Desde Londres

La declaración, esta vez, no fue ni en el sur argentino ni en el Monumento a los Caídos que está al pie en la plaza San Martín, en Retiro. La ratificación de los derechos soberanos sobre las Malvinas que pronunció ayer la Presidenta tuvo un escenario impensado: nada menos que la embajada argentina en Londres, en Westminster, uno de los barrios históricos de la capital inglesa. “En este pedazo de suelo argentino, aquí en Londres, es la primera vez que una presidenta argentina se encuentra el 2 de abril. Fue una circunstancia ni deseada ni buscada, sino lo que yo llamo las contingencias del destino”, aseguró Cristina Fernández de Kirchner. “Este es un reclamo inclaudicable para honrar la memoria de todos los caídos”, subrayó. El acto fue transmitido por televisión a la Argentina. En su discurso, la jefa de Estado exaltó la trayectoria de Raúl Alfonsín y dedicó palabras de condolencias a la familia (ver recuadro).

La mandataria encabezó el homenaje a los muertos en la guerra de 1982 tras participar en la cumbre del G-20. Antes de hacer su discurso colocó una ofrenda floral en el monumento a San Martín, levantado en la plaza Belerae, frente a la sede diplomática argentina. Junto a la Presidenta se encontraba el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jorge Chevalier, quien participó del conflicto como piloto de un bombardero MK-62 Canberra. Invitados por la Presidencia, en el acto en Londres estuvieron también varios oficiales y suboficiales en actividad que combatieron en la guerra, como también ex conscriptos que hoy están nucleados en centros de ex combatientes. Aldo Aguirre, uno de los veteranos que formó parte de la comitiva, valoró el acto como un llamado a la reflexión. “Que todo lo que ha pasado no quede en el olvido”, exhortó.

Desde los jardines de la embajada, la Presidenta recordó que varias resoluciones de las Naciones Unidas avalan los reclamos de soberanía. También mencionó que en la reciente cumbre de Sudamérica y la Liga Arabe, en Qatar, los países árabes firmaron un documento que insta a Gran Bretaña a que cumpla con una resolución de la ONU que le exige reanudar las negociaciones con la Argentina. “Hay una necesidad para que todos los países, cualquiera sea su jerarquía, respeten el derecho internacional y las resoluciones que emanan de la ONU. Así podremos construir una paz internacional y la vigencia del derecho internacional, única garantía para tener un mundo sin violencia y paz”, dijo CFK. En ese momento del discurso el micrófono comenzó a fallar. Los organizadores tuvieron que cambiarlo por otro. “¿Este micrófono lo habrán hecho los ingleses?”, bromeó la Presidenta bajando un poco la voz. La ocurrencia fue festejada con risas.

En la parte más emotiva del acto, la Presidenta puso especial énfasis en pedir perdón en nombre del Estado por el trato que recibieron los veteranos de guerra desde la derrota militar en 1982. “Es el deber de todo buen argentino reconocer el esfuerzo de esos hombres, porque durante mucho tiempo se intentó ocultarlos como si fuera una vergüenza la existencia de ex combatientes. Lejos de eso, para nosotros ellos son un orgullo y motivo de respeto y honor”, aseguró. La mandataria comentó que ella vivió el conflicto con mucha intensidad porque en esa época vivía en Río Gallegos, a pocos kilómetros del teatro de operaciones. “Sabíamos que un avión había salido y no volvía, teníamos los operativos de oscurecimiento y hasta en algún momento un simulacro de bombardeo en la ciudad”, recordó.

Entre los asistentes al acto estaba el corresponsal de Telesur y ex veterano de guerra Edgardo Esteban, autor del libro Iluminados por el fuego. “Pedir perdón a los soldados era la asignatura pendiente. Durante todo este tiempo poco se habló del tema, sobre todo de la parte humana y sus secuelas”, dijo Esteban al finalizar el homenaje. Esteban formó parte del grupo de ex combatientes que ayer escucharon en silencio el toque de trompeta realizado por un efectivo del regimiento de granaderos a caballo en homenaje a los caídos.

El sonido solemne fue acompañado por un minuto de silencio compartido por la Presidenta, el canciller Jorge Taiana, los oficiales y suboficiales, el grupo de viejos conscriptos y los diputados invitados al viaje. “No siento resentimiento hacia ellos (por los británicos); la reflexión es que la guerra no lleva a nada. Lo mejor es el diálogo”, declaró Aguirre, ex veterano.