DEPORTES › EL NUMERO DOS DEL MUNDO DESAFIARA EL LIDERAZGO DE DJOKOVIC

Murray llegó a la final

Milos Raonic fue un duro rival para el británico, quien consiguió la victoria tras cuatro horas de juego y cinco sets y disputará su novena final de un Grand Slam.

El británico Andy Murray derrotó ayer al canadiense Milos Raonic por 4-6, 7-5, 6-7 (4-7), 6-4 y 6-2 en las semifinales del Abierto de Tenis de Australia y el domingo desafiará al serbio Novak Djokovic en el partido por el título.

Será una reedición de la final del año pasado, cuando Djokovic batió a Murray para alzarse con su quinta corona en Australia. El británico perdió otras dos finales con el balcánico y otra más ante el suizo Roger Federer. Así, el número dos del mundo intentará convertirse en el primer tenista de la Era Abierta que gana un grande después de perder cuatro finales del mismo torneo.

La del domingo será la novena final de Grand Slam para Murray, que cuenta con el US Open 2012 y Wimbledon 2013 como sus mayores conquistas. El escocés, sin embargo, perdió los tres últimos duelos que jugó con Djokovic en los grandes. El balance total tampoco habla a su favor, pues apenas ganó nueve de los treinta duelos anteriores con el serbio.

Murray necesitó ayer cuatro horas y tres minutos para acabar con la aventura de Raonic, que a pesar de la derrota dio en Australia un paso hacia la meta que busca junto al español Carlos Moyá como entrenador: mirar a la misma altura a los mejores jugadores del circuito.

El canadiense, número 14 del mundo con 25 años, había ganado en la final de Brisbane a Federer y en octavos de Australia venció al suizo Stanislas Wawrinka. Ayer tuvo contra las cuerdas a Murray, pero su mente mostró grietas en los momentos de máxima tensión y se desinfló en la recta final para perder su segunda semifinal de Grand Slam, tras la de Wimbledon 2014.

Murray empezó el partido con un duro revés. Raonic rompió en blanco en el primer juego e inmediatamente después salvó tres pelotas de quiebre. Ante uno de los mejores sacadores del circuito –hoy lanzó servicios a más de 225 kilómetros por hora–, es prácticamente sinónimo de perder set. Y así lo fue: el canadiense se llevó el primer parcial en 36 minutos. Murray, no obstante, siguió en lo suyo, en pelear cada pelota, en correr de un lado a otro, en defender como podía y en mandar con su revés. Con un 6-5 a favor en el segundo set, se lanzó al ataque en los restos y logró su primer break para igualar el partido.

En el tercer set, los dos confiaron sus opciones al saque y no hubo diferencias hasta el tie break, un juego que cerró Raonic con su golpe marca de la casa, un ace.

El cuarto parcial arrancó con un Raonic contundente: cuatro primeros saques para llevarse el juego en blanco. Pero esa fiabilidad terminó con el 3-3 en el marcador, cuando cometió un error no forzado con su derecha desde el fondo para ceder su saque. Murray no dejó escapar la oportunidad y se apuntó el parcial para desesperación de Raonic, que estrelló su raqueta contra el suelo de forma violenta. A partir de ahí, el canadiense demostró que aún le falta cierta estabilidad para poder codearse con los mejores.

Raonic ganó apenas cinco de los primeros 23 puntos del set definitivo y en un abrir y cerrar de ojos se vio 4-0 abajo en el marcador. Con Murray crecido y el rival desmoralizado, era cuestión de tiempo que el británico celebrara su clasificación a la final.

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Imagen: AFP
 
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