EL PAíS › ENTREVISTA CON GABRIELA CERRUTI SOBRE EL ESCENARIO ELECTORAL EN LA CIUDAD

“No es kirchnerismo sí o no”

De cara a las elecciones de 2009 en la Capital, la legisladora plantea que el progresismo debe dirimir sus diferencias en internas para luego enfrentar al macrismo. Incluye a Ibarra, Telerman y los sectores K.

 Por Santiago Rodríguez

“Por ahora ya los juntó a los tres en Facebook”, se entusiasman en el despacho de Gabriela Cerruti. Se refieren a Jorge Telerman, Aníbal Ibarra y Alberto Fernández. Ella no habla de eso, pero insiste en la necesidad de deponer las cuestiones personales y reunificar al centroizquierda para enfrentar a la derecha porteña en las elecciones del 2009. “No hay ninguna razón para no sentarse a discutir cuál es el proyecto de ciudad que tenemos”, señaló la legisladora a Página/12 y advirtió que las diferencias deben dirimirse en internas del propio espacio y no en las generales. También afirmó que hay que poner “límites” a la construcción política y sostuvo que el kirchnerismo es un actor más del progresismo.

–¿Qué le espera al kirchnerismo en la Capital Federal en las elecciones del año que viene?

–El eje en la ciudad no es kirchnerismo o antikirchnerismo, sino macrismo o antimacrismo, con lo cual el rearmado de centroizquierda tiene que darse en base a la recuperación de la agenda y de los dirigentes que supieron interpelar a esta ciudad en base a lo que es el progresismo. Ese espacio puede coincidir electoralmente o no con diferentes espacios kirchneristas. La gestión progresista de ocho años en la ciudad hizo que se fueran desprendiendo todos los que no estaban de acuerdo con la gestión y que se perdiera lo que unía al centroizquierda porteño, que era la sensación de pertenecer a una historia común, que pasa por la agenda de lo público, la tolerancia, la mirada internacional de la ciudad, de la igualdad de género... Eso es lo que hay que volver a unir en este momento.

–¿Y desde dónde se une?

–Hay que juntar a todos desde ese lugar y hay que dejar de lado las diferencias personales porque los enfrentamientos de los últimos tiempos no son ideológicos. No hay ninguna razón para no sentarse a discutir cuál es el proyecto de ciudad que tenemos. En términos parlamentarios eso incluye claramente al bloque de Martín Hourest y Liliana Parada, al bloque de Ibarra, y los bloques de otros que están sueltos. Tenemos que discutir con ellos y el kirchnerismo cómo se vuelve a pensar el centroizquierda y cómo se dirimen los conflictos y las candidaturas con reglas democráticas; hay que recuperar la democracia en este espacio.

–Pero las coincidencias que hay en la Legislatura desaparecen apenas se menciona la palabra elecciones.

–Eso pasa en cualquier movimiento político. Hillary y Obama se mataron durante toda la interna. Las internas son así porque las diferencias en cuanto a cómo gestionar un proyecto son muy amplias. Si me preguntan cuál es la diferencia entre Ibarra y Telerman, no dudo en decir que es la manera en que se gestionan determinadas ideas y yo creo que las gestiona mucho mejor Telerman, pero eso se dirime en una interna y no en una general. Dirimirlas en las generales es favorecer a Mauricio Macri.

–O sea que coincide con Gabriel Fuks en que hay que hacer una interna en el espacio de centroizquierda.

–Lo que planteo es un gran debate de todo el espacio. No hay que empezar por cómo se dirime esto electoralmente, sino por volver a plantear la agenda porque lo que hay que hacer es volver a interpelar a la sociedad. La pelea Fernández-Telerman, la pelea Ibarra-Santa María la conocemos nosotros; lo que conoce la sociedad es si nosotros estamos presentando un proyecto que vuelva a hacerlos sentir parte de lo mismo. Cualquiera que tienda en este momento a la desunión sin un claro planteo ideológico está haciendo el caldo de cultivo para que la cuestión se dirima entre Macri y Carrió, que son básicamente lo mismo.

–En ese esquema el kirchnerismo sería un actor más.

–Es que en la Capital Federal el eje no es kirchnerismo sí o no.

–¿Le parece que Néstor Kirchner tiene la misma idea de que el kirchnerismo sea sólo un actor más?

–Kirchner es el presidente del PJ y tiene una estrategia de empoderamiento y de rearmado del PJ que evidentemente es exitosa porque logra que el partido siga existiendo, tenga internas en la provincia y se esté rearmando en la Capital, pero nosotros somos los que tenemos que saber cómo rearmar el centroizquierda y sacarlo de ese rol a Kirchner, que no es el líder del centroizquierda, sino del kirchnerismo.

–¿Le parece que en la ciudad Kirchner también se repliega en el PJ?

–A pesar de las pequeñísimas operaciones mediáticas de algunos dirigentes, no lo veo a Kirchner tan metido en esto. De hecho, cuando hicimos el acto en Parque Norte, los premiados claramente fueron los que representan los valores del centroizquierda en esta ciudad y tanto Néstor como Cristina fueron al acto y reivindicaron ese tipo de valores. Ese acto fue también la muestra de que en la Capital también se puede interpelar desde lo social y lo cultural, desde la tolerancia y la libertad de expresión; en definitiva, desde la reformulación de la democracia porque Macri también representa el autoritarismo y la ciudad gestionada como una empresa. Seguramente Kirchner nos va a dejar hacer lo mejor para que ese espacio crezca y se fortalezca.

–Todos los que fueron a verlo últimamente coinciden en contar que les dijo que el límite es Ibarra.

–A mí nunca me lo dijo. Sí puedo decir que algunos que lo vieron dijeron que no había dicho que no hablaran más con Diego Kravetz porque es no sé qué y a la semana siguiente recibió a Kravetz y no le dijo eso. O alguien cuenta las películas cambiadas o los líderes tienen que decir, a veces, determinadas cosas y no hay que ser tan ortodoxos en ese sentido. No creo que tenga que haber límites en el momento que hay que ampliar el espacio. Los límites y las fronteras son ideológicas, no de personas.

–¿Le parece posible juntar de nuevo a Telerman, Ibarra y Fernández?

–Les acabo de decir a los tres, a los cuatro porque también hablé con Santa María, que si Hillary puede ser la canciller de Obama, se dejen de embromar.

–¿Y qué le dijeron?

–Yo digo lo que tengo que decir y el que quiera escuchar, que escuche.

–¿Telerman es un buen candidato?

–Para mí es excelente y si hubiera una interna, lo apoyaría sin ninguna duda, pero no me vengan con que Ibarra es otra cosa porque en la defensa de la escuela pública, los valores y la diversidad es parte de este proyecto y nadie puede venir a decir que es el límite.

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“Nadie puede venir a decir que (Ibarra) es el límite”, se planta Cerruti.
Imagen: Pablo Piovano
 
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