EL MUNDO › PARA NO DESGASTAR SU FIGURA EN LA LARGUíSIMA INTERNA CON HILLARY CLINTON, PIENSA EN MCCAIN

Obama ya se concentra en la pelea final

El precandidato demócrata, mejor posicionado, respondió a las acusaciones políticas de los republicanos. Afirmó que McCain es la reencarnación de Bush. Aun rezagada, la ex primera dama es favorita para las primarias de mañana.

La campaña presidencial de Estados Unidos entró en una nueva fase. Cuando las encuestas ubican a Barack Obama como el probable oponente de John McCain, los republicanos le salieron con los tapones de punta al precandidato demócrata. “No ha logrado nada en su vida, en términos de legislación o de dirección de una empresa o para dirigir un negocio, una ciudad o un Estado”, dijo el ex gobernador de Massachusetts Mit Romney, ahora portavoz de Mccain. En cambio, Obama criticó a su rival republicano por ser la encarnación del deslegitimado presidente George W. Bush. Mientras, Hillary Clinton se resiste a abandonar la interna demócrata en momentos en que los sondeos la dan como favorita en las primarias de mañana.

Tanto las huestes de Obama como las de McCain están definiendo sus frentes de batalla. Según confirmó ayer Joseph Lieberman, un ex congresista demócrata, ahora independiente y apoyo clave del senador por Arizona McCain, los republicanos ya asumen que el senador negro será el rival a derrotar. Por eso, Romney salió a tantear los puntos débiles de Obama. “(Hamas) ha dicho que apoya a Barack Obama”, denunció. “Es algo embarazoso y la razón es bien clara. Barack Obama ha dicho que si es elegido presidente, se sentará con (el presidente iraní, Mahmud) Ahmadinejad”, sostuvo la punta de lanza de McCain.

Pero eso no fue todo. El otro flanco de Obama que atacó Romney fue el mismo que Clinton intentó una y otra vez desacreditar sin éxito: la experiencia del senador negro. El ex contendiente de McCain y ahora férreo seguidor dio a entender esta semana que el joven senador por Illinois no está capacitado para ser mandatario. “Realmente tiene muy poca experiencia y la presidencia de Estados Unidos no es un lugar para aprender”, dijo en tono sarcástico.

Las acusaciones no son nuevas. El propio McCain –que ayer se tomó el día libre– se desquitó con Obama en ocasiones anteriores presentando a su rival, con solo 46 años, como un político ingenuo y sin experiencia en política exterior, mientras el partido de Bush hace aparecer a su candidato como un veterano experimentado.

Ante la ráfaga de críticas, Obama se dedicó a explotar el descontento generalizado con el presidente Bush, plasmado en sus bajos índices de aprobación y agravado por las dificultades económicas por las que pasa el país. “El senador John McCain esencialmente ofrece cuatro años más de las mismas políticas que nos han metido en la situación en la que estamos ahora”, dijo ayer el legislador por Illinois. “Yo hago campaña para cambiar esta política, y ésa será la diferencia fundamental en esta elección en la que seré el candidato demócrata”, aseguró.

Como consecuencia del enfrentamiento entre McCain y Obama, Hillary Clinton se ha convertido en la convidada de piedra. Es que el senador demócrata decidió en adelante no atacar frontalmente a la precandidata, en un intento por fortalecer su figura ante el duelo que anticipa con McCain.

Pese a tener una deuda de unos 20 millones de dólares, Clinton no se rinde. Por eso, ayer envió a algunos de sus asesores clave a los programas de entrevistas a poner la cara por ella. Howard Wolfson, uno de sus principales consejeros, rechazó la idea de que las extendidas primarias debiliten al partido demócrata. “Si Barack Obama quiere que Hillary Clinton abandone la campaña, la debería ganar, ganar en Virginia Occidental, Puerto Rico y Kentucky”, dijo Wolfson al canal Fox.

De los seis estados que quedan por votar, Clinton tiene ventaja en tres. Mientras los medios opinan que Hillary no tiene posibilidades de ganarle a Obama, la senadora espera mañana una cómoda victoria en West Virginia, pequeño estado rural y blanco, donde un reciente sondeo le otorga 66 por ciento de las intenciones de voto, frente a 23 por ciento para Obama. La senadora también puede esperar buenos resultados en Kentucky una semana más tarde (20 de mayo), donde se desarrollarán primarias el mismo día que en Oregon. Obama advirtió que allí podría anunciar su victoria en la interna, en momentos en que las encuestas indican que acaba de superar a Clinton en número de “superdelegados”.

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“Yo hago campaña para cambiar la política de la administración Bush”, dijo ayer Obama.
 
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