La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) realizaba, en la tarde del martes, "frazadazos", caravanas, acciones de concientización en la vía pública y homenajes a les docentes fallecidos durante la pandemia, en protesta por la política de cuidados del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en las escuelas de la ciudad. Según datos del gremio docente, "el 80 por ciento de los estudiantes no está yendo a las escuelas porque las familias cuidan la salud", por lo que calificaron de una campaña de marketing los anuncios del gobierno porteño sobre la vuelta a clases en todos los niveles, que se puso en marcha este lunes. 

"Cuando el gobierno de Rodríguez Larreta habla de presencialidad total, es una cuestión de marketing", eligió señalar el secretario adjunto de UTE, Guillermo Parodi, en referencia a la contradicción que significa hablar de "presencialidad total", cuando los protocolos del Ministerio de Educación porteño, y de otras partes del país, ponen en práctica sistemas de burbujas, que hacen que los cursos numersos se dividan en grupos para asistir de manera presencial de forma alternada. 

En ese sentido, Parodi marcó que  "hay menos clases que el año pasado" no solo porque asisten estudiantes de forma alternada sino porque "el maestro aunque tenga dos alumnos de forma presencial, no puede hacer las dos cosas" para estar atento a lo que ocurre con el grupo que sigue la clase de forma virtual. Y agregó que muchas familias están eligiendo no enviar, por cuidados, a sus hijos a las escuelas. "El 80 por ciento de los estudiantes no está yendo a las escuelas porque las familias cuidan la salud", sostuvo Parodi. 

En cuanto a las condiciones en la que se están tomando las clases, el secretario adjunto de UTE indicó que las aulas tiene que haber "ventilación cruzada" y advirtió: "No se puede dar clases sin tener las ventanas abiertas y esto con las bajas temperaturas hace que sea imposible. Es inhumano pensar que haya estudiantes en un aula con una temperatura de 6 grados, es imposible concentrarse".

Lo que denuncia el gremio UTE se repite en otras jurisdicciones del país, como la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof anunció la vuelta escalonada del regreso a clases presenciales, tras registrar una reducción en los contagios que permitió llegar a los 401 casos cada cien mil habitantes, y salir de la situación de "alarma epidemiológica", establecida por el Minsiterio de Salud. 

La diferencia entre la Provincia y la Ciudad fue que el gobierno porteño mantuvo las aulas abiertas desde mediados de abril, cuando comenzó a regir el sistema de alarmas decretado por el gobirno nacional y solo accedió a cerrarlas durante 10 días a fines de mayo, cuando la suba de casos puso en peligro la sostenibilidad del sistema de salud. 

Por su parte, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, consideró el sábado pasado que la Ciudad estaba en condiciones en volver a la presencialidad en todos los niveles educativos, pero solicitó mantener los protocolos, entre ellos, la circulación del aire. "No hace falta tener ciento por ciento las ventanas abiertas, con 5 o 7 centímetros según las características del aula, logramos sostener la circulación y renovación de aire", precisó. 

Según el informe del Observatorio del Retorno Presencial a las Aulas del Ministerio de Educación, el 75 por ciento de las escuelas del país están dictando clases presenciales y qué más del 70 por ciento de los docentes y trabajadores escolares ya recibieron al menos una dosis de las vacunas para la covid-19. El informe también detalló que entre marzo y fines de junio hubo 113.385 casos positivos de coronavirus en la comunidad educativa.