Unas 321 escuelas cerraron sus puertas y un cura asumió usar chaleco antibalas en las misas en el estado de Michoacán, ante la ola de violencia que aumentó en los últimos días en esa región mexicana por enfrentamientos entre militares, grupos de autodefensas y miembros del cartel de los Caballeros Templarios. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, reiteró ayer la “preocupación” de Washington por la situación en el estado mexicano de Michoacán, donde esta semana intervinieron las fuerzas federales después de que aumentara la acción de los grupos de autodefensa contra carteles locales.

Alfredo Castillo, recién nombrado comisionado para Michoacán, aseguró el jueves que en la década pasada se registró un proceso similar con el cartel de La Familia Michoacana. El grupo se hizo del control de buena parte del territorio del estado ante la incapacidad oficial para combatir el narcotráfico y pero las divisiones y las capturas de algunos de sus líderes dieron paso al surgimiento de Los Caballeros Templarios, los actuales enemigos de las autodefensas. En entrevista con MVS Radio, Castillo dijo que las autodefensas surgieron de la unión de personas “con un fin que parecía legítimo”, como era defenderse de la violencia del narcotráfico, “pero que ahora corremos el riesgo de que llegue a pasar lo que en su momento sucedió con La Familia Michoacana”.

Al menos 48.730 alumnos de Michoacán en seis localidades dejaron de asistir a la escuela desde el lunes pasado, “hasta que existan las condiciones que no pongan en riesgo a los estudiantes”, declaró Felipe Sandoval Delgado, director de Unidades Regionales de la Secretaría de Educación, según consignó hoy el sitio El Universal. En tanto, el sacerdote Gregorio López, a cargo de una parroquia en esa ciudad, oficia misa provisto de un chaleco antibalas para protegerse de cualquier atentado. El sacerdote señaló que la corrupción de las autoridades permitió “al crimen controlar todo” y aseguró que “besaría los pies del presidente Enrique Peña” si logra capturar a las cabecillas de Los Caballeros Templarios, que mantienen asolada a Apatzingán y toda la Zona Caliente de Michoacán. “Respeto a las autoridades pero por favor no hagan de esto un show mediático”, dijo el sacerdote de 46 años, que además es custodiado por guardaespaldas,

En esa línea, la policía federal tomó el control ayer de 20 municipios en Michoacán y tendrá presencia en toda la zona de la Tierra Caliente, informaron fuentes del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El secretario ejecutivo del organismo, Monte Rubido, remarcó que ayer a la mañana estaban bajo la seguridad todas las localidades comprendidas en la estrategia e indicó que no se escatima ningún esfuerzo en cuestión de seguridad, a fin de que el problema de violencia se resuelva lo antes posible. Rubido informó además sobre la detención de Juan Diego Arriaga, quien dijo pertenecer a un grupo delictivo que opera en el área y ser el responsable del incendio de una farmacia el miércoles.

Por otro lado, ayer se conoció que uno de los principales líderes de las autodefensas, José Manuel Mireles, estuvo preso por narcotráfico. Mireles, quien “saltó al conocimiento público hace casi once meses como líder de un grupo de civiles michoacanos de Tepalcatepec, que se armó para defenderse de los secuestros, extorsiones y asesinatos cometidos por narcotraficantes del cartel de Los Caballeros Templarios, hace 26 años formó parte de ese mundo al que hoy afirma combatir”, destaca el diario Excelsior.

El matutino reveló que Mireles fue arrestado el 8 de noviembre de 1988 en la puerta de su domicilio, en el municipio de Tepalcatepec, por elementos de la Policía Judicial Federal (PJF) en posesión de 86 kilos de marihuana. El líder de las autodefensas fue procesado y sentenciado en 1991 por delitos contra la salud en su modalidad de siembra, cultivo, cosecha y posesión de marihuana, además de por la venta de la misma. Por esos delitos recibió entonces una sentencia de siete años y tres meses y una multa de 50.000 pesos (unos 5000 dólares), aunque estuvo sólo tres años y ocho meses en prisión.

Mireles es uno de los cinco líderes visibles de los autodenominados grupos de autodefensas que surgieron hace un año para combatir al cartel de Los Caballeros Templarios alegando falta de respuesta de las autoridades frente a asesinatos, secuestros y extorsiones.

El Ejecutivo anunció el lunes la firma de un acuerdo con el gobierno de Michoacán para enviar policías y militares a ese territorio, luego de que grupos de autodefensas tomaran varias comunidades. Ante el aumento de la inseguridad, la administración mexicana llamó a las autodefensas a que se integren a los cuerpos policiales o dejen sus armas y regresen a sus lugares de origen. Pero las agrupaciones exigen la detención de los líderes de Los Caballeros Templarios y no han llegado a un acuerdo sobre el desarme.