EL PAíS › JULIAN DOMINGUEZ, PRECANDIDATO A GOBERNADOR BONAERENSE, HABLO CON PAGINA/12

“El empleo y la educación son seguridad”

El titular de la Cámara de Diputados enumeró sus principales propuestas para la provincia. Coincidió con el planteo de que es necesario acotar la nómina de postulantes a la gobernación porque “cuanto más síntesis logremos, mucho mejor”.

 Por Miguel Jorquera

El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, es uno de los precandidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el Frente para la Victoria (FpV) y coincide en parte con los intendentes en la necesidad de acotar la oferta de aspirantes oficialistas a la gobernación bonaerense. “Cuanto más síntesis logremos mucho mejor”, dice en la entrevista con Página/12 aunque sostiene que para elegir a los hombres más representativos de la continuidad del modelo y con el nivel de liderazgo que tiene la Presidenta, “necesitamos varios, no alcanza con uno. Y esto pasa también en la provincia”. “La estrategia la define Cristina, que es quien nos conduce”, asegura. Domínguez afirma que en esta elección confrontan dos modelos: “El humanismo social y cristiano y el liberalismo” con la disyuntiva en la que “estamos tan cerca de la prosperidad como del infierno que dejamos hace doce años”. Entre sus propuestas para la provincia asegura que el gobernador debe tomar “la conducción política y civil” de la policía, con “la participación y control social”, y dotarla de información y nuevas tecnologías para la prevención y “combatir los delitos complejos”. Quiere que las pymes accedan a los avances tecnológicos que hagan competitiva su producción y que las distintas comunidades “definan su propio perfil educativo”. “Generación de empleo y educación también son seguridad”, insiste. Domínguez quiere también la “consolidación agropecuaria de Buenos Aires, con valor agregado en origen y con el cooperativismo como nave insignia de la humanización del capitalismo”.

–Los intendentes bonaerenses pidieron que haya una sola fórmula a la gobernación para no diversificar la oferta electoral que complique la primaria oficialista. ¿Comparte la opinión?

–Es la primera vez en la historia democrática contemporánea, del ’83 hasta acá, en que una presidenta mantiene el nivel de liderazgo como el que tiene Cristina. Argentina sale del péndulo de los extremos para materializar aquello que decía Néstor: construir un país en serio. Y la provincia da el debate en este contexto político, por lo tanto el planteo es qué generación puede liderar los desafíos del futuro de los próximos cuatro años, si somos capaces de abrir las compuertas de las mejores experiencias de estos doce años para que Argentina consolide el crecimiento. Estamos tan cerca de la prosperidad como del infierno que dejamos hace doce años. Tenemos que elegir los hombres más representativos que nos garanticen interpretar las claves para generar el liderazgo de cómo crecemos, generamos valor agregado y cómo la política desde el FpV es el instrumento para posibilitarlo. Cuanto más síntesis logremos, mucho mejor.

–¿Por qué esa síntesis no se logró antes y la Presidenta tuvo que pedir un baño de humildad para muchos candidatos que iban por el premio mayor?

–El premio mayor para un militante político es ser intendente de su pueblo o gobernador de su provincia. Conducir los destinos de la Argentina después de haber defendido el interés del pueblo y que el pueblo lo reconozca, desde Perón y de Evita no había antecedentes históricos de esto para nuestra generación. La representatividad del mensaje de Néstor y el ejercicio del gobierno de estos ocho años de Cristina superan los límites del peronismo, de lo partidario para constituirse en una identidad de patria, de argentinidad, de nacionalidad nueva en defensa de los intereses del pueblo. La dificultad está en que un dirigente pueda representar todo eso. El baño de humildad que pide la Presidenta debe ser ante la vida, sabernos que somos parte de un colectivo o que nos salvamos en racimo representando al conjunto del FpV. La fórmula tiene que abrazar esa diversidad y construir una propuesta de unidad, propósitos, objetivos de defensa de los intereses nacionales, pero para eso necesitamos varios, no alcanza con uno. Y esto pasa también en la provincia.

–¿La decisión final va a ser de la Presidenta?

–A mí me conduce la Presidenta y estoy decidido a hacer lo que quien me conduce interprete que es lo más conveniente para la provincia.

–¿Le preocupa o no ser un candidato taquillero?

–Me preocupa ser un candidato que transite con convicción y valores para poder representar lo que soy, a mis compañeros, al peronismo y atravesar los límites de lo partidario. Solamente convencen los que están convencidos y pueden transmitir la potencia de la propia identidad y oler a nuevo quienes son capaces de encarnar el origen del cual provienen. Mi origen es el peronismo, por eso no me preocupa que me conozcan o no. La única preocupación es ser coherente con lo que yo creo que debe ser el peronismo, la política y el mandato que nos dejan Néstor y Cristina.

–¿Le preocupan los adversarios en la provincia o considera que el peronismo puede ganar sin inconvenientes independientemente del candidato?

–Vamos a poder ganar si el FpV y el peronismo representan las mejores experiencias, si se construyen liderazgos políticos con una visión de futuro y si expresamos el compromiso en lo que falta por hacer. Si es así, vamos a gobernar la provincia.

–Si le tocara a usted ser el gobernador, ¿cuáles serían las tres principales medidas a implementar?

–Sin duda, la seguridad es un tema que requiere que el gobernador se haga cargo de conducir la fuerza de seguridad.

–¿La conducción política?

–La conducción política y civil, pero la conducción política de la fuerza de seguridad es responsabilidad exclusiva del gobernador con todos los instrumentos que le da la Constitución. No puede haber política de seguridad si no hay una adecuada información y la estrategia de intervención y nuevas tecnologías para combatir los delitos complejos. La participación y control social a través de los Foros de Seguridad de la policía de la provincia y las comunales, la creación de la policía judicial. Al buen policía hay que estimularlo y darle todas las oportunidades. Quien usa la ropa de policía para ocultar otra cosa, afuera de la fuerza.

–¿Y los otros ejes?

–La generación de empleo a través de la transferencia de tecnología para las pymes, con la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología provincial, para mantener la competitividad de la producción. Convocar a los mejores científicos y profesional para rediseñar un modelo de provincia para un país que ha cambiado; lo he charlado con los rectores de algunas de las universidades de la provincia. Tener la capacidad para mirar al Estado, repensarlo en función de las nuevas demandas, de un nuevo municipalismo, de una nueva revolución agrícola, de los cien parques industriales que tiene la provincia y el proyecto educativo que está vinculado con todo, lo social, la inserción laboral. Ahí, yo imagino una agresiva capacitación de los directores que conducen a cada uno de los maestros. Hay 20.900 establecimientos educativos en la provincia y hay que darles una función diferente a los Consejos Escolares, que no pueden ser oficinas que manejen las contrataciones, sino el lugar donde cada comunidad discuta el perfil educativo que quiere para sus escuelas. Y desde ahí hacