ECONOMíA › EL GOBIERNO DENUNCIó INTENCIONALIDAD POLíTICA EN LA SUBA DEL DóLAR ILEGAL

“Buscan generar turbulencias”

Amado Boudou y el titular de la CNV, Alejandro Vanoli, atribuyeron la suba del dólar paralelo a maniobras especulativas y políticas, como ocurrió antes de otros procesos electorales. En la city casi no hubo operaciones por los controles oficiales.

 Por Cristian Carrillo

La semana previa a las elecciones se convirtió en un hervidero de elucubraciones en torno del supuesto futuro del dólar. Sin embargo, esta situación no se tradujo en mayores operaciones cambiarias. La divisa estadounidense finalizó ayer sin cambios a 5,87 pesos en agencias y bancos y tampoco hubo movimientos en los precios que pretendían las cuevas ilegales del microcentro, donde se mantuvo en 10,05. Las declaraciones del titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, comparando la ilegalidad del dólar blue con otras actividades penadas por la ley, como la venta de drogas, despertó airadas reacciones de parte de voceros del establishment. “Sorprende que los que tienen un discurso muy institucional se enojan con estas definiciones”, señaló ayer Vanoli en declaraciones radiales. Por su parte, el vicepresidente en ejercicio del Poder Ejecutivo, Amado Boudou, señaló que “siempre se busca generar turbulencias en períodos preelectorales”, pero advirtió que el Gobierno cuenta con la “capacidad de gestión” necesaria para contrarrestarlas.

El presidente de la CNV había señalado anteayer que “quieren instalar un tipo de cambio que es ilegal”. “Es como si se publicara el precio de la cocaína en un medio de prensa, pero además es poco significativo”, agregó el funcionario. La comparación recibió varias críticas del arco político opositor (ver aparte). Vanoli aclaró que “la intermediación no autorizada de las divisas, acá y en cualquier lugar del mundo, es un delito, y la comercialización de drogas también. Hay una naturalización de ese tema que es un delito”, aseguró. El funcionario sostuvo que las inspecciones que llevan adelante en la city porteña no tienen como destino los arbolitos, “sino combatir el crimen financiero”. Ayer, en las principales arterias del microcentro, donde suelen encontrarse los arbolitos ofreciendo divisas, se realizaron distintos operativos que casi eliminaron la oferta. “Es una cuestión ilegal, muy pequeña en términos de volumen, por lo tanto es muy fácil de manipular por los intereses concentrados”, aseguró Boudou. De todos modos, este precio es informado como un termómetro de la salud de la economía. “Es verdad que genera expectativas. Por eso lo contrasto con los indicadores económicos del país real, que lejos están de crear una crisis: superávit comercial y bajo nivel de endeudamiento”, afirmó Vanoli. El funcionario resaltó el interés que despiertan entre los inversores las acciones y bonos locales, que en ciertos casos llegaron a triplicar el desembolso inicial en lo que va del año.

Al igual que Boudou, el presidente del ente regulador sostuvo que las oscilaciones en el mercado paralelo responden a presiones contra el Gobierno de cara a las elecciones del domingo. “Se quieren llevar puesto al país”, afirmó Boudou. El vicepresidente aseguró que “muchas veces se intenta en períodos preelectorales llevar adelante algunas cuestiones para jorobar al Gobierno”. “Van a pasar las elecciones y vamos a seguir trabajando y cuidando el empleo de los argentinos”, aseguró. El volumen de negocios que se mueve por el canal ilegal es reducido –se estima en menos de 10 millones diarios, contra 300 millones del mercado formal–, pero genera expectativas. Las transacciones son protagonizadas por ahorristas que buscan dolarizar su cartera, arrastrados por los rumores que fogonean sectores financieros.

Los inversores más sofisticados, quienes movilizan flujos de divisas más importantes, se dolarizan a través de la Bolsa. Estos no compran el dólar a diez pesos, sino que a través del contado con liquidación lo consiguen en 7,50. Esta operación consiste en comprar un bono o acción en el país y liquidarlo en el exterior y depositar los fondos en una cuenta en el extranjero. Esta es una operación legal para hacerse de dólares, pero requiere de cierta espalda financiera. De hecho, los precios que se informan desde las cuevas son arbitrarios y dependen de si se trata de un cliente habitual y del monto. “Los propios medios, que en un escenario de elecciones buscan fogonear, reconocen que es un mercado chico”, resaltó Vanoli. El funcionario admitió que en el Gobierno “siempre se están evaluando alternativas que permitan mejorar el sistema financiero, fortalecer la posición externa de la Argentina y permitir que haya algunas operaciones lícitas en el mercado de cambios”, aunque no precisó si habría un relajamiento en los controles. En la entrevista radial sostuvo que “hay restricciones que deberían revisarse”, pero no avanzó más allá. Las reservas del Banco Central, en tanto, bajaron a 34.022 millones de dólares.

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Los que compran en cuevas son pequeños ahorristas que pagan mucho más que los grandes inversores.
Imagen: DyN
 
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