Bill Gates advirtió este viernes que si bien se han "reducido drásticamente" los riesgos de tener un cuadro grave de covid-19, es "muy probable" que el mundo tenga que enfrentar otra pandemia en el futuro, originada por un patógeno ajeno a la familia del coronavirus.

“La chance de contraer una infección severa (de covid-19), lo que está principalmente asociado con ser mayor, tener obesidad o diabetes, es un riesgo que se ha reducido dramáticamente por la exposición a esa infección", señaló el fundador de Windows en una entrevista con CNBC, durante la Conferencia Anual de Seguridad en Munich, al destacar el avance de las vacunas contra el coronav rus. Es que a lo largo de los últimos dos años, la población ha ido adquiriendo inmunidad a través de las vacunas y la infección natural. También contribuyó en la disminuición de los efectos graves de esta enfermedad la expansión de la variante Ómicron, más contagiosa y más leve que las demás. 

En el futuro, sin embargo, es muy probable que el mundo enfrente otra pandemia: "Será un patógeno diferente la próxima vez”, anticipó el copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates.

"Gracias a los avances en medicina que se han producido en el último tiempo, los países estarán mejor preparados para combatirla, aunque es necesario que los gobiernos inviertan ahora para que en el futuro se muevan más rápido para desarrollar y distribuir vacunas", advirtió Gates. "La próxima vez deberíamos intentar hacerlo, en lugar de dos años, en seis meses", insistió el empresario.

“El costo de estar preparado para la próxima pandemia no es tan grande. No es como el cambio climático. Si somos racionales, la próxima vez lo detectaremos temprano”, señaló el fundador de Windows

Covax

Gates se ha convertido en una figura visible en la lucha contra el covid. Mediante su Fundación Bill y Melinda Gates, se asoció con la organización británica Wellcome Trust para donar 265 millones de euros a la Coalición para Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés) que ayudó a crear el programa Covax, destinado a entregar vacunas a países con bajos ingresos. 

El CEPI, explicaron sus autoridades, espera recaudar más de 3.000 millones de euros con el objetivo de reducir el tiempo necesario para desarrollar una nueva vacuna en solo 100 días.