CARTAS DE LECTORES

CARTAS

Elecciones y violencia

Hoy, 28 de octubre, en el discurso de la presidenta electa me sentí aludida por primera vez en mi condición de mujer. También hoy leí en las noticias que dos mujeres muy jóvenes fueron brutalmente asesinadas por sus parejas. Hoy pensé en mi nieta, que ya dispone entre sus modelos identificatorios del rol de presidenta. Hoy pensé en mi abuela, en mi mamá, que votaron tarde en sus vidas y que consideraban con naturalidad esa injusticia humillante. Pensé en mí, que tantas veces no voté, porque entre armas y sotanas decidían por mí. Pensé en todos los que no pudieron votar porque cayeron por la violencia de esas armas y sus mandantes civiles.

Pensé en todos los que no se involucran y desprecian lo que tanto costó conseguir. Los que critican pero no sienten que tengan deberes frente a la sociedad. Pensé que es bueno pensar y que la realidad no es lineal. Pensé que hay que involucrarse para que esos horribles crímenes de todos los días cesen, nada nos es ajeno. Hoy, una mujer presidenta, muchas electas y otras electoras junto a los hombres, luchemos por parar esos asesinatos a los que llaman pasionales.

Cristina Villanueva
DNI Nº 8.492.444



Iniciativa solidaria

Leí con mucha emoción la nota del 26 de octubre pasado referida a la propuesta de donar un día de trabajo solidario, lanzada desde el sitio web de Soda Stereo. Me parece una iniciativa maravillosa, que ojalá se multiplique de muchas otras formas en otros ámbitos.

Al respecto, me gustaría compartir que en Europa los trabajadores “donamos” una semana entera de nuestro trabajo mensualmente en impuestos, con la cual se cubren las necesidades indispensables para que la vida sea considerada digna y humana. Mis jefes “donan” una proporción aún mayor. Esto es así porque vivimos en un estado de bienestar, donde la comunidad, a través del Estado, se responsabiliza por el bien de cada uno de sus integrantes, a partir de una definición mínima de derechos humanos y concepto de ciudadanía.

Ahora que el país se dispone a iniciar un nuevo período de gobierno, sería bueno que como sociedad definiéramos qué clase de acuerdo de convivencia deseamos tener, estructurada en base a qué clase de relaciones entre sus integrantes y con cuál concepción de individuo. La persistencia de compatriotas que sobreviven con necesidades elementales ostensiblemente insatisfechas, mayoritariamente niños, es algo que debería avergonzarnos como sociedad, y cuya solución, tal como lo prueban las democracias avanzadas, es perfectamente posible.

Melanie Ceppi
Reino Unido
DNI Nº 17.824.679

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