EL PAíS › AL FINAL, BULLRICH CIERRA 96 CURSOS EN ESCUELAS PORTEÑAS

Ajuste para el ajuste

El ministro ratificó el cierre de cursos, resistido por la comunidad educativa, pero redujo la cantidad de 221 a 96. Advierten que los cierres continuarán en 2013.

 Por Eduardo Videla

Después de un mes de conflicto, con petitorios y movilizaciones de la comunidad educativa, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, ratificó el cierre de cursos en escuelas porteñas, pero redujo la cantidad a cerrar a menos de la mitad: de los 221 anunciados en un principio, se “fusionarán” 96 cursos de escuelas de gestión estatal, informaron anoche fuentes del ministerio. La información no da detalle de cuántos cursos de cada nivel se verán afectados: “Recién se conocerá el lunes 9, cuando se hagan efectivas las integraciones”, informó un vocero. La misma fuente adelantó que los cierres continuarán en 2013. Para el martes está prevista la presencia de Bullrich en la Legislatura, para dar explicaciones sobre la medida.

El ministro se había comprometido con los gremios a reconsiderar los cierres o “fusiones”, como las denominan en esa cartera, después de analizar la matrícula de inscriptos y de alumnos que efectivamente cursan, y a dar a conocer la cifra final el martes 3 del corriente. Pero la información recién se hizo pública ayer a última hora y en forma incompleta.

En efecto, cuando el 29 de febrero el Ministerio de Educación dio a conocer la Resolución 15, firmada por el director de Educación de Gestión Pública, Maximiliano Gulmanelli, detallaba uno por uno cuáles eran los cursos a cerrar: 144 en escuelas primarias, 52 en media y 25 en la educación técnica. Pero ahora no se informó a qué niveles pertenecen los 96 cursos “integrados”. Sí se explicó que la medida contempla la fusión de cursos de menos de 15 alumnos, integrándose en las aulas un máximo de 27 en lugar de 30 que inicialmente preveía la medida.

El ministerio informó, además, que se abrirán 228 secciones (salas, grados y cursos): 134 en el nivel inicial, 13 en el nivel medio, cinco en el nivel técnico, 69 en educación especial y siete en adultos y adolescentes. Es decir, ninguno en el nivel primario.

Bullrich manifestó que “la medida responde a un fin netamente pedagógico” y aseguró que “ningún docente se va a quedar sin su fuente de trabajo”. Admitió que en el sur de la ciudad, “es necesario contar con más docentes” y en función de ese dato anunció que a partir del lunes deberán crearse “nuevas secciones y cursos por desdoblamiento: seis en nivel primario, seis en media y 12 en técnica”. También dijo que se incorporará “un segundo maestro en siete secciones de primaria por tener más de 35 alumnos”. Y que “se están construyendo 16 edificios escolares, de los cuales tres ya se han inaugurado y el resto lo será durante este año”.

La resolución firmada por Gulmanelli el 29 de febrero, el mismo día en que se iniciaron las clases en el nivel primario y una semana antes del comienzo en educación media, resultó una suerte de globo de ensayo: se adoptó una medida conflictiva sobre la base de datos de 2011, cuando aún no estaba completa la inscripción para el actual ciclo lectivo.

La medida estaba basada en el decreto 1990, firmado durante la gestión de Fernando de la Rúa, pero nunca aplicado por la resistencia que generaba en la comunidad educativa: no se basaba en criterios pedagógicos sino meramente numéricos, aseguraron los gremios.

La reacción de la comunidad educativa fue inmediata: se organizaron abrazos a las escuelas afectadas y clases públicas. UTE-Ctera montó una carpa durante veinte días frente a la Jefatura de Gobierno y Ademys acompañó con una movilización que terminó con la toma del ministerio. A las protestas se sumaron padres a través de las asociaciones cooperadoras y del colectivo Familias x la Escuela Pública. Y el inédito pronunciamiento de 44 supervisores –justamente los encargados de aplicar el ajuste–, que cuestionaron en duros términos la medida y reclamaron su anulación.

El juez Hugo Zuleta respondió a un recurso de amparo convocando a una audiencia entre el ministerio y los gremios para el 12 del corriente, pero avaló los cierres de cursos siempre que no tengan más de 15 alumnos.

Los cierres de cursos se dieron principalmente en distritos escolares de la zona norte y centro, especialmente en escuelas que están rodeadas por establecimientos privados subsidiados por el Estado. Desde la oposición se hizo notar justamente que el aumento de los subsidios a la educación privada, que viene in crescendo durante la gestión macrista y que este año es de un 32 por ciento, influye en la pérdida de matrícula de las escuelas de gestión pública.

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La comunidad educativa organizó abrazos a las escuelas afectadas, en rechazo a la medida.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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