Lunes, 5 de agosto de 2013 | Hoy
EL MUNDO › ALIADOS Y SIMPATIZANTES DE BERLUSCONI RECLAMAN EL INDULTO A SU LíDER
Algunos parlamentarios del Pueblo de la Libertad, como Renato Brunetta, pidieron una audiencia con el presidente Giorgio Napolitano para exigirle una amnistía al ex premier procesado y condenado, además de una reforma judicial.
Por Elena Llorente
Desde Roma
La palabra exacta para describir la actitud del centro derecha en Italia es “impunidad”. Impunes se creen ellos, por lo visto, que claman por el indulto presidencial para uno como Silvio Berlusconi, que tiene varias condenas de primer grado y varios procesos en curso, cosa que impide la gracia. Impunes se creen algunos de ellos, como el ex ministro de gobierno Berlusconi, Sandro Bondi, que amenaza con una “guerra civil” si no se salva al Cavaliere de la prisión, luego de la condena definitiva a cuatro años (que por indultos precedentes quedaría reducida a uno) que emitió la Corte Suprema el viernes. Impunes se creen algunos parlamentarios del Pueblo de la Libertad (PDL), como Renato Brunetta y otros, que han pedido una audiencia con el presidente de la República, Giorgio Napolitano, para pedirle (en realidad exigirle) la gracia y la reforma de la Justicia, aunque, aclaran, “no queremos hacer presión sobre el presidente”. Pero nadie les cree porque en el bolsillo llevan escondida la amenaza de renuncia de todos los parlamentarios y ministros PDL y esto significa la caída del gobierno del primer ministro Enrico Letta. Impune se sigue creyendo Berlusconi, que en un discurso ante una manifestación de apoyo, en la tarde dominical, repitió con gran énfasis: “Yo soy inocente. Yo estoy aquí, no me voy, no abandono. Continuaremos todos esta batalla por la democracia y la libertad”.
La impunidad del centroderecha es uno de los grandes males de la Italia actual. Creen que pueden hacer cualquier cosa porque a ellos nada les ocurrirá. Creen que pueden violar las leyes porque luego se inventan otra en el Parlamento para cubrirse la espalda o porque conocen a tal o cual que les ayuda a salir del lío o porque tienen el dinero para corromper a quien sea necesario. Y lo que está ocurriendo en estos días es la mejor muestra de esta enfermedad. “Nuestra misión es presentarle al presidente el dramático momento. No es posible pensar en quitarle la libertad, la libertad política, al líder del mayor partido italiano”, explicó el diputado Brunetta sobre la solicitada audiencia con Napolitano. Pero el presidente Napolitano, que podría recibir al grupo PDL hoy, no se deja atropellar. Y sobre la “guerra civil” que anunció Bondi comenta: “Son palabras irresponsables”. Y Bondi contesta “no me dejo intimidar por el Quirinale”. Y el Partido Democrático (PD) replica que Bondi “está al borde de la subversión”. Y Berlusconi dice en la manifestación “Nadie nos puede llamar irresponsables porque nosotros no haremos caer el gobierno para que sean aprobada las leyes necesarias”.
De la manifestación realizada frente al palacio de Berlusconi en Roma participaron unas 1500 personas venidas en micros de toda Italia. Y Berlusconi hizo su aparición en un palco con la bandera de Forza Italia, el primer partido fundado por Berlusconi en la década del ’90 y que ahora pretende relanzar. La verdad es que con 40 grados de calor en este pesadísimo verano italiano, y siendo domingo de agosto (que es como decir enero en Argentina), el PDL calculó que no iba a ir mucha gente. Tal vez por eso cambiaron de lugar para la manifestación, de la inmensa plaza de los Santos Apóstoles, a Vía del Plebiscito donde vive Berlusconi.
“Gracia inmediata, gracia inmediata” gritaban los manifestantes cuando iban llegando a Vía del Plebiscito. Otros llevaban carteles con las leyendas, “Silvio libre” y “Presidente Berlusconi estamos con usted”. Un camioncito parado en las cercanías, repartía banderas del PDL y de Forza Italia a los manifestantes. Y Berlusconi al parecer se mostró emocionado ante esta manifestación de apoyo. “Es una sentencia que me castiga indebidamente, por una presunta evasión de siete millones de euros”, dijo. Y concluyó expresando su reconocimiento a todos los presentes porque con “este acto de amor han transformado algo que para mí era angustia y dolor”.
El viernes pasado, según trascendidos publicados por la prensa italiana, hubo una llamada telefónica entre Berlusconi y Napolitano, en la que el líder del PDL habría dicho que no era él quien pedía la gracia y que no tenía ninguna intención de hacer caer el gobierno, comprometiéndose por lo demás a hacer bajar el nivel de agresividad de sus correligionarios.
En cuanto al indulto presidencial, los expertos lo descartan completamente. “La gracia es imposible para quien tiene otras condenas u otras investigaciones en su contra en curso por delitos graves. Pero sobre todo es inadmisible si quiere ser usada para desmentir el fallo de la Corte Suprema”, dijo al diario La República de Roma el presidente emérito de esa Corte, Ugo de Siervo.
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