EL MUNDO › EL CESE DE FUEGO UNILATERAL ANUNCIADO AYER POR LAS FARC

Santos acepta, con condiciones

La guerrilla dijo que usará las armas sólo si la atacan y el gobierno dijo que no renuncia a realizar operaciones.

El gobierno de Juan Manuel Santos y la sociedad colombiana recibieron ayer con entusiasmo el anuncio del cese del fuego unilateral e indefinido declarado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que comenzará a regir el sábado y cuya duración representa una incógnita por la advertencia de la presidencia de que no se aceptarán las condiciones fijadas por la guerrilla. Al cerrar esta semana en La Habana el último ciclo del año de las conversaciones de paz, las FARC dijeron que este cese del fuego y de hostilidades, que debe transformarse en armisticio, entrará en vigor a la 0.01 hora del 20 de diciembre bajo supervisión internacional. La guerrilla colombiana condicionó su duración a que no hubiera acciones militares en contra de sus unidades, posibilidad que al igual que la de la revisión externa fue rechazada ayer por el gobierno.

“Valoramos el gesto de un cese del fuego unilateral e indefinido, pero no podemos aceptar esas condiciones como la de una verificación internacional. Vamos, eso sí, a analizar muy bien el avance y el cumplimiento de este cese del fuego, porque me parece que es un buen paso inicial”, manifestó el presidente colombiano. Santos consideró, sin embargo, que el anuncio de las FARC muestra que el proceso de paz iniciado hace dos años en la capital cubana va en la dirección correcta. En un acto en Quibdó, capital del Chocó, uno de los departamentos más pobres de Colombia y que más ha sufrido las consecuencias del conflicto armado, Santos reiteró la postura manifestada a primera hora de ayer en un comunicado de la presidencia.

“La exigencia de verificación para el cese unilateral es una condición que el gobierno no acepta”, señaló el comunicado. Esta verificación, según las FARC, estaría a cargo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la ONG Frente Amplio por la Paz. En Quibdó, el presidente aseguró que la verificación que están pidiendo se puede discutir, pero más adelante, cuando las negociaciones de paz, que entraron en un receso navideño hasta mediados de enero, terminen el punto de víctimas que está en discusión y pasen al de fin del conflicto, el último que será tratado de la agenda de cinco puntos pactada con las FARC. Además, Santos subrayó que la advertencia de la guerrilla, de que el cese del fuego se daría por terminado en caso de que se constate que las estructuras guerrilleras han sido objeto de ataques por parte de la fuerza pública tampoco es aceptable. “Por supuesto, ni el presidente de la República ni ningún miembro de las fuerzas armadas pueden dejar de cumplir con la Constitución y con la leyes de Colombia que nos obligan a defender la seguridad y las libertades de todos los colombianos en todos los rincones de la patria”, dijo y agregó que por ningún motivo habrá excepciones en esa obligación.

Para Santos, que se opone rotundamente a la propuesta de las FARC de declarar un cese del fuego bilateral durante las negociaciones, el nuevo anuncio de la guerrilla es “un regalo de Navidad” que debe abrirse con cuidado porque en su interior trae una rosa “con un tallo lleno de espinas”. El argumento del presidente para rechazar cualquier propuesta que implique suspensión de operaciones militares es que en procesos de paz anteriores ya se hicieron experimentos similares y la guerrilla colombiana aprovechó esa situación para fortalecerse.

Por eso, al hablar ayer de las condiciones del cese del fuego unilateral de las FARC, dijo: “Estos señores de la contraparte no son ningunos angelitos, son personas muy difíciles”. Desde que se iniciaron los diálogos en Cuba, en noviembre de 2012, las FARC declararon dos treguas navideñas unilaterales pero de duración determinada, a diferencia del cese del fuego indefinido planteado esta vez. Sea como fuere, la propuesta de la guerrilla ha sido celebrada por diferentes sectores que esperan que sirva para que Colombia comience en esta Navidad un período de paz que se prolongue hasta la firma de un acuerdo definitivo con esa guerrilla.

“Este es un gesto esperanzador, cuya implementación efectiva generaría confianza en que el proceso de paz avanza hacia la finalización del conflicto”, manifestó en un comunicado la Oficina de Naciones Unidas en Colombia. El despacho de la ONU agregó que el cumplimiento del cese del fuego se traduciría, igualmente, en menos sufrimiento para las personas y comunidades en distintas regiones del país que padecen las consecuencias del conflicto armado.

La Oficina de la ONU en Colombia recordó que desde que empezaron las conversaciones de paz en Cuba, en noviembre de 2012, alrededor de 400.000 colombianos han tenido que desplazarse y en el mismo período cientos de personas, tanto uniformados como civiles, murieron o fueron gravemente heridas como consecuencia del conflicto. La Oficina de la ONU manifestó además su esperanza de que los diálogos entre el gobierno y las FARC puedan generar acuerdos sobre más gestos de paz y más acciones que conduzcan a una reducción de la intensidad del conflicto e impidan que haya nuevas víctimas.

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La delegación de paz confirmó que dejaba de atacar al gobierno.
Imagen: AFP
 
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