DEPORTES › TENIS > LO QUE DEJó EL ABIERTO DE ESTADOS UNIDOS ENTRE SORPRESAS Y DECEPCIONES

Nole se aseguró el uno hasta 2016

Luego de obtener su segundo título en el US Open, tras el que había logrado en 2011, el tenista serbio reafirmó su dominio en una temporada en la que Federer volvió a dar qué hablar. Además, el título de Pennetta y la reaparición de Hingis.

El Abierto de Estados Unidos, el último torneo de Grand Slam de la temporada bajo su telón con uno de los duelos “clásicos” de la última década en la competencia masculina como fue el que protagonizaron el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, y el suizo Roger Federer, segundo favorito. El primero que tenían ambos en una final del Abierto desde el 2007, gracias al resurgir de Federer, que a sus 34 años intentó durante toda la temporada restablecer el “viejo orden” que impuso en el circuito con su tenis magistral durante más de una década.

No fue posible, como le sucedió en la pasada final de Wimbledon, Djokovic volvió a encontrar la manera de hacer que los tantos decisivos cayesen de su lado y después de tres horas y 20 minutos lo derrotó por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4, aunque el suizo tuvo también claras oportunidades de haber ganado y estuvo siempre en el partido.

La victoria de Djokovic deja empatada 21-21 la serie que ambos han jugado en el circuito profesional. El serbio, campeón por segundas vez en Estados Unidos tras haberlo logrado en 2011, suma ahora 10 títulos en los torneos grandes, sólo superado por Federer (17º) y el español Rafael Nadal (14º) como jugadores en actividad.

El serbio de 28 años no dejó ninguna duda que es el mejor jugador en pista dura que hay actualmente en el circuito y de no haber sido por el suizo Stan Wawrinka, que le ganó de manera sorpresiva en Roland Garros, ahora Djokovic estaría celebrando su primer ciclo completo en el Grand Slam en una misma temporada.

No lo consiguió, pero sí cumplió con todos los pronósticos de terminar el año como el mejor del mundo con una marca de 63-5 y siete títulos, incluidos tres de los cuatro grandes, además de dejar en 40-4 la marca en los partidos disputados sobre superficies duras.

Djokovic podría perfectamente competir por ser el protagonista de la mejor temporada que ha tenido un tenista en los torneos de Grand Slam desde que el legendario australiano Rod Laver ganó los cuatro en 1969. Ahora la incógnita de cara a la próxima temporada es saber si los rivales directos de Djokovic, como Federer, Nadal, y el británico Andy Murray pueden volver a quitarle parte del poder que el tenista serbio reconquistó en lo que va de la temporada 2015.

Si Djokovic hizo valer el poder del Nuevo Orden que él ha establecido en el Abierto, ha disputado cinco finales en los seis últimos años, con dos títulos, dentro de la competencia femenina se vivió la mayor sorpresa en la historia del tenis femenino y del torneo con la eliminación por parte de Serena Williams, la número uno del mundo, que perdió en semifinales ante la italiana Roberta Vinci, la número 43 del ranking WTA.

Nadie, ni la propia Vinci, sabe qué fue lo que sucedió en la pista central Arthur Ashe Stadium, pero la realidad es que la menor de las hermanas Williams, se quedó sin la opción de luchar por el vigesimosegundo título de Grand Slam, el séptimo del Abierto, que de ganarlo hubiese sido el cuarto consecutivo.

Pero la mayor frustración de Serena fue que se quedó sin haber sido la sexta tenista en la historia en lograr completar el ciclo de los cuatro torneos de Grand Slam ganados en la misma temporada después de que había triunfado en Australia, Francia e Inglaterra.

Su derrota ante Vinci, de 32 años, que jugó su primera final del Abierto y de un Grand Slam, hizo que la alemana Steffi Graf se mantenga como la última tenista que consiguió el ciclo completo, en 1988, y que también siga sola con 22 títulos de Grand Slam.

Mientras que Vinci y su compatriota Flavia Pennetta, número 26 del mundo, que en la otra semifinal venció también contra todo pronóstico a la joven rumana Simona Halep, segunda cabeza de serie, hizo que el tenis italiano femenino tuviese una jornada histórica en Flushing Meadows como protagonista único en la gran final.

Nunca antes lo habían conseguido ni tampoco en la final del Abierto dos tenistas con más de 30 años habían luchado por el título. La triunfadora fue Pennetta, de 33 años, que tampoco había jugado nunca una final de Grand Slam, y al ver cumplido su sueño, además de llevarse 3,3 millones de dólares de premio como campeona, anunció que su retiro.

Si hubo sorpresa con Pennetta como ganadora de la final femenina igualmente la hubo en la de dobles masculinos después que la pareja formada por Pierre-Hugues Herbert y Nicolas Mahut, duodécimos cabezas de serie, se proclamaron nuevos campeones al vencer en el partido por el título al británico Jamie Murray y al australiano John Peers, octavos favoritos.

El triunfo de Herbert, de 24 años, y Mahut, de 33, les permitió conseguir por primera vez en su carrera profesional un título en un torneo de Grand Slam después que esta temporada también alcanzaron la final del Abierto de Australia. Herbert y Mahut hicieron historia al ser también los primeros tenistas franceses que consiguen el título en Flushing Meadows.

Mientras que la veterana suiza Martina Hingis fue la gran protagonista en la competencia de dobles femeninos y mixtos al proclamarse campeona en ambas finales con la india Sania Mirza y el indio Leander Paes, de compañera y compañero, respectivamente, para irse del torneo con 360.000 dólares en premios.

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Djokovic muestra su segundo título del US Open, Federer el de su segunda final frustrada.
Imagen: AFP
 
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