en 2012. Quiere revancha pero no hay señales de que crea que este es el momento de su retorno. Por eso entre las alternativas aparece Cocca. En su caso el ex Racing ha sido un entrenador que exige a los clubes una inversión de dinero que no todos pueden pagar, no solo para hacer frente a su contrato sino porque además es exigente con los refuerzos que pide.  Por falta de propuestas de trabajo en el último tiempo Cocca ha bajado pretensiones y de recibir un llamado de Central "es muy probable que se llegue a un acuerdo", según pudo conocer este diario.

Pero hoy la principal opción es un técnico de la casa debido a los recortes económicos que exige la tesorería de Central.  Ferrari es el señalado para recomponer el andar del equipo y serán sus primeros resultados  los que determinarán si la opción más económica termina siendo la más rentable para la institución.

Bauza se despidió ayer del plantel en Arroyo Seco, luego de una reunión que no se extendió por más de 20 minutos con los dirigentes. Hoy el equipo volverá a practicar porque el martes debuta a las 21.10 en cancha de Colón ante Sol de Mayo por los 32avos de final de Copa Argentina.