“Hubo un tironcito de orejas para Biolcati en la reunión del G-6”, admitió el titular de la UIA, José Ignacio De Mendiguren. En referencia al presidente de la Sociedad Rural, el empresario textil señaló que “sin darse cuenta, radicaliza en cada discurso la antinomia campo-industria, cree que tenemos que actuar en política y cambiar a los gobiernos”. Con una postura abiertamente conciliadora y, por lo tanto, opuesta a la de Biolcati, Mendiguren afirmó que “se acabó el tiempo de la confrontación de los empresarios con el Gobierno”. “Biolcati tiene que reconocer que hay que dialogar. Y en la reunión, el G-6 apoyó claramente a la UIA en su posición. Está el modelo de La Rural, que es el que planteó Biolcati en su discurso, y, por otra parte, mi discurso en la asunción. Y son totalmente diferentes, están en los antípodas. El G-6 podía optar por uno o por otro y optó por el mío. La UIA sólo confronta con la desindustrialización, con la pobreza y con la falta de integración territorial”, sostuvo. El empresario consideró que el amplio resultado favorable para el Gobierno en las elecciones primarias obligó a un replanteo de las posiciones de las corporaciones: “Algunos sectores, sobre todo los más conservadores, debieron reacomodarse y entender que el camino siempre es influir y no confrontar porque sí”.