Peñarol se dio el gran gusto. Ante ocho mil personas que vibraron desde varias horas antes del comienzo, el conjunto marplatense venció 75-56 a Obras, cerró 4-2 la serie final y se convirtió en el primer tricampeón de la Liga Nacional. El estadounidense David Jackson, autor de 23 puntos, fue el goleador de la noche.

Si bien Obras tuvo un arranque fulminante y aprovechó un pésimo comienzo de Peñarol en los lanzamientos de tres puntos que llevó a la distancia a 16 puntos cuando promediaba el segundo cuarto (26-10), el conjunto marplatense tuvo personalidad para revertir el mal momento. Ya en la segunda mitad, el equipo de Sergio Hernández fue una aplanadora en defensa y quebró a Obras en el último cuarto para desatar un festejo alocado de su gente.

De esta forma, Peñarol consiguió lo que no pudieron el Ferro de Miguel Cortijo, ni el Atenas de Marcelo Milanesio y Héctor Campana, ni el Estudiantes de Olavarría de Sergio Hernández: se convirtió en el primer tricampeón de la historia de la Liga Nacional. Desde que llegó Leo Gutiérrez al club, Peñarol festejó los títulos de la temporada 2009/2010 y 2010/2011, ambas tras derrotar a Atenas en la definición, y ahora completó su colección. Además, con este título, los marplatenses llegaron a cuatro, casualmente un 31 de mayo, como cuando festejaron su primer título ante Independiente de Pico hace 18 años, y quedaron segundos en cantidad, detrás de los 9 de Atenas.

Desde que perdió la final de la temporada 2006/2007 a manos de Boca, Peñarol, de la mano de su presidente Domingo Robles, se propuso ser un protagonista principal de la competencia. Y lo fue consiguiendo, siempre con un agregado especial para la siguiente temporada. Primero fue el armado de un plantel competitivo, luego siguió la contratación de Sergio Hernández, en aquel momento entrenador de la Selección argentina, y más tarde completó el combo con el arribo de Gutiérrez, el jugador más ganador de la historia de la Liga, que con el de anoche ya suma nueve títulos en cinco equipos distintos.

También Hernández se consolidó gracias a este Peñarol como el entrenador más exitoso de la competencia, con seis títulos. Y la cosecha de los marplatenses en este período no se limita al ámbito local, ya que también celebraron dos Ligas de las Américas y dos Interligas durante esta etapa, además de dos Super Ocho, uno de ellos con la presencia estelar de Andrés Nocioni. Por eso, la Copa quedó en muy buenas manos y la fiesta en Mar del Plata resultó inolvidable.