EL PAíS › EL DEBATE INTERNO EN LA UCR Y EN EL FAP PENSANDO EN 2013 Y EN 2015

Una apuesta por reposicionarse

Los radicales disputan entre los que buscan acercarse al macrismo y los que prefieren al socialismo. En el Frente Amplio Progresista, la principal discusión se da sobre si conviene postular a Hermes Binner a diputado o reservarlo para los comicios nacionales.

 Por Miguel Jorquera

Tras el fracaso electoral de 2011 y la decepción de la experiencia parlamentaria del Grupo A, las principales fuerzas políticas opositoras –-el FAP y la UCR– apostaron este año a reagrupar y consolidar la tropa propia para posicionarse de la mejor manera antes de reabrir, recién en 2013, las puertas a alianzas electorales. Pero el debate interno no parece fácil. La idea de recuperar el liderazgo opositor apenas logra tapar la puja radical entre los que buscan ampliar su horizonte electoral con una renovada relación con el socialismo y los que proponen aliarse al macrismo. En el interior del Frente Amplio Progresista, las posiciones se dividen entre quienes promueven acuerdos provinciales con otras fuerzas y los que quieren abrir una instancia institucional para sumar a los grupos que se desprendan de los partidos tradicionales, pero el debate más arduo es si Hermes Binner debe jugarse o no en una candidatura a diputado por Santa Fe el año que viene.

Adelante, radicales

La carta que el frustrado candidato a la Procuración Daniel Reposo envió a los senadores de la UCR reprochándoles la oposición a su candidatura fue “aire fresco” para quienes dentro del radicalismo apuestan a reforzar el perfil partidario y parlamentario opositor. Son los mismos que empujaron a la conducción radical a “salir hacia afuera” y acordaron encuentros con la CTA opositora, la Unión Industrial y la CGT de Hugo Moyano para llevar sus propias propuestas políticas a las demandas sindicales y empresarias.

“Nuestro orden de prioridades debe ser el trabajo hacia adentro y el diálogo con otros sectores institucionales para recabar información y generar propuestas superadoras”, definió a Página/12 uno de sus impulsores. Para muchos radicales, las legislativas del año próximo deben servir para consolidar su poder territorial en las provincias, renovar su condición de segunda fuerza política y recuperar el rol de principal partido opositor al modelo K.

Pero la propuesta de volver a enarbolar la histórica lista 3 de la UCR en las legislativas de 2013 tropieza con viejas disputas territoriales que, además de la puja por la conducción partidaria, pelean por la orientación de sus futuras alianzas políticas. Allí los caminos se bifurcan.

“Por abajo no pasa nada”, dicen quienes se oponen, en referencia a las motivaciones que en las bases partidarias despierta una posible coalición de centroderecha y sostienen que la “buena relación” con el socialismo muestra que “no se ha roto el puente” a futuros acuerdos. Quienes se sienten más cerca del macrismo, en cambio, manifiestan que la negativa del FAP a conformar un frente abrirá otros caminos, que se proponen apurar en 2013 para intentar consolidar una alianza antikirchnerista para 2015.

Binner sí o no

Entre tanto, el FAP avanzó hasta ahora en la institucionalización de su propia fuerza con resultados dispares. Ya realizó sus cónclaves regionales en Tucumán, Neuquén y Córdoba, mientras prepara el del NEA en Posadas (Misiones), el de Cuyo en Mendoza, otros tres en la provincia de Buenos Aires (conurbano, La Plata y Mar del Plata) para confluir en un congreso nacional en Capital –a fines de noviembre o inicios de diciembre– donde empezará a definir la estrategia para 2013.

Por ahora, no se saldaron las diferencias sobre la forma que adoptará la continuidad de su construcción colectiva. La negativa a una alianza con la UCR calmó el ímpetu que el socialismo ponía en sumar rápidamente a los radicales. Aunque el PS y el GEN de Margarita Stolbizer sostienen que la legislativa de 2013 hay que “disputarla provincia por provincia” abriendo la posibilidad de distintas alianzas en cada uno de los distritos –como en Santa Fe, donde el Frente Progresista provincial incluye a la UCR–- para consolidar fuerzas territoriales con miras a 2015. Una postura a la que más pragmáticamente adhiere Libres del Sur.

