DEPORTES › EL JUGADOR ANALIZó EL PRESENTE DE LA LIGA NACIONAL

Para Victoriano, hay buena base

El hombre que se desempeña en Lanús, que regresó hace un año al país luego de su paso por Europa, destacó que el juego creció mucho en lo táctico y en lo físico. “Antes la NBA sacaba gran diferencia. Hoy ya no es tan así”, indicó.

Volvió hace un año al país luego de casi una década en Europa, donde arribó como una de las mayores promesas. Lucas Victoriano, integrante de la generación dorada del básquet argentino, había recalado en el Real Madrid y allí se convirtió de buenas a primeras en el extranjero más joven en jugar en la ACB. Apuntado con un futuro promisorio, se fue desgajando con el correr del tiempo. “Mi juego no era adecuado para un país que se preocupa más por las equivocaciones que por los aciertos. Intenté adaptarme, pero perdí mucha motivación”, sentenció.

Hoy en Lanús, el tucumano analizó ante Página/12 su pasado en el Viejo Continente y el presente de la Liga Nacional, que la semana pasada arrancó una nueva temporada.

“El básquet argentino está en muy buenas condiciones. Cuando llegué el año pasado me encontré con un torneo muy competitivo y noté varios cambios. Creció mucho en la parte táctica y en la física. Antes la NBA sacaba la gran diferencia. Hoy ya no es tan así. Son superiores, pero acá hay material como para no envidiar”, aseguró el subcampeón mundial en Indianápolis 2002.

La mejoría que evidenció Victoriano en el crecimiento de la Liga Nacional radica en el profesionalismo que muestran sus figuras. Y para el base, “la clave está en la formación que implementan los entrenadores”. “Adquirieron una buena mezcla de la escuela norteamericana para atacar y de la europea para defender. Se complementan los sistemas de una forma muy eficiente”, afirmó.

En noviembre se cumplirá un año de su desembarco en la Liga Nacional, después de su larga expedición por Europa. Trayecto que también llevaron a cabo otras estrellas de la pelota naranja, como Juan Ignacio Sánchez y Juan Espil. Victoriano explicó los motivos. “La crisis económica incidió mucho en el mercado del básquet. Los presupuestos de los ayuntamientos y las empresas vinculadas con la construcción, que tienen mucha importancia en el sustento del deporte en España, mermaron y muchos jugadores tuvieron complicada su continuidad”, analizó. A punto de cumplir 33 años, Victoriano no era seleccionable en el equipo nacional español y entonces aparecieron oportunidades en ligas tan distintas como México e Irán.

Pero el base definió su vuelta a Argentina a partir de la propuesta de Lanús, elenco que hacía sus primeras armas en la Liga y que buscaba en su experiencia plataforma para crecer. “Cuando me dieron esta chance de regresar, no desaproveché la oportunidad. Sabía que necesitaban que transmitiera mis conocimientos a los más jóvenes y por suerte salió bien.” Y así fue, porque el conjunto del sur del conurbano bonaerense accedió por primera vez en su historia a los play-offs de la Liga Nacional. En esa instancia de cuartos de final cayó ante Peñarol de Mar del Plata, el máximo candidato, que luego se coronó campeón. Pero la obra de Victoriano ya estaba hecha. “Volví a la Argentina ya consagrado, pero no significaba que venía a retirarme. Tengo mucho más por dar”, remarcó.

Ese semblante es el que lo mostró como eje de la generación dorada, que con grandes figuras supo traerse la medalla de plata en el Mundial disputado en Indianápolis hace ocho años, y luego obtuvo el primer puesto en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, aunque ya no estaba en el equipo. “Creo que fui un pilar fundamental dentro de ese plantel que creció a medida que pasaban los años. Después tuve que ocupar un lugar diferente, pero sabía que delante de mí había jugadores que iban a hacer de la Selección un equipo de elite”, señaló.

Turquía fue el sitio de la última contienda mundialista, donde esa generación mostró aún su vigencia con el quinto lugar conseguido de la mano de Luis Scola, Carlos Delfino o Fabricio Oberto. “Pasaron los años y, pese a las ausencias, la Selección mantiene un gran nivel. Siempre dicen que cuando pase esta generación, el bajón va a ser terrible, pero en cada torneo van saliendo jugadores nuevos y Argentina sigue estando arriba.” Marca registrada de un futuro promisorio, que supo tener sus inicios de la mano del propio Victoriano.

Reportaje: Matías Quercia.

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Lucas Victoriano, integrante de la generación dorada del básquetbol argentino, hoy en Lanús.
Imagen: Prensa Lanús
 
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