El ex teniente coronel José Ignacio Saravia Day fue detenido en San Salvador de Jujuy. Hacía tres años que se escapaba de la Justicia, que lo acusó de cometer crímenes de lesa humanidad en La Plata, provincia de Buenos Aires. La fiscalía había pedido su imputación en 2007 por violaciones a los derechos humanos de tres jóvenes que desaparecieron durante la última dictadura cívico militar mientras cumplían el servicio militar obligatorio. Saravia Day será trasladado en las próximas horas a La Plata para efectuar su descargo en el marco de una declaración indagatoria ante el magistrado Ernesto Kreplak.

Saravia Day tiene 71 años y hasta el jueves permaneció escondido en una quinta localizada en las afueras de la capital jujeña, donde lo sorprendió la Policía de Seguridad Aeroportuaria por disposición de la Unidad Fiscal especializada en Crímenes de Terrorismo de Estado de la ciudad de La Plata y lo detuvo. Pesaba sobre él una orden de captura nacional e internacional desde 2014, cuando por requerimiento del ya fallecido juez Manuel Blanco las fuerzas de seguridad fueron a apresarlo a Salta, en donde vivía, y no lo encontraron. La causa pasó por el magistrado Anraldo Corazza y desde hace unos años está dirigida por Kreplak. Cuando llegue a La Plata, Saravia Day deberá declarar. En 1999 ya lo hizo, pero sin consecuencias penales, en los Juicios por la Verdad. 

El ex teniente coronel está acusado de secuestrar, torturar y asesinar a José Aleksoski, que permanece desaparecido, y del secuestro y las torturas aplicadas a otros dos chicos que lograron sobrevivir. En 1976, los tres cumplían con el Servicio Militar Obligatorio al mando de ese represor recientemente capturado.  

Aleksoski fue visto en el centro clandestino de detención de la Comisaría quinta de La Plata. había nacido en Bahía Blanca y llegado a la capital provincial para estudiar Arquitectura. Pero salió sorteado para la colimba, que empezó en febrero de 1976. Cmenzó la conscripción en el Regimiento de Granaderos a Caballo. El 22 de octubre de ese mismo año fue visto por última vez en libertad, durante las guardias a la Residencia Presidencial de Olivos a las que estaba destinado. En esas tareas, su jefe era Saravia Day. Aquel día, lo llamó y le ordenó que se presentara en el Regimiento para realizar un diligencia a una dirección “inexistente”, según consta en la causa en la que la fiscalía lo acusó de entregar a Aleksoski y los otros dos conscriptos a personal de las mismas fuerzas armadas que los secuestraron y mantuvieron encerrados en diferentes centros clandestinos de detención.  

De acuerdo con el testimonio de Lázaro Aleksoski, su hermano “fue interceptado por tres automóviles que lo obligaron a subir a uno de ellos, alegando que eran fuerzas de seguridad” y desde entonces está desaparecido. Como ocurrió con la inmensa mayoría de los jóvenes desaparecidos durante el cumplimiento del Servicio Militar Obligatorio, a José el Regimiento de Granaderos le instruyó un sumario por “deserción”.

El albañil Jorge Julio López, testigo y víctima del represor Miguel Etchecolatz, contó en el testimonio judicial que ofreció antes de su desaparición en 2006 que estuvo secuestrado junto a Aleksoski en la comisaría quinta de La Plata. También los otros dos conscriptos atestiguaron sobre su paso por ese centro clandestino, testimonios que fueron acreditados judicialmente por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de esa ciudad, en la sentencia del juicio por los crímenes del denomiando “Circuito Camps”.