ECONOMíA › MENOS EMPLEOS, MENOS HORAS TRABAJADAS Y MENOS SALARIO REAL

La industria cae y despide

El Indec informó que el empleo industrial retrocedió 1,7 por ciento en el segundo trimestre respecto a igual período del año pasado. El salario de los trabajadores registrados del sector está perdiendo casi 15 puntos reales. Inicio de un ciclo de desindustrialización.

 Por Javier Lewkowicz

El empleo industrial cayó 1,7 por ciento en el segundo trimestre frente al mismo período del año pasado, de modo que profundizó la baja que se verificó durante los primeros tres meses del año, informó ayer el Indec. En el acumulado del año, la plantilla de obreros del sector manufacturero registra una merma del 1,4 por ciento. El deterioro de las condiciones laborales se completa con la caída del salario real. Según el organismo oficial, el aumento salarial de los trabajadores registrados fue del 30,9 por ciento en junio en la comparación anual. Para el mismo período, el “IPC-Congreso” acumula un alza del 45,3 por ciento. La diferencia equivale al deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores.

El aumento del desempleo industrial se verifica en un contexto de caída del 3,3 por ciento de la actividad manufacturera en el primer semestre, lo que completa un cuadro inequívoco de desindustrialización durante el comienzo de la gestión de Cambiemos. Un par de factores lo explican. En primer lugar está la retracción del consumo popular a raíz del retraso del salario real y los despidos en el sector público y privado. Además, la apertura de importaciones afectó a industriales locales y las altas tasas de interés desincentivaron la inversión productiva. En tercer lugar, el aumento tarifario generó una suba de los costos que por lo general no pudo ser trasladada a precios en la misma medida, con la consiguiente caída del margen de rentabilidad. El cuarto factor está asociado a la crisis de Brasil, que complica la salida exportadora y presiona en el mercado local con precios de importación de remate. El resultado es un deterioro de las condiciones de trabajo dado por la caída del poder adquisitivo de los obreros de todos los sectores industriales, la reducción de las horas trabajadas y de los obreros ocupados.

En promedio, el empleo industrial en los segundos tres meses bajó 1,7 por ciento frente al mismo período del año pasado. El peor resultado fue para el sector de maquinaria y equipo, con una merma de personal del 7,1 por ciento, seguido por producción de madera (-5,4), fabricación de autos, remolques y semirremolques (-4,9), equipos, aparatos de radio y televisión y comunicaciones (-4,6), edición e impresión (-3,8), metales comunes (-3,3) e insumos de la construcción (-3,0). También cayó el nivel de empleo en el sector de fabricación de papel, prendas de vestir y otros textiles, cuero y marroquinería, metalmecánica y maquinaria y equipo, muebles y colchones y alimentos y bebidas. De los 22 sectores de la manufactura sólo sustancias químicas y caucho y plástico registraron mejoras de empleo, del 2,2 y 1,6, respectivamente.

La política de reducción de la plantilla de personal y de la cantidad de horas trabajadas se desplegó a través de varias medidas, como la suspensión de personal, adelanto de vacaciones, recorte de horas extra, retiro voluntario, jubilación anticipada y despidos.

En cuanto a las horas trabajadas, la reducción promedio de la industria fue del 1,6 por ciento. Los casos más negativos se verificaron en el sector de madera, con una caída del 10,2 por ciento; en automotor (-6,4) y en textiles (-5,5 por ciento). En cambio, hubo una suba del 6 por ciento en el rubro de fabricación de equipos y comunicaciones.

En la comparación frente al primer trimestre la cantidad de obreros ocupados bajó 0,7 por ciento en promedio. Todos los sectores registran mermas salvo tabaco, textiles, producción de madera, sustancias químicas y equipo de transporte. La situación es distinta en relación a la cantidad de horas trabajadas, que crece en todos los rubros entre el segundo y el primer trimestre. En muchos casos ese movimiento es consecuencia del efecto estacional, ya que las empresas suelen aprovechar el verano para realizar paradas técnicas.

En cuanto a la evolución salarial, los trabajadores de todos los sectores industriales perdieron poder adquisitivo en la comparación entre junio de este año y el mismo mes del 2015. El promedio refleja un aumento del 30,9 por ciento frente a una inflación en el período del 45 por ciento. Los obreros con mayor retraso salarial son los del sector de prendas de vestir (con un incremento de sueldos del 23,6 por ciento), seguidos por fabricación de metales comunes (23,8), fabricación de autos (24,0), productos de madera (24,8) y marroquinería y calzado (25,6). El sector que más cerca quedó de la inflación fue instrumentos médicos (42,3).

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En el acumulado del año, la plantilla de obreros del sector manufacturero registra una merma del 1,4 por ciento.
 
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