EL MUNDO › SU FAMILIA PARTIó AL EXILIO EN ARGELIA, PERO éL SIGUE ESCONDIDO Y HAY BOLSONES DE INSURGENCIA

Khadafi resiste al gobierno rebelde

El presidente Abdelaziz Aouteflika dijo que Argelia respetaría la ley internacional y si aparece Khadafi, lo entregará a La Haya.

 Por Kim Sengupta *

Las fuerzas de Muammar Khadafi que continúen ofreciendo resistencia se enfrentarán a ataques militares a gran escala a no ser que se rindan antes del sábado, declaró ayer el nuevo gobierno rebelde de Libia. El duro mensaje apunta principalmente a Sirte, el lugar de nacimiento del dictador y el mayor baluarte leal que queda en el país. También afecta a otros bolsones de partidarios bajo asedio, incluyendo las ciudades de Sabha y Bani Walid. Hay un persistente rumor de que el coronel Khadafi huyó a una de las pocas ciudades todavía en control de sus partidarios. Se dice que Argelia, que dio asilo a miembros de su familia y era considerado un posible refugio, decidió que entregará al dictador libio a la Corte Penal Internacional (CPI) –que emitió una orden para su arresto– si entrara al país.

Los rebeldes libios criticaron ferozmente a Argelia por dejar entrar a los miembros de la familia Khadafi. Pero, según informes desde Argel, el presidente Abdelaziz Aouteflika le dijo al gabinete que Argelia respetaría la ley internacional. La mujer y los hijos del coronel Khadafi que cruzaron la frontera el lunes no son buscados por crímenes de guerra. La mujer del dictador, Safia; su hija, Aisha, y sus hijos Hannibal y Mohammed, junto con sus esposos e hijos, habían cruzado la frontera justo antes de las 9 de la mañana del lunes. El convoy –que consistía en varias limusinas Mercedes y un ómnibus– tuvo que detenerse para que una mujer diera a luz, según Mourad Benmehidi, el representante permanente de Argelia en las Naciones Unidas. El Ministerio de Salud en Argel afirmó que la madre era Aisha y el bebé, nacido sin asistencia médica, era una niña. Benmehidi señaló que se les había permitido entrar a los miembros de la familia por motivos humanitarios y la administración rebelde, el Consejo Nacional de Transición (CNT), había sido informada inmediatamente. Hay, dijo, una “ley sagrada de hospitalidad” en el desierto.

Hasta ahora, Argelia se niega a reconocer al CNT como el nuevo gobierno, a diferencia de los otros dos estados vecinos, Túnez y Egipto. Los principales miembros del CNT también culpan a Argel por tomar parte en la negativa de la Unión Africana de aceptarlo como el legítimo gobierno de Libia.

En Libia, con luchas todavía en varias áreas, Mustafá Abdul Jalil, el jefe del CNT, declaró en Benghazi que salvo que hubiera una “indicación pacífica, decidiremos este asunto militarmente. No queremos hacerlo, pero no podemos esperar más tiempo”. El vocero militar rebelde, el coronel Ahmed Bani, añadió que “la hora cero se está aproximando rápidamente”.

El ultimátum, si es ignorado por los leales a Khadafi, amenaza con terminar sumando muertos a lo que los rebeldes estimaban ayer eran 50.000 desde que comenzó el levantamiento, hace seis meses. “En Misrata y el Zlitan murieron entre 15.000 y 17.000 y Jebel Nafusa, en la montañas orientales, fue donde más murieron.” El coronel Hisham Buhabiar, comandante de las tropas anti-Khadafi, dijo: “Liberamos a unos 28.000 prisioneros. Suponemos que aquellos que están desaparecidos, están muertos. También murió mucha gente en Ajdabiya y Brega”, dijo refiriéndose a ciudades donde se combatió repetidamente, en Libia del este.

Pero la responsabilidad es todavía un acuerdo negociado. El coronel Bani dijo: “No estamos negociando con el régimen de Khadafi. Estamos hablando con los mayores de varias tribus y filiales”.

The Independent reveló anteriormente esta semana que los revolucionarios afirman haber hecho progresos en las conversaciones con el mayor clan en Sirte, el Farjan, y sus aliados, los Hamalá. Miembros de Rasoun y de Olad-Wafi, dos de las otras “familias” que han sido leales al coronel Khadafi y han reunidos fuerzas para él durante el conflicto, también se dice que están por aceptar que la guerra está perdida a pesar de sus esfuerzos y que no es un deshonor un cese del fuego.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Un rebelde exhibe su arma larga en un puesto de control en Trípoli.
Imagen: AFP
 
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