Durante el tercer trimestre del año, en el que la Argentina vivió sometida a un brutal ataque especulativo contra su moneda, la cuenta corriente del balance de pagos reflejó un déficit de 736 millones de dólares, resultado de un superávit en la balanza comercial de bienes y servicios de 1989 millones y un déficit en la cuenta Rentas por 2762 millones de dólares. La cuenta financiera presentó en el mismo trimestre un ingreso neto de 1235 millones de dólares, correspondiendo al sector privado no financiero 628 millones, al sector financiero (sin el BCRA) 595 millones, al sector público no financiero y al Banco Central (BCRA), 11 millones, según el informe que difundió ayer el Indec. Ahí se detalla, además, que la deuda externa bruta total al 30 de septiembre alcanzaba a 145.366 millones de dólares, de los cuales la correspondiente al sector público (no financiero, pero incluyendo el Banco Central) sumaba 74.886 millones y al sector privado no financiero, 67.385 millones. El resto, 3095 millones de dólares, es la deuda global del sector financiero (sin el BCRA).

La deuda bruta se redujo en 1747 millones de dólares respecto del trimestre anterior. La deuda pública observó un descenso de 2186 millones (3 por ciento) debido a la cancelación de bonos y títulos públicos en el período, y el pago de amortizaciones con el Club de París por 641 millones. La deuda del sector privado, en cambio, se incrementó en ese período en 317 millones de dólares, principalmente por aumento de pasivos con proveedores del exterior. La deuda del sector financiero (sin BCRA) creció en el trimestre en 121 millones de dólares.

El Balance de Pagos resume las transacciones económicas entre residentes del país y no residentes, desagregadas en reservas internacionales, cuenta corriente, cuenta capital y cuenta financiera. La cuenta corriente refleja el concepto de ahorro externo, o sea el endeudamiento neto de una economía con respecto al resto del mundo. En lo que respecta a la cuenta financiera, los datos están desagregados por sector residente (financiero, público no financiero y privado no financiero) y por concepto (inversiones directas, inversiones de cartera y otros activos y pasivos externos).

El déficit en cuenta corriente se redujo en un 55 por ciento respecto del rojo de igual trimestre del año pasado. La balanza de servicios cerró con un egreso neto de 852 millones de dólares, 371 millones menos que un año atrás. En el período, la renta de la inversión registró egresos netos estimado en 2746 millones de dólares, de los cuales 697 millones correspondieron a pago neto de intereses y 2049 millones a salidas netas por utilidades y dividendos.

El flujo neto con organismos internacionales del sector público (sin el Banco Central) arrojó, en el trimestre, ingresos netos de capital por 135 millones de dólares, producto de desembolsos de dichos organismos por 541 millones y amortizaciones de deudas con los mismos por 406 millones. Considerando el total de intereses devengados en el período, de 106 millones de dólares, el flujo final neto fue positivo en 29 millones de dólares.

Los movimientos de la Cuenta Financiera correspondientes al sector privado registran ingresos netos por 628 millones de dólares, cifra inferior en 152 millones a la del mismo trimestre del año anterior. Los ingresos correspondieron fundamentalmente al flujo de reinversión de utilidades, que representó 1478 millones de dólares en el tercer trimestre. Los principales egresos se anotaron en los rubros Formación de activos externos y Amortización de deudas con bancos del exterior.