EL PAíS › HABLAN LOS ABOGADOS DE LAS PARTES EN EL CASO NOBLE

“Se hubiera podido evitar”

Alcira Ríos representa a las Abuelas y pone las acciones del juez Marquevich en el contexto de la causa. Padilla Fox, representante de Noble, critica lo actuado y explica la negativa al análisis genético.

 Por Victoria Ginzberg

El miércoles, cuando llegó a su estudio, tenía 99 mensajes en el contestador. Lo máximo que admite la máquina. El día anterior, el juez Roberto Marquevich había ordenado arrestar a la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Alcira Ríos es la abogada de Abuelas de Plaza de Mayo y quien inició la querella en representación de Estela Carlotto. Más allá de la trascendencia del caso, repite que si los hijos adoptivos de la empresaria hubieran aceptado hacerse los análisis genéticos, esta última semana hubiera sido diferente para Herrera de Noble. “La negativa al análisis es la continuidad de la victimización”, asegura.
–¿Cómo empezó la causa?
–Abuelas tenía varias denuncias que decían que los hijos que había adoptado la señora de Noble eran hijos de desaparecidos. Abuelas presentó una denuncia que no prosperó. Después, la señora (Ana Feldman de) Jajan, que tiene un conflicto económico con la señora de Noble, dijo lo mismo y empezó una campaña pública y no tan pública. La señora Jajan dijo que Estela cobró dinero por ocultar esto. Abuelas recibió nuevas denuncias y decidimos hacer una presentación ante Marquevich para despejar las dudas.
–Y ya habían intentado hablar con Herrera de Noble.
–Sí. Siempre que hay adopciones plenas, Abuelas intenta hablar con los padres adoptivos, porque podrían ser adoptantes de buena fe. Pero nunca se llegó a la señora de Noble. Les respondió otra persona, que dijo que cómo la señora de Noble iba a tener hijos de terroristas. En la segunda entrevista, les planteó que él les iba a decir la verdad sobre los chicos siempre y cuando le dijeran el origen de las denuncias. Las Abuelas se levantaron y se fueron. La única solución era una investigación penal. Y de ahí surgió que los expedientes de guarda son total y absolutamente falsos.
–¿Qué pruebas hay?
–El juzgado que intervino no era el que le correspondía porque no era el que estaba de turno. La jueza (Ofelia) Hejt, que ya murió, está sospechada de haber distribuido hijos de desaparecidos en la zona. Es una jueza puesta por el Proceso y que se fue cuando se fue el Proceso. Eran demasiadas coincidencias. Nosotras intentamos el diálogo para evitar males mayores, sobre todo por Marcela y Felipe. Les queríamos transmitir que no había ninguna intención de dañarlos, pero que hay mucha gente que quería saber si su búsqueda había terminado o si tenía que continuar. De hecho, la Abuela Amelia se murió hace un mes sin saber si Marcela era la nieta que buscaba. Presenté dos querellantes que pueden ser la familia como no, porque nosotras siempre hacemos esto por proximidad de fechas, porque sabemos que los nacimientos en cautiverio son difíciles de probar, salvo los de la ESMA o el Pozo de Banfield, donde hubo testigos.
–Los abogados defensores dicen que Marcela no puede ser de familia querellante porque para la fecha de desaparición de la nena buscada ella ya estaba con la directora de Clarín.
–Mientras intentábamos que los chicos se analizaran, el abogado me dijo que Marcela no podía ser de la familia querellante porque la nena de esta familia desapareció después de que Marcela estuviera con la señora de Noble, que había viajado a Europa y tenía pasaporte y ellos tenían pruebas. Yo le expliqué que nosotros siempre ponemos casos que tengan la mayor similitud posible, pero nunca hay certezas. Ojalá les pudiéramos decir a los chicos no sos fulano de tal sino esta persona. Pero para eso está el análisis. Es muy difícil que lo sepamos con anterioridad. Yo le dije que Estela se iba a Italia y que cuando volviera nos interesaba reunirnos con Marcela y Felipe y tener una charla franca y abierta. Pero un día antes de que volviera Estela detuvieron a la señora Herrera de Noble. Pero además nosotras tenemos derecho a dudar de las pruebas que dicen que tienen, porque no las aportaron en el expediente. Tenemos experiencia en casos de inscripciones tardías, anotados con menos años y en distintas fechas, se hace todo lo que fuese necesario para dificultarel reencuentro con sus familias. Lo único que permite saber si los chicos son o no son los análisis.
–¿Le parece que la decisión del arresto fue acertada?
–La decisión de Marquevich está muy bien fundada y fue acertada. El juez no tiene por qué saber que nosotros estamos conversando la posibilidad de conocer a los chicos. El juez tiene una causa, un expediente y un tiempo. El llamó a los chicos y le dijeron que ellos tenían problemas psicológicos para aceptar analizarse. Pero el perito de parte de ellos y el cuerpo médico forense dijeron que estaban en perfectas condiciones. Marquevich, entonces, los llamó para explicarles la situación. Ahí presentaron la apelación del análisis compulsivo. Pero no se había ordenado el compulsivo. Entonces, ahí sí lo ordena y, además, tiene que traerla a ella a declarar porque, por las pruebas colectadas en la causa, hay fuertes indicios de que acá se cometieron otros delitos.
–Muchos dijeron que la detención fue arbitraria.
–El juez de la causa puede definir la forma en que detiene. Puede tener intención de preservar documentación que, de citar a los acusados, se perdería. Muchas veces cuando se han opuesto todos los obstáculos habidos y por haber es lógico que se piense que es preferible una medida así.
–¿Podría ocurrir que Noble no supiera el origen de los chicos?
–Puede ser que sea una adoptante de buena fe y que el expediente fuera armado por otra gente. Pero es muy raro. Si yo digo que me dejaron una nena en una canastilla en el jardín de mi casa y no es cierto, tengo que decir de dónde saqué a la nena. Si no tienen nada que ocultar, ¿por qué no se analizan? Si los chicos no son hijos de desaparecidos, terminó el problema. No me voy a cansar de repetir que la negativa al análisis es la continuidad de la victimización. No hay ser humano que no quiera saber quién es.
–¿Hablaron con los abogados de Noble después de la detención?
–Nos encontramos buscando la resolución en ventanilla. Ahí le dije “lo siento, si se hubieran analizado los chicos hubiéramos evitado esto”. Y él me dijo que esto no se hubiera podido evitar porque había una campaña.
–¿Cree que alguien puede estar usando una buena causa como la de las Abuelas para perjudicar a Herrera de Noble o al grupo Clarín?
–Eso escapa a mis posibilidades. Lo que creo es que no es razonable la actitud de no querer analizarse por no querer analizarse.

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Para Alcira Ríos, la detención no fue arbitraria.
“El juez tiene sus razones y tiene sus tiempos.”
 
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