El ministro Walter Correa recorrió las instalaciones del frigorífico Gorina y escuchó a sus trabjadores, a cuatro meses del incendio que lo dejó semi paralizado.
El frigorífico Gorina, emplazado en la zona homónima de las afueras de La Plata era una planta modelo, altamente tecnificada, con capacidad para abastecer al mercado local y exterior. De hecho, fue uno de los cinco que más reses faenaron en todo el país en 2024. Hasta que un incendio de proporciones, cuyas causas aún permanecen desconocidas, lo dejó severamente dañado, en febrero.
Este jueves, el ministro de Trabajo de la provincia junto con los propietarios de la empresa, Carlos Riusech padre e hijo, y la subsecretaria de Empleo, Cecila Soiza, recorrió la planta para interiorizarse de los avances del proceso de reconstrucción y conocer de primera mano la situación, a través del diálogo directo con los trabajadores y las trabajadoras.
"Desde el siniestro, el ministerio de Trabajo brinda asistencia a este establecimiento a través del Programa Preservación de Puestos de Trabajo para Situaciones de Crisis del Plan de Promoción, Preservación y Regularización del Empleo (PREBA). Por medio de esta iniciativa, la Provincia aporta recursos destinados al pago de parte de los salarios de las y los trabajadores", explica el comunicado oficial del ministerio.
Trabajando a tope de su capacidad, Gorina recibía cada día a más de mil trabajadores directos. Sin embargo, como muchos sectores aún no lograron volver a funcionar, el número actual es de 540. Una última tanda fue incorporada recientemente para desempeñarse en e sector faena, donde la maquinaria quedó dañada y se requiere de más personal para realizar las tareas manualmente.
Los directivos afirman que en el corto plazo podrán reanudar la actividad en sectores clave como saladero, menudencia, tripería, cuarteo y playa de carga, mientras estiman que poner la planta operativa en su totalidad les requerirá alrededor de dos años.
El Sindicato de la Carne local, conducido por su secretario general Ángel Gelvez y referenciado en la Federación de la Carne a cargo de Beto Fantini, también tuvo un rol muy activo a la hora de garantizar la continuidad de los puestos de trabajo, su principal preocupación desde que las llamas devoraran las instalaciones, hace ya cuatro meses.
Un estudio sectorial realizado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) reveló que en 2024 los argentinos consumieron en promedio 48,5 kilogramos de carne bovina, la cifra más baja en 28 años y prácticamente la mitad de lo que se consumía en las décadas comprendidas entre 1950 y 1990.
La caída en el consumo local debida a la crisis de ingresos por pérdida de poder adquisitivo del salario es apenas uno de los problemas que enfrenta el sector. Otro es que el dólar planchado encarece las exportaciones argentinas, justo en un contexto de guerra comercial global, en el que los países buscan nuevas plazas para sus excedentes. El ejemplo más reciente es el de Devesa, el frigorífico de Azul que perdió el mercado mexicano y se desprendió de más de cien trabajadores.