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Invitados por el gobierno de Brasil, asistimos al Encuentro Social del Mercosur, en el marco de la Cumbre de Presidentes de la región. El debate se centró en el rol de la ciudadanía y su necesaria participación. Las intervenciones tuvieron un común denominador: la integración de nuestros pueblos y la importancia del protagonismo de la sociedad civil.

Cada vez que se celebran estos encuentros junto a las cumbres de mandatarios, el debate no se detiene en el Mercosur, sino que se extiende a nivel latinoamericano, con propuestas de complementación e integración de los modelos en desarrollo. En ese sentido, los dirigentes sociales tenemos una mirada crítica respecto de lo mucho que falta por integrar. Hasta ahora, la sociedad civil estaba distante de lo que implicaba el Mercosur y su importancia para América latina. En esta oportunidad, la sociedad civil tuvo un rol fundamental en la discusión de las problemáticas del Mercado Común del Sur, al tiempo que pronunció un reclamo unánime para que los distintos actores sociales se involucren y participen de las decisiones que de allí surjan.

En ese rico debate, las micro y pequeñas empresas propusimos terminar con el Mercosur vertical, como si fuera sólo un acuerdo aduanero, entendiendo que el Mercosur puede ser el embrión de la construcción de una América latina que coloque sus riquezas, culturas y saberes al servicio de sus pueblos promoviendo el tan soñado Estado de bienestar. Para aportar en ese sentido, elaboramos una serie de propuestas vinculadas a Mercociudades y al rol de los organismos estatales para facilitar estas relaciones. Asimismo, nos comprometimos a continuar las reuniones de la Asociación Latinoamericana de la Pequeña y Mediana Empresa (Alampyme) fortaleciendo los lineamientos elaborados dentro del Mercosur, dado que los encuentros plantean integrar cadenas de valor y transferencias tecnológicas, entre sus principales ejes.

A modo de ejemplo y de cómo se puede sumar hacia esa otra integración, fue importante la exposición que realizó el presidente de la Fundación Banco do Brasil, Jorge Alfredo Streit, quien presentó un proyecto de divulgación de tecnología social que se está aplicando en Brasil y que propone difundir los saberes populares acerca de métodos técnicos e innovadores que de alguna forma puedan mejorar los procesos productivos, generando así una herramienta de inclusión disponible para toda la comunidad. La aplicación de estas tecnologías está contribuyendo a mejorar los índices de pobreza y la Fundación Banco do Brasil –que premia estas iniciativas– propuso la creación del premio “Tecnología Social del Mercosur”, que tiene el objetivo de sistematizar y difundir estos conocimientos.

La crisis europea estuvo muy presente en todos los análisis junto a las críticas al neoliberalismo, a la concentración económica y al capital financiero. En ese marco, se reconocieron las políticas anticíclicas de los gobiernos que se vienen aplicando en América latina para sostener y generar trabajo genuino, siendo el desafío promover mayores oportunidades en la región para proyectar a las mipymes hacia una efectiva integración, con desarrollo productivo.

Desde nuestro espacio y como portavoces de las micro, pequeñas y medianas empresas de la región, esperamos seguir siendo activos protagonistas de este plan estratégico, en donde la integración económica se conjuga con mayor equidad e inclusión social. Con seguridad, en ese camino, la próxima cumbre nos encontrará más fortalecidos, en un Mercosur de los Pueblos.

* Presidente de Alampyme.