EL PAíS › FRANCISCO DE NARVAEZ CERRO EN TANDIL LA CAMPAÑA DE UNION-PRO EN EL INTERIOR BONAERENSE

Un acto con mucho aire de campo

 Por Werner Pertot

El comienzo no pudo ser más posmoderno. Francisco de Narváez inició su acto de cierre de campaña en el interior con una parodia de su imitador en el “Gran Cuñado”. Una parodia de la parodia. Por si quedaban dudas, el público le respondió como en un canto antifonal: “Alica”, dijo él. “Alicate”, respondieron a coro. “Quereme”, probó el empresario. “Querete”, le devolvieron. “Votame”, pidió, mientras iba de un lado al otro del escenario como un presentador televisivo. “Votate”, le contestaron, entre risas, los partidarios de Uatre que aportó Gerónimo “Momo” Venegas. Acompañado por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y Felipe Solá, De Narváez tuvo que ponerse serio por unos minutos para desmentir un supuesto pacto con el oficialismo para después de las elecciones. “Con el kirchnerismo no vamos ni a la esquina”, afirmó.

El acto en Tandil estuvo plagado de banderas argentinas y escarapelas, como los de los ruralistas del 2008, aunque el motivo era el Día de la Bandera. Por si faltaba ambiente telúrico, un payador introdujo a cada uno de los oradores. Venegas no fue el único aliado de los ruralistas que acompañó a De Narváez en el cierre de Unión-PRO en el interior de la provincia de Buenos Aires, que estuvo destinado a captar el “voto campo”. También estuvo el ex titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA) Luciano Miguens, recientemente investido como secretario de Agricultura y Ganadería de PRO. Y, aunque no pudo estar, se pasó en una pantalla gigante un video de tres minutos del titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, en el que le mandó un saludo a “Francisco”, pidió que se derrote al oficialismo y remarcó su apoyo al dirigente de la FAA Jorge Solmi, que es candidato de Unión-PRO en la lista de diputados provinciales de la segunda sección electoral.

En cambio, Alfredo De Angeli desapareció de escena, pese a que se lo había anunciado como uno de los participantes del acto y a que había participado de más de una caminata con De Narváez en la última semana. La ausencia –a la que nadie hizo alusión– se debió a que De Angeli dijo que había que “subir a los peones a una camioneta y decirles a quién votar”.

La jornada de cierre pro campo empezó con una clásica caravana de autos por Tandil, tierra en la que nacieron tanto Macri como De Narváez. Los empresarios recorrieron la ciudad subidos a la parte de atrás de una camioneta descapotada y desembocaron en el Hipódromo, donde el escenario tenía un fondo rojo furioso con una leyenda que no dejaba lugar a dudas: “Con la 125 los paramos/con la 503 cambiamos”, en referencia al número de lista de Unión-PRO. A los costados del escenario había dos pantallas gigantes, como en un recital. Además de las banderas argentinas y los gorros celeste y blancos, la hinchada aportada por el gremio de Seguros y el de los peones rurales portaba banderas argentinas y otras amarillas que decían “Todos con el campo” o bien “El cambio empieza un día”. También se veían pequeños globos rojos, que flotaban alto en el cielo sobre la multitud, que más de una vez gritó enardecida:

–¡¡Viva la patria!!

Por si era necesario incentivar el clima patriótico, un tenor cantó la marcha Aurora. “Alta en el cieloooooo/un águila guerrera”, lo acompañó el público. En el escenario, además de De Narváez, Macri y Solá, estaban Miguens, el Momo Venegas; la actriz Claudia Rucci, hija del asesinado líder de la CGT José Ignacio Rucci; el primo Jorge Macri, cabeza de lista en la tercera sección electoral, y con una bandera de bufanda, Gladys González, una funcionaria porteña del riñón del jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que fue acusada por la revista Veintitrés de haberles ofrecido una presunta coima para hacer un reportaje favorable a Larreta.

De Narváez se ocupó de desmentir en su discurso un supuesto acuerdo con el oficialismo: “Quiero que escuche Néstor Kirchner que el único acuerdo es con la gente de la provincia de Buenos Aires. No tenemos nada que negociar”, remarcó y se oyó un chiflido generalizado ante la mención del ex presidente. “La sociedad y el peronismo le va a dar un revés a este gobierno. ¡Viva Perón!”, gritó Venegas, poco a tono con la campaña del empresario. Solá, engripado y con la voz tomada, comentó que había hablando con Osvaldo Mércuri y que le negó “totalmente” que estuviera por pasarse a las filas K. Macri recordó sus infancia en Tandil, cuando veía como sus abuelas hacían caridad, remarcó que el 28 de junio se abre “la puerta de muchos años de progreso, donde la Argentina se insertará en un grupo de países normales, y dejaremos atrás una (puerta) enfermiza sobre el pasado”. El jefe de Gobierno pronosticó: “El 28 se acaba el ciclo kirchnerista y comienza una nueva alegría en la Argentina”.

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Imagen: DyN
 
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