Un juez de los once de la máxima Corte de Brasil votó ayer por condenar a seis años de prisión, por recibir un soborno de una agencia de publicidad, al parlamentario Joao Paulo Cunha, ex presidente de la Cámara de Diputados, del Partido de los Trabajadores. De esta manera ya son ocho los jueces que declaran culpable a Cunha. Los seis años pedidos por el juez son el primer pedido de condena conocida en el caso del mensalao, la red de supuesta corrupción que causó la peor crisis en el gobierno de Luiz Lula da Silva, en 2005, que está siendo juzgada por el Supremo Tribunal Federal.

El juez Cézar Peluzo fue el quinto de los once en votar contra Cunha, que en la época del delito que se le imputa, en 2003, era presidente de la Cámara de Diputados. El juez sostuvo que Cunha cometió corrupción pasiva y peculado por haber aceptado unos 25 mil dólares de sobornos por parte de DNA Propaganda, empresa que ganó un contrato de publicidad de la Cámara baja.

El magistrado enfatizó que en la época del delito Cunha era el presidente de la Cámara de Diputados. Actualmente, Cunha es el candidato favorito a ser alcalde de Osasco, municipio del Gran Sao Paulo, en las elecciones municipales del 7 de octubre. El dueño de la empresa, Marcos Valerio, es el eje del mensalao, una supuesta red de sobornos que el PT montó a cambio de apoyo de parlamentarios aliados en el Congreso a favor del gobierno de Lula. Valerio fue condenado a 16 años de prisión por Peluzo y ya tiene siete votos en su contra, con lo cual fue condenado. Debe esperar hasta el fin del proceso junto con dos de sus socios para conocer las penas.

El juicio que seguirá hasta fin de año pondrá a prueba a personas allegadas a Lula, en especial su ex jefe de ministros José Dirceu, acusado por la fiscalía de comandar la organización criminal. El caso de Cunha, sin embargo, no tiene vinculación con la acusación de compra de votos. El tesorero del PT en la época, Delubio Soares, asumió la responsabilidad de haber montado un sistema de préstamos, pero negó sobornos.

Otro de los condenados por Peluzo, a ocho años de prisión, fue Henrique Pizzolatto, director de marketing del Banco do Brasil, que le desvió a Valerio, según el fallo, unos 30 millones de dólares mediante un contrato de publicidad dentro del marco legal. Sin embargo, los jueces entendieron que el contrato publicitario fue fantasma, por haber sido usado por Valerio para distribuir dinero a aliados del PT.

Según Folha de Sao Paulo, el ex presidente Lula estaba preocupado por la situación de Cunha, que quedó a un voto de ser encontrado culpable por corrupción.

Con el número de votos de ocho de los once ministros de la Corte, Cunha deberá esperar hasta el fin del proceso para conocer la pena que le otorgan los ministros. Apenas uno, César Peluzo, que se jubila el lunes, pidió seis años de reclusión para el político del partido de gobierno.

El escándalo causó la peor crisis política del gobierno de Luiz Lula da Silva en 2005, con la caída del jefe de ministros José Dirceu, principal imputado en el proceso que puede extenderse hasta fin de año, ya que hay 38 acusados.

Fue absuelto por mayoría el ministro de Comunicación Social de Lula, a raíz de la falta de pruebas, Luis Gushiken, una de las personas más próximas a Lula.