Desde Unidad Popular, que conducen Víctor De Gennaro y Claudio Lozano, prefieren abrir otras opciones institucionales para cobijar desprendimientos de los partidos tradicionales “sin tener que comprar llave en mano la caduca estructura de la UCR”. Una mirada que apunta no sólo a los radicales disconformes, sino a otras agrupaciones de izquierda y a sectores peronistas, incluso kirchneristas que –sostienen– “podrían decepcionarse de las alianzas territoriales que construya el oficialismo” el año que viene. “Hay gente que quiere sumarse al FAP y no a los partidos que lo componen. El Frente Amplio uruguayo tiene, en este sentido, una experiencia que queremos adoptar”, afirman.

Con esa idea simpatizan en el GEN, que es un desprendimiento de la UCR y con cuya estructura no quieren volver a pactar, pero que conservan estrecha amistad con muchos de sus dirigentes, especialmente en la provincia de Buenos Aires. Tampoco le cae mal al juecismo cordobés, que mira el panorama nacional desde su único bastión y con añejos recelos frente a la UCR local.

Esa vía sería una manera de despejarles el camino a otros que quieren pegar el salto al FAP, como en la Coalición Cívica. “En el caso de la CC no mueve el amperímetro, pero sí compartimos objetivos con muchos de sus integrantes”, sostienen desde la UP. Por ahora, el único que quedaría marginado sería Alfonso Prat Gay, a quien ven como el promotor de un acuerdo “más conservador” de la CC con la UCR. “Tenemos allí muchos amigos y coincidencias, pero no sabemos cuál es el poder de destrucción que conserva (Elisa) Carrió”, suman desde el GEN, donde afirman haber “sufrido” las alianzas con Lilita.

En cambio, hay coincidencia unánime en volver a tentar a Fernando “Pino” Solanas y a Proyecto Sur para sumarlos al FAP. “Pino tiene las puertas abiertas”, afirman unos. “La ruptura de 2011 no solo fue responsabilidad de Pino, nosotros también cometimos errores”, reconocen otros.

Pero las mayores diferencias se dan en el papel que deberá ocupar Binner en las legislativas del año próximo. Para la UP, Binner “es el principal referente del espacio” y el presidente del PS y no quieren que exponga sus aspiraciones presidenciales de 2015 en una disputa territorial en 2013. Saben que su figura tracciona a toda la coalición electoral y no quieren arriesgarla en una elección que consideran menor.

Para los socialistas, “un dirigente debe jugarse por su proyecto y su territorio”. Además, esgrimen que Binner ya lo hizo cuando condicionó su candidatura presidencial en 2011, primero a conseguir la candidatura de su propio delfín, Antonio Bonfatti, para sucederlo en la gobernación santafesina y luego a su consagración como gobernador.

En el PS saben de las dificultades políticas (con la legislatura provincial en contra) que afronta la administración que enarbolan como modelo alternativo al del gobierno nacional y buscan una ratificación con el voto popular. Por eso quieren a Binner encabezando la boleta de diputados nacionales por Santa Fe en 2013, aunque insistan en que “no es h ora de hablar de candidaturas”. “Desde el llano, sin representación institucional, es muy difícil instalar y consolidar una candidatura presidencial”, afirmó a este diario un dirigente socialista del círculo más íntimo de Binner.

Las principales fuerzas opositoras ya comenzaron las disputas internas para dirimir sus estrategias electorales en 2013, aunque difícilmente haya algo definido antes de principios del año próximo. Pero, por lo bajo, reconocen que mucho dependerá de las fichas que mueva el oficialismo en su armado electoral.

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Hermes Binner y Ricardo Alfonsín, dirigentes del FAP y de la UCR, respectivamente.
Imagen: DyN
 
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