ECONOMíA › ADVERTENCIA DE JULIO DE VIDO
A LA CONCESIONARIA AGUAS ARGENTINAS

Si no hay agua, “tomaremos medidas”

En línea con el discurso del día anterior de Kirchner, el titular de Planificación volvió a meter presión sobre la empresa.

Después de la encendida crítica de Néstor Kirchner del último jueves, ayer fue Julio De Vido quien cargó duro contra Aguas Argentinas. El ministro de Planificación advirtió que si la empresa no concreta las inversiones que garanticen la provisión del servicio, el Gobierno tomará “las medidas correspondientes”. En lo que se constituyó en una nueva amenaza verbal de que los franceses de Suez podrían quedarse sin la concesión de Aguas, De Vido dijo que “todavía” el Gobierno “no está evaluando” hacerse cargo del servicio. La compañía evitó una respuesta a los dichos de Kirchner.
En una conferencia de prensa brindada ayer por la mañana en Casa de Gobierno, De Vido volvió a recalcar que las claves del conflicto con la empresa son las inversiones. “No hay tiempo ni plazo, sólo estamos trabajando en la cuestión de las inversiones”, sostuvo.
El Gobierno y la empresa llevan varias semanas negociando un nuevo contrato. Pero la virulencia de las críticas del Presidente y de De Vido dejan en claro que ese acuerdo sigue lejos de sellarse. Todo lo contrario, la especulación más sensata refiere al momento en que desde la Rosada salga la noticia de que los franceses se quedarán afuera del servicio.
Sin embargo, ésa no deja de ser una sensación. Los funcionarios elevaron el tono de la crítica en las últimas jornadas pero, en forma simultánea, aceptan que negocian para llegar a un acuerdo. De Vido lo dijo con todas las letras: “La continuidad del negocio es posible si hay inversiones”, apuntó.
La dualidad también existe en referencia al papel que podría jugar el Estado en el caso de que se rompan las conversaciones. Hace nada más que una semana, Felipe Solá reveló que Aguas podría quedar en poder de una compañía mixta, con la Nación y la provincia de Buenos Aires como socios. Ayer, De Vido aseguró que esa cuestión, u otra que involucre al Estado como nuevo operador del servicio, ni siquiera está en etapa de evaluación. Pero a renglón seguido dejó abierta la puerta a que ello finalmente ocurra. Fue cuando recordó que el Estado está siendo exitoso en las diversas gestiones que encaró durante esta administración: el Correo Argentino, cuyo balance pasó de rojo a azul desde que el Grupo Macri dejó la concesión; lo mismo que Thales Spectrum, la empresa que tiene el control del espacio radioeléctrico. “Tuvimos excelentes resultados”, resaltó el ministro de Planificación.
Frente a las fuertes críticas, la compañía prefirió mantener el bajo perfil y no salir a responder. Por intermedio de sus voceros se dejó trascender que las negociaciones continúan.
Después del “Minga que le vamos a aumentar. Primero que den agua al pueblo” pronunciado por Kirchner durante el acto en La Matanza, De Vido quiso también dejar en claro que si bien el final sigue abierto, las relaciones están cada vez más cerca de la cornisa: “El Presidente nos marca claramente el camino a seguir: o se cumplen las metas y objetivos del contrato original o el Estado va a saber las acciones que debe llevar adelante”, enfatizó.
La última versión sobre el estado de las negociaciones abre la chance a una solución intermedia: que el Estado efectivamente se haga socio de la francesa Suez. A cambio de un aporte de fondos frescos para realizar las inversiones necesarias para asegurar el servicio, el Estado recibiría una participación accionaria en Aguas Argentinas.

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Julio De Vido, ministro de Planificación, llega a la conferencia de prensa junto a Guillermo Moreno.
 
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