EL MUNDO › VEINTINUEVE MUERTOS DE LA OTAN, WASHINGTON ADMITE NEGOCIACIONES

Khadafi derribó un helicóptero

La nave cayó entre Trípoli y Misrata y es el tercer helicóptero abatido desde que la OTAN comenzó con su misión. En Estados Unidos, la Casa Blanca aseguró ayer haber recibido una misiva de Khadafi pidiendo negociar.

Las fuerzas armadas libias derribaron ayer un helicóptero de la OTAN en la zona de la ciudad costera de Zintan, dejando un saldo de 29 muertos. La nave cayó entre Trípoli y Misrata y es el tercer helicóptero abatido desde que la OTAN comenzó con su misión. En Estados Unidos, la Casa Blanca aseguró ayer haber recibido una misiva de Khadafi pidiendo negociar.

Francia y el Reino Unido autorizaron hace unos días el uso de helicópteros de guerra porque tienen mayor capacidad que los aviones y con ellos se puede atacar con más precisión determinados objetivos, disminuyendo el riesgo de afectar a civiles. Las fuerzas del gobierno libio bombardearon a los rebeldes en Misrata, donde causaron al menos 20 muertos y 40 heridos. En esa zona se combate desde hace meses con cambios constantes en los frentes, actualmente la ciudad vuelve a estar en manos de los rebeldes, pero rodeada por las tropas contrainsurgentes leales a Khadafi.

Por su parte, los rebeldes aseguraron que las fuerzas gubernamentales bombardearon anoche sus posiciones en la región de las montañas occidentales y acusaron a la OTAN de no hacer lo suficiente para detenerlos. “Las fuerzas de Khadafi están bombardeando Zintan con misiles Grad”, señaló un portavoz rebelde de nombre Abdulrahman, en referencia a una localidad situada a unos 160 kilómetros al suroeste de Trípoli. “No hubo ningún bombardeo de la OTAN en una semana”, se lamentó. Otro portavoz rebelde, Juma Ibrahim, indicó que las localidades de Yafran y Nalut también fueron atacadas y que las fuerzas de Khadafi se están concentrando cerca de la frontera con Túnez para intentar recuperar el paso de Wazin, en manos de los rebeldes.

El Congreso estadounidense recibió una carta, atribuida al líder libio Muammar Khadafi, que pide un cese del fuego y que Estados Unidos encabece la negociación de la paz en Libia. La carta, datada el 9 de junio, está dirigida a la Casa Blanca y los legisladores. Fuentes de las cámaras de representantes y del Senado afirmaron haber recibido el documento, pero no confirmaron su autenticidad. El portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo conocer la existencia de dicha misiva, pero no pudo confirmar si su equipo tuvo acceso a ella. La nota incluye un compromiso de hacer reformas democráticas y expresa la buena voluntad del dirigente libio hacia una eventual misión de verificación in situ si el Congreso estuviera dispuesto a ella. Propone un cese al fuego, la financiación de ayuda y asistencia humanitaria y la búsqueda de un acuerdo entre las partes libias en conflicto. El envío afirma además que desde hace tiempo Libia ha buscado una relación especial con Estados Unidos, en lo que analistas consideran un intento de separar a ese país de sus aliados europeos.

En la carta que se le atribuye, Khadafi acusa a Francia de haber impulsado las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que permitieron la acción aliada, para promover sus propios intereses comerciales y desbaratar los intereses comerciales estadounidenses en el mercado libio. La comunicación declara que las hostilidades en Libia son un asunto interno y que la intervención de la OTAN es ilegal e inconducente en lo que es, en esencia, una guerra civil libia. También afirma que debería quedar clara la unidad libia en la oposición a los elementos extremistas, a cuyo fin, insiste, se cooperó por completo con las autoridades estadounidenses e internacionales.

Según la misiva, Libia fue el primer país en emitir una orden de arresto contra Osama bin Laden y en solidarizarse con los Estados Unidos en relación con el ataque terrorista a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. Al respecto, alerta también sobre la posibilidad de otro atentado terrorista y dice disponer de informaciones de inteligencia sobre traslado de armas e integrantes de Al Qaida a Argelia, Malí, el Sahara e incluso Gaza, lo que califica de seria amenaza a la región, el mundo y en particular la seguridad de los Estados Unidos.

Además, reitera que el gobierno libio indicó a la comunidad internacional su disposición a un cese al fuego y al despliegue de observadores internacionales para supervisarlo. La carta llega en medio de un debate en Washington sobre la conducción y el propósito de la intervención en el país, en un momento en el que Noruega amenaza con retirar sus tropas del país, pese al pedido de Estados Unidos de que no lo haga.

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Funeral en Benghazi tras el ataque del ejército libio y el derribo del helicóptero.
 
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