EL PAíS › LOS HERMANOS ANGEROSA DECLARARON EN EL JUICIO POR EL VESUBIO, SU HERMANA BLANCA DESAPARECIó

“No sabemos dónde está nuestro sobrino”

Blanca Angerosa fue secuestrada en 1978, estaba embarazada de cuatro meses. Su familia supo que tuvo un hijo en el Hospital Militar de Campo de Mayo al que llamó “Pedro”, al que siguen buscando.

 Por Alejandra Dandan

“Uno viene acá por supuesto en nombre de ella, y de mi madre, que fue madre de Plaza de Mayo; Blanquita estaba embarazada y en agosto de 1978 tuvo un hijo al que llamó Pedro. El tema es que uno se pregunta en dónde está Blanca, cómo murió, en qué base la enterraron. ¿La tiraron al mar? Queremos saber qué es de la vida de ese sobrino que no sabemos dónde está, porque además de robarle su familia le robaron la identidad.”

Leticia Angerosa estaba a punto de terminar su relato. A unos metros, en diagonal, la observaba sentado el represor Pedro Alberto Durán Sáenz, coronel retirado que estuvo a cargo del centro clandestino de detención El Vesubio, donde Blanca Angerosa permaneció secuestrada, presumiblemente desde fines de febrero de 1978. Leticia, su hermana mayor, y Hugo, otro de sus hermanos, declararon ayer en otra de las audiencias del juicio oral y público por El Vesubio, en los Tribunales de Comodoro Py.

Blanca había terminado el secundario en Gualeguaychú, donde vivían sus padres. Tenía un fuerte compromiso social, trabajaba en la Compañía de María, pasó por la Acción Católica, hizo trabajos barriales hasta que el compromiso social empezó a convertirse en compromiso político.

“Era mi hermana menor, éramos una familia de seis hermanos”, dijo Leticia. “Desde los 12 o 13 años se le veía una gran vocación por la solidaridad, trabajaba y ayudaba en un hogar de menores, siempre con una gran vocación de amor al prójimo como nos lo planteaba el Evangelio que tanto leíamos en ese tiempo.” Y agregó: “Asumió un compromiso político militando en la Juventud Peronista, un lugar que asumió con todos los riesgos”.

Entre septiembre de 1976 y marzo de 1978, la represión dio varias zancadas sobre sus familiares. En septiembre de 1976, una patota entró a la casa de los Angerosa buscando a Hugo. “Ella estaba viviendo con nosotros y todavía me acuerdo de que en ningún momento la molestaron”, explicó. “A mí me detuvieron, nunca supe por qué, me llevaron a la delegación de la Policía Federal de Concepción del Uruguay, y por gestiones de familia, amigos, instituciones, me liberaron once días más tarde.”

Blanca se fue de Gualeguaychú en enero de 1977. En abril, un patrullero de la policía de Entre Ríos llegó para hacer un allanamiento en la casa de sus padres. Hugo identificó a dos policías: uno de apellido Alvarez y otro llamado Juan Troncoso. “Mi madre les decía que Blanca se había ido; ellos preguntaban por la dirección, ella les decía para qué la querían, y ellos le respondieron que era una orden del jefe de Policía de Gualeguaychú”, a quien señaló como Francisco Nicancio Rodríguez.

En agosto y diciembre de ese año, parte de la familia volvió a ver a Blanca mientras estaba en la clandestinidad. Usualmente se comunicaban a través de un amigo o de un teléfono. Hugo se reunió con Blanca en un bar de Buenos Aires y volvió a verla en diciembre, para las fiestas, con buena parte de la familia en Rosario. “Hasta que a fines de febrero o comienzos de marzo de 1978 –explicó su hermano–, no tuvimos mas noticias.” Para entonces, Blanca estaba embarazada de cuatro meses, aunque su familia no lo sabía. Los Angerosa presentaron un hábeas corpus en el juzgado federal porteño de Rivarola. El pedido, del que aún conservan una copia y que a pedido de la querella se sumará a la causa, terminó en una respuesta “negativa”. Les indicaron que Blanca no estaba detenida.

Tiempo después, agregó Hugo, “mi madre, que venía a participar de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo, se enteró de que estaba embarazada y que había nacido un varón, en el Hospital Militar de Campo de Mayo”.

Blanca estuvo detenida en El Vesubio y en el Regimiento de Infantería 3 de La Tablada. Según las piezas del rompecabezas que aportaron sus compañeros de secuestro, tanto en aquel momento como después, se sabe que en agosto de 1978 dio a luz con cesárea en el Hospital Militar. Que en ese momento, los militares le pidieron que escribiera una carta para sus padres porque iban a llevarle a su hijo. Ella volvió del Hospital Militar al Vesubio. Contó lo que había pasado a sus compañeras, entre otros testimonios lo repitieron Estrella Iglesias y Cecilia Vázquez.

Pedro nunca apareció.

“Yo quiero que esté con vida –dijo Hugo–, aunque a veces, como han hecho tantas atrocidades estas bestias, a veces pienso que está muerto.” Mientras el tribunal oral 4 lo escuchaba, siguió: “Es horrible esta situación, es un dolor que va tomando todo el cuerpo, como una enfermedad terminal que nunca se está pudiendo superar”.

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En Comodoro Py se está juzgando a los represores de El Vesubio.
Imagen: Rafael Yohai
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