En su visita al Congreso para dar su opinión sobre el proyecto de Ley de Accidentes del Trabajo que impulsa el Poder Ejecutivo, Hugo Moyano agredió verbalmente a Héctor Recalde, quien fue el apoderado de la CGT mientras Moyano se mantuvo al frente. “No podés ser tan servil al poder”, le gritó al abogado laboralista momentos antes de retirarse de la sesión de la Comisión de Relaciones de Trabajo, recriminando a su ex aliado no haber avisado que el dictamen de mayoría ya estaba firmado.

“Yo me puedo equivocar, pero me equivoco siempre en la misma vereda. Yo no voy a votar el proyecto de mayoría de mi bloque y presenté un proyecto de minoría”, destacó Recalde al finalizar la reunión de la comisión de Diputados que preside, descartando las críticas y las acusaciones que el camionero le propinó apenas iniciado el encuentro y agregó que ya no era “el asesor de la CGT de Moyano, ya no soy amigo de Hugo Moyano, pero no reniego de veinte años de relación”. “Moyano sabía perfectamente que el dictamen estaba firmado y no por Recalde. Vino a hacer su show mediático ahora que trabaja para el Grupo Clarín”, fustigó en diálogo con Página/12 un funcionario de la Casa Rosada que se encontraba en el Congreso al momento de la intervención del líder cegetista. “Ya no sabe qué hacer para salir en los medios. En menos de un año pasó de ser aliado incondicional del Gobierno a codearse con lo peor de la derecha”, agregó el funcionario de la Casa Rosada.

La relación del camionero con el abogado tiene más de veinte años, pero la trayectoria de Recalde no comenzó con el camionero. En la década del ’90 los unió su enfrentamiento contra las políticas neoliberales que implementó el ex presidente Carlos Menem, principalmente la flexibilización laboral. A partir de allí, Recalde pasó a integrar la asesoría legal del Movimiento de Trabajadores Argentinos que encabezó Moyano y más tarde la CGT rebelde. Cuando se unificaron las centrales obreras y con el camionero como secretario general, Recalde pasó a ser el apoderado de la CGT. El posicionamiento del sindicalista frente al gobierno nacional fue desgajando la relación entre ambos, dejando a Recalde en una posición difícil.

“Nos tendrías que haber dicho, Recalde. No podés ser tan servil al poder. Invitarnos para decirnos que está todo cocinado. Es una falta de respeto a los trabajadores y la historia los va a juzgar”, gritaba Moyano con el micrófono en la mano mientras el presidente de la comisión escuchaba con sorpresa. “Más allá de los calificativos, quiero aclarar que la semana pasada, a pesar del dictamen firmado, me pidieron que consultáramos por la posibilidad de modificar el texto en el recinto”, llegó a decir Recalde mientras Moyano se retiraba junto a sus sindicalistas aliados. El judicial Julio Piumato agitaba las manos y gritaba acompañando los ademanes de su jefe. “El proyecto en minoría que presenté es al que se refiere Moyano”, aclaró nuevamente. El documento al que hizo referencia el diputado había sido aprobado por la cúpula de la dirigencia que encabeza el camionero.

El proyecto que se llevó puesta la relación entre el dirigente camionero y el abogado laboralista intenta poner fin a la “doble vía” que permite que ante un accidente de trabajo los trabajadores cobren a través de las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo, pero también facilita que se inicie el reclamo por vía judicial. Fue presentado semanas atrás por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y luego el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, hizo lo propio en el Congreso.

“Es la CGT o Aerolíneas Argentinas y él eligió Aerolíneas”, sentenció despechado Moyano acerca de Recalde, chicaneando al abogado con su hijo Mariano, presidente de la línea aérea de bandera y dirigente de la mesa nacional de La Cámpora.