EL MUNDO › BERLUSCONI REAPARECIó HABLANDO DE IMPUESTOS, COMUNISTAS Y FIESTAS “BUNGA BUNGA”

Il divo de los programas de TV propios

“No me gusta seguir haciendo política, pero no tengo más remedio que hacerlo”, dijo el siempre controvertido Berlusconi. El ex premier afirmó que teme que Italia termine en manos de un ex comunista –Bersani–.

 Por Elena Llorente

Desde Roma

A algunos les puede dar gusto descubrir que un político tiene rastros de ser humano y que sabe hablar no sólo de impuestos y de los comunistas a los que “teme muchísimo”, sino también de sus nietitos, de su nueva novia (que tiene 49 años menos que él) y de las “tranquilísimas” fiestas del “bunga bunga”. Así quiso aparecer Silvio Berlusconi en una entrevista de más de una hora que, en un canal televisivo de su propiedad, le hizo una conductora a la que Il Cavaliere le indicaba con qué preguntas debía continuar. Al menos parece demostrarlo así una frase que se escapó al aire con el micrófono abierto mientras el ex primer ministro pensaba que estaba ya en onda la publicidad.

“Y después me preguntas...”, se escuchó al aire. Eso fue todo porque el técnico del sonido o tal vez el director del programa se dio cuenta rápidamente del error. Barbara D’Urso, la conductora del programa Domenica live por Canale 5, de propiedad de la familia Berlusconi, se justificó ante los periodistas diciendo que esa frase “no estaba dirigida a ella”.

Desde que decidió volver a la escena política, hace algunos días, Berlusconi aparece curiosamente por primera vez en televisión, concediendo una entrevista a una no periodista –sólo conductora– televisiva y en un horario completamente distinto del que frecuentan los políticos: las 17.30 del domingo. Muy probablemente ése fue su objetivo: llegar al ama de casa, a los jubilados, a la gente común de cierta edad que el domingo se queda en casa mirando televisión y que conforman una buena parte del electorado. Y presentarse ante ellos como un hombre simple y bueno, casi como el salvador de la patria.

El hábil político arremetió entonces contra el IMU, un nuevo impuesto sobre la propiedad creado por el gobierno de Mario Monti cuya última cuota de este año debe pagarse en diciembre. Y el magnate prometió que si es elegido en las próximas elecciones, lo eliminará. “Me paran por la calle, la gente está desesperada por el IMU. Si no-sotros ganamos las elecciones, no habrá más impuestos sobre la propiedad”, dijo Berlusconi.

Il Cavaliere no tuvo palabras tiernas ni para con el presidente de la República. Aunque no dijo su nombre, se refirió al actual presidente Giorgio Napolitano, al que acusó de haber prácticamente obstaculizado sistemáticamente la aprobación de algunos decretos que su gobierno quería mandar al Parlamento para la aprobación. “He tenido duras luchas con el presidente de la República, que no autorizaba el carácter de urgente que queríamos darle a la aprobación de algunos decretos”, contó.

Y luego, bromeando, se la agarró con los comunistas, a los que, por lo demás, siempre ha colocado como sus principales enemigos. Pero hoy, vale la pena aclarar, comunistas verdaderos en Italia prácticamente no existen. Quedan algunos grupos aislados y un gran partido de centroizquierda que deriva del viejo Partido Comunista Italiano (PCI) y que hoy se llama Partido Democrático (PD). “Soy el fruto de un parto difícil. Cuando nací tenía el cordón umbilical en torno del cuello. ¡Menos mal que el médico no era comunista!”, dijo riendo. Por eso, agregó más adelante, se vio obligado a volver a la política. “No me gusta seguir haciendo política, pero no tengo más remedio que hacerlo. De lo contrario, Italia terminará en manos de una izquierda que temo muchísimo: Bersani (NdR: secretario del PD) es el último representante del viejo PCI”, añadió. Y de Monti, al que hasta hace una semana él y su partido habían atacado duramente, ahora dijo que si el primer ministro está dispuesto a guiar a todos los moderados como candidatos de varios partidos de centro, él se retirará.

Berlusconi no quiso dejar de lado algunos aspectos personales que le dieran calor humano a la entrevista. Y por eso habló sus seis nietitos, todos varones, y de que en Navidad comen todos juntos en su palacio de Arcore, en las afueras de Milán. Pero también reconoció públicamente por primera vez que tiene una novia, Francesa Pascale, una napolitana que “es bella por dentro y por fuera”, dijo, contando además que ella tiene 28 años y es la presidenta de un grupo de militantes llamado “Silvio te extrañamos”.

¿Y las fiestas de Arcore que pasaron a la fama mundial como “bunga bunga” y por las cuales tiene pendiente un juicio por prostitución de menores por el caso Ruby? “Pido perdón a mis seguidores. Me sentía muy solo. Me había divorciado, habían muerto mi madre y mi hermana. Alguno pensó entonces en organizar estas fiestas, que eran tranquilísimas... Y así caí en la trampa construida por la magistratura de Milán”, dijo.

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“Si nosotros ganamos las elecciones, no habrá más impuestos sobre la propiedad”, dijo el reaparecido Berlusconi.
Imagen: afp
 
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