El gobierno ecuatoriano llegó a un acuerdo con la petrolera Repsol-YPF, después de una visita del canciller español, Miguel Angel Moratinos. El funcionario europeo se reunió con el presidente Rafael Correa temprano a la mañana. No dieron una conferencia de prensa. Sin embargo, unas horas después la comitiva española que acompañaba a Moratinos confirmó que se había llegado a un acuerdo entre Quito y la petrolera, que está acusada de deberle al Estado ecuatoriano, junto con la francesa Perenco, unos 800 millones de dólares en concepto de impuestos atrasados. El conflicto viene desde abril de 2007, a los pocos meses de asumir Correa y anunciar que revisaría los contratos con todas las petroleras. El resultado de esa revisión fue un aumento del impuesto a las ganancias extraordinarias, una figura que antes no existía. Según denunció el sábado pasado el presidente Correa, tanto la petrolera española como la francesa nunca cumplieron con este impuesto. Al cierre de esta edición aún no se conocían los detalles del acuerdo, ni si la petrolera había aceptado pagar la deuda que le imputa el gobierno ecuatoriano.