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Qué supo, cuándo lo supo y qué hizo Bush con lo que supo antes del 11-S

La Casa Blanca sigue a la defensiva sobre lo que supo, hizo o no hizo para prevenir los ataques del 11-S. Tras autorizar a la consejera de Seguridad Nacional a declarar bajo juramento, Bush divulgó ayer un documento secreto que ordenaba al jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, bombardear Afganistán.

Por Andrew Buncombe *
Desde Washington

La administración Bush publicó ayer documentos previamente clasificados sobre sus planes para atacar a Osama bin Laden. Es un intento para proteger a la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, cada vez más cuestionada por no haber reconocido la amenaza que representaba Al Qaida. Después de una semana de alegatos dañinos sosteniendo que la administración no había prestado la debida atención a las advertencias de que Al Qaida planeaba atacar a Estados Unidos, la Casa Blanca publicó documentos que muestran que una semana antes del 11 de septiembre de 2001, el presidente Bush había dado órdenes a sus asesores militares para planificar estrategias para golpear a la red terrorista.
La movida defensiva subraya la creciente presión sobre la Casa Blanca para demostrar que hizo todo lo posible para abordar el problema de Al Qaida en los meses posteriores a la asunción del presidente Bush. Este tema –lo que sabía la administración y cuándo lo supo– es el foco de una investigación en curso de la comisión independiente del 11-S. Tras una vuelta atrás esta semana, se anunció que Rice dará testimonio público a la comisión el próximo jueves. Rice seguramente se enfrentará a una batería de preguntas sobre qué era lo que la administración sabía sobre Al Qaida en los meses previos al atentado.
La comparecencia de Rice, bajo juramento, tiene el potencial de dañar enormemente a la administración Bush a causa de sus declaraciones anteriores. El 23 de marzo, Rice escribió en The Washington Post: “A pesar de lo que se ha sugerido, no recibimos información de Inteligencia de que los terroristas se estaban preparando para atacar al país usando aviones como misiles...”. Los miembros de la comisión seguramente confrontarán a Rice con los hallazgos de una indagación del Congreso que parecerían contradecir directamente los comentarios de Rice. La Comisión Reservada de Inteligencia del Senado y la Comisión Reservada Permanente de Inteligencia del Congreso de investigación conjunta emitieron el informe en diciembre de 2002.
En las conclusiones decía: “Comenzando en 1998 y continuando durante julio de 2001, la Comunidad de Inteligencia recibió una modesta pero continua corriente de Inteligencia informando sobre la posibilidad de ataques terroristas dentro de los Estados Unidos... Desde por lo menos 1994 y bien entrado el 2001, la Comunidad de Inteligencia recibió información indicando que terroristas estaban contemplando, entre otros medios de ataque, el uso de aeronaves como armas”.
La controversia que rodea a Rice inicialmente fue disparada por comentarios del ex jefe de contraterrorismo de la Casa Blanca, Richard Clarke, que sostuvo en un libro recientemente publicado y luego otra vez bajo declaración jurada ante la comisión que había advertido a la administración en repetidas ocasiones de la amenaza representada por Al Qaida y que lo habían ignorado.
La presión aumentó significativamente con las declaraciones de una ex traductora del FBI que le dijo a The Independent esta semana que ella había provisto información a la comisión del 11-S que podría probar que altos funcionarios sabían de los planes de Al Qaida para atacar a los Estados Unidos con aviones, meses antes de que ocurrieran los ataques. Dice que la declaración de Rice de que esta información no existía es “una mentira atroz”.
Sibel Edmonds, 33, dijo: “Le di (a la comisión) detalles de archivos específicos de la investigación, las fechas específicas, información específica sobre blancos, directores específicos a cargo de la investigación. Les di todo como para que pudieran volver atrás y hacer el seguimiento. No son rumores. Son cosas que están documentadas. Son cosas que se pueden comprobar fácilmente”. Ayer, Edmonds dijo que esperaba que la comisión presentara a Rice la aparente contradicción sugerida por el informe de la investigación conjunta del Congreso, cuando se presente el jueves próximo. “Creo que le van a preguntar. ¿Obtendrán un respuesta? La veo dando vueltas para responder e intentado escabullirse diciendo que pensábamos que iban a secuestrar un avión pero no utilizarlo como misil”, dijo. “Si se junta esta información (que vi) con otras cosas que tenían sobre el memorándum de Phoenix (sobre sospechosos tomando clases de vuelo) y cosas que llegaban de oficinas de campo sobre escuelas de vuelo, no hay forma de que puedan decir que no sabían. Un idiota se daría cuenta.”
Edmonds, del norte de Virginia, fue despedida del FBI en marzo de 2002 después de declarar públicamente la incompetencia dentro del departamento de traducción. En el mismo momento, senadores testificaron a favor de su credibilidad en 2002. El senador republicano Charles Grassley, presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, dijo que habló con oficiales del FBI, quienes confirmaron muchas de sus declaraciones. “Es creíble y la razón por la cual pienso que es muy creíble es que gente dentro del FBI ha corroborado su historia”, dijo en ese entonces.
Cuando Edmonds le hizo juicio al FBI por su despido, el secretario de Justicia, John Ashcroft –a pedido del director del FBI, Robert Mueller–, invocó el procedimiento escasamente utilizado de “privilegio secreto del Estado” para peticionar ante la corte que no diera lugar al caso..
Edmonds estará presente en la audiencia en la que Mueller dará evidencia este mes. Espera que la comisión le pregunte específicamente sobre si una oficina de campo del FBI obtuvo en abril de 2001 información sobre un ataque que utilizaría aviones y si un informante del FBI utilizado por la oficina durante diez años había revelado detalles de planes y células terroristas específicas que ya estaban en el país. “No podrá decir que no”, dijo. “Estoy diciendo que deberían hacerle al director Mueller preguntas muy serias.” El documento divulgado por la Casa Blanca era una directiva presidencial del 4 de septiembre de 2001 que le ordenaba al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, planificar opciones militares “contra blancos talibanes en Afganistán, incluyendo liderazgo, control de comando, Aire y Defensa de Aire, fuerzas terrestres y logística”.También ordenaba planes contra Al Qaida y “facilidades terroristas asociadas en Afganistán, incluyendo liderazgo, comunicaciones de control comando, entrenamiento y facilidades logísticas”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.

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Donald Rumsfeld (en la foto, con un dignatario kuwaití) tuvo órdenes de atacar, después de todo.
 
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