EL PAíS › EL EX JEFE DE GABINETE ALBERTO FERNáNDEZ SE ENOJó CON EL PJ PORTEñO

“A mí no me van a excluir”

Después de la reunión del peronismo de la Capital a la que no fue invitado, criticó a sus compañeros. Dirigentes de ese espacio negaron que se hubiera especulado con pedirle su renuncia a la presidencia del PJ porteño.

 Por Martín Piqué

“A mí no me van a excluir del kirchnerismo, porque yo fui uno de los fundadores de ese espacio cuando muchos de ellos estaban con Matilde Menéndez y otros personajes como ésos.” La frase que pronunció ayer el ex jefe de Gabinete y titular del PJ porteño, Alberto Fernández, en diálogo con Página/12, no dejó espacio para la duda. El clima que vive el oficialismo en la ciudad, sobre todo en el peronismo, ya roza la guerra abierta de declaraciones cruzadas. Todo comenzó con el asado del lunes a la noche convocado por Víctor Santa María en el sindicato de encargados de edificios (Suterh). Desde su rol de anfitrión, Santa María se encargó de reunir a todo el PJ metropolitano aunque con una excepción: no fue invitado Alberto Fernández. Esa decisión fue interpretada como una advertencia, como un mensaje que buscaba forzar una renuncia. Sin embargo, dos dirigentes que estuvieron en esa cena, el síndico general de la Nación, Julio Vitobello, y el ex ministro de Justicia Alberto Iribarne, salieron a desmentir que se hubiera hablado de pedirle a Fernández que abandone la conducción del partido. “Nunca se pensó en pedir la renuncia de ningún compañero”, aseguraron a través de un comunicado.

La pelea por el futuro del peronismo porteño empezó con una visita de Santa María a la quinta de Olivos. Allí se entrevistó con Néstor Kirchner. A los pocos días, el secretario general del Suterh organizaba el asado en su gremio con la sugestiva ausencia de Fernández. Ayer, el propio ex jefe de Gabinete minimizó la importancia de la reunión convocada por Santa María. “Que nos juntemos un grupo de dirigentes a revisarnos tiene muy poca trascendencia y está muy alejado de la gente. Encerrarnos en un asado para debatir nuestros problemas internos no sirve absolutamente de nada”, lanzó Fernández. Consultado por Página/12, el titular del PJ porteño recordó que había renunciado a la Jefatura de Gabinete y dijo que el objetivo central del peronismo de la ciudad debía ser “recuperar la base social que le dio vida al kirchnerismo”. “Yo nunca necesité un cargo para hacer política. Nunca lo necesité”, repitió.

Además de Iribarne y Vitobello, en el asado del Suterh estuvieron los legisladores Juan Manuel Olmos y Juan Cabandié, los gremialistas Roberto Digón y Andrés Rodríguez y el ex macrista Juan Pablo Schiavi. También estuvieron el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el subsecretario de Asuntos Legales de la Presidencia, Claudio Heredia. Número dos del secretario legal y técnico Carlos Zannini, Heredia militó en el peronismo porteño junto a la ex titular del PAMI, Matilde Menéndez. La frase de Fernández estaba dirigida a él. Ante la repercusión que tuvo la convocatoria, desde el entorno del ex jefe de Gabinete salieron a decir que el propio Kirchner se había molestado por las “operaciones de prensa” contra Fernández. “Hubo dos millones de operaciones. Esto es una comedia de enredos de gente de-sesperada por no sé qué”, fue la frase que usaron para describir el mapa actual del PJ.

La convocatoria del justicialismo porteño con la ausencia de Fernández también tuvo repercusiones por fuera de la estructura partidaria. La legisladora Gabriela Cerruti fue una de las primeras en opinar. “Tenemos que salir de los debates entre personas y personajes para discutir un modelo de ciudad desde lo ideológico. Las peleas entre Fernández y Telerman, o entre Ibarra y Santa María, nos hicieron perder el espacio que perdimos en la Capital. Y las candidaturas del espacio progresista se deben dirimir en internas para que cada elección general no se convierta en una interna”, aseguró Cerruti en diálogo con Página/12. También el titular de Cascos Blancos, Gabriel Fuks, propuso convocar a una interna abierta para ampliar la base de apoyos de la centroizquierda. La interna permitiría definir los lugares en las listas.

Entre los asistentes al asado del Suterh, la amplitud para buscar alianzas tiene límites más estrechos. “Nuestro único límite son Aníbal y Vilma Ibarra”, llegó a decir el propio Santa María. Sobre la relación con Fernández, el gremialista prefiere ser prudente. “Necesitamos a todos los soldados para esta batalla. Y Alberto es un soldado muy importante para la oposición en la ciudad de Buenos Aires el año que viene”, aseguró ayer a Página/12. El problema es que varios de los caciques del PJ convocados por Santa María ya adelantaron su rechazo a participar de cualquier iniciativa que incluya al ex jefe de Gabinete. Habrá que ver si tantos gestos adversos no terminan convenciendo a Fernández de elegir el camino de Felipe Solá. Pero esa vía al ex jefe de Gabinete no le gusta nada.

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“Muchos de ellos estaban con Matilde Menéndez y otros personajes como ésos”, lanzó el ex jefe de Gabinete.
Imagen: Télam
 
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