EL PAíS › NO HUBO QUóRUM EN DIPUTADOS PARA TRATAR LA LEY DE GLACIARES

La oposición quedó bajo cero

Debido al faltazo de varios diputados, la oposición perdió en su intento de aprobar la ley de protección de glaciares. El fracaso provocó el pase de facturas y hubo momentos de tensión. Carrió habló de “irresponsabilidad”.

 Por Miguel Jorquera

El fracaso de la sesión de ayer en la Cámara de Diputados muestra que las prioridades de las distintas fuerzas del arco opositor corren por cuerdas separadas. El Grupo A puso todo el esfuerzo de la primera semana de trabajo parlamentario, tras el receso invernal, en sacar los dictámenes que buscaba en las distintas comisiones legislativas –el 82 por ciento móvil para las jubilaciones, reforma del Indec y la conformación de comisiones investigadoras, entre otras– pero no garantizó el quórum para sesionar y terminar de aprobar la ley de glaciares, que había quedado trunca. Entre reproches mutuos, el presidente de la Comisión de Recursos Naturales y principal impulsor del proyecto, Miguel Bonasso, responsabilizó del fracaso al “lobby de las mineras” y repartió las críticas para oficialistas y opositores, aunque cargó las tintas sobre estos últimos. Elisa Carrió fue más contundente a la hora de definir la responsabilidad de sus aliados parlamentarios: “La culpa es de la oposición”.

En su embestida, la oposición forzó la convocatoria a la sesión de ayer, pero no puso la misma motivación a la hora de garantizar la presencia de todos sus diputados en el recinto. Habían pasado 45 minutos de la hora fijada para sesionar y el tablero electrónico marcaba 126 legisladores sentados en sus bancas, tres menos de los necesarios (129) para abrir la sesión. Entonces el jefe del bloque del FpV, Agustín Rossi –el único oficialista que estaba en el recinto– ocupó su banca y pidió que “transcurrido el tiempo reglamentario se dé por caída la sesión”. El presidente del cuerpo, Eduardo Fellner, dio por frustrada la convocatoria y desató la ira opositora entre acusaciones y reproches mutuos.

“Están cobrando por algún lado. No cabe la menor duda. Barrick (Gold) mueve intereses grandísimos. El que faltó y no tiene causa justificada sin dudas fue manipulado por el poder político o por el poder económico. El que no vino hoy sabe qué es lo que está en juego”, acusó furioso Bonasso. Luego cargó contra la “actitud patotera” de Rossi, al que acusó de “pavonearse” en el recinto “como un guapito de barrio”.

Molesto por el traspié que dejó nuevamente trunca la media sanción de la ley de presupuestos mínimos para la protección de glaciares y las regiones periglaciales (que fue aprobada en general y en cinco de sus 17 artículos antes del receso de invierno), Bonasso comenzó a disparar los nombres de algunos ausentes: Laura Alonso y Christian Gribaudo (PRO), la fueguina Nélida Belaus.

Pero tuvo un enfrentamiento particular con la radical concertacionista Silvia Vázquez. “Culpa de cuatro boludos” se cayó la sesión, le espetó Bonasso a Vázquez, que estaba en el Salón de Pasos Perdidos hablando con representantes de pueblos originarios pero no ingresó al recinto. “Ayer no me dieron bola al discutir sobre el Indec y ahora se acuerdan de que soy opositora”, retrucó Vázquez a los gritos.

En medio de la tensión, Carrió les pasó factura a todos, pero despegó sus críticas de la existencia de un lobby empresarial minero. “La culpa es de la oposición. Existe irresponsabilidad, desidia y negligencia –soltó Lilita–. No puede ser que muchos estén paseando por Europa y nosotros perdamos sesiones acá”, agregó después en referencia a los legisladores opositores que siguen de vacaciones invernales y no perdió la oportunidad para afirmar que su bloque, la Coalición Cívica, tuvo asistencia perfecta.

Las ausencias atravesaron a casi todos los bloques parlamentarios: macristas que cuestionaban los puntos centrales del proyecto, la ex macrista y ahora cobista Cynthia Hotton, radicales como Ricardo Gil Lavedra, peronistas disidentes como el salteño Walter Wayar y el puntano Sergio Pansa, del Frente Cívico catamarqueño, Gerardo Milman del GEN y partidos provinciales. El kirchnerismo, desde que la oposición le quitó la mayoría en las comisiones legislativas, ha tomado como regla que el quórum lo deben conseguir los opositores por sus propios medios.

Más tarde y ya más sereno, Bonasso volvió a cuestionar a los ausentes pero dejó en claro que la oposición tuvo “la responsabilidad central” en el fracaso de la sesión ayer. Aseguró que volverá a insistir en que la ley de glaciares de manera que sea el primer tema en la próxima sesión de la Cámara. También admitió ante Página/12 que confía en que el senador oficialista Daniel Filmus “respetará el acuerdo” que terminó fusionando ambos proyectos y que buscará su aprobación en el Senado. Un ambiente aún más hostil a la iniciativa resistida por muchos de los representantes de las provincias cordilleranas.

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La Cámara de Diputados vacía, ayer, luego de que se cayera la sesión prevista.
Imagen: DyN
 
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