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El periodista Juan Gasparini fue absuelto de culpa y cargo de la acusación de calumnias e injurias que le había iniciado María Kodama, la viuda de Jorge Luis Borges, a raíz de la edición del libro de Gasparini Borges, la posesión póstuma, publicado por editorial Foca en 2000. La demanda civil se rechazó incluso con costas para la acusadora. La jueza Susana Nocetti de Angeleri tomó ayer la decisión cerca de las 18, después de escuchar la última palabra del autor. Hace unos días, se había escuchado la declaración indagatoria a Gasparini y los testimonios de biógrafos de Borges, como María Esther Vázquez, Alejandro Vaccaro y Roberto Alifano. La sentencia “en firme” termina con el juicio oral y público que le entabló la viuda de Borges a Gasparini que se realizó en el Juzgado Correccional número tres, en el primer piso de Lavalle 1638. Ayer, ambas partes fueron informadas de la decisión. Los fundamentos se conocerán el 18 de octubre.
La batalla judicial duró dos años, donde Gasparini fue perseguido por Interpol. Kodama había pedido un año y medio de prisión y 20 mil pesos de indemnización por considerar que, según su abogado Fernando Soto, había en el libro “cuestiones inexactas, falsas y otras directamente ofensivas”. Soto, alguna vez abogado del juez Norberto Oyarbide, contó ayer a Página/12 que no se informó en el libro que Kodama era testamentaria nueve años antes y aporta conjeturas de elaboraciones del autor “que resultan ofensivas dando la idea de que hubo suerte de captación de voluntad”.
El abogado defensor de Gasparini, Mateo Corvo Colcet, confirmó ayer la sentencia y contó que las “costas” serán reguladas próximamente. El libro investiga los últimos 6 meses en la vida de Borges y relata un episodio sobre la confección de un testamento de 1985 que reemplazó a uno anterior de 1979. Relata lo ocurrido entre noviembre del ’85 y junio del ’86, donde Borges abandonó Buenos Aires e inició un viaje por Italia que terminó en Ginebra para la Navidad de 1985 hasta fallecer en 1986. Según el libro, el testamento del ’85 instituye a Kodama “como dueña del ciento por ciento del patrimonio de Borges, quitándole el 50 por ciento a Fani”, apelativo de Epifanía Uveda, asistente del escritor, según está escrito en el libro.
El libro pone en duda la confección del segundo testamento de Borges, validado por la Justicia. La defensa de Gasparini cree que la decisión “puede tener un efecto cascada sobre otras querellas de Kodama”. Las frases sacadas de contexto fueron rebatidas, aunque, curiosamente, Kodama no presentó el libro en la querella sino sólo sus dichos. Según la defensa, Gasparini relató hechos, aunque Kodama dijo que el autor le había atribuido delitos. Gasparini cuenta que hubo dos testamentos y una causa judicial que dio como válido uno de los dos testamentos. Y, por eso, Kodama presumió que se la acusaba de falsificación de documento. Soto confirmó ayer la absolución y dijo que apelará en la Cámara de Casación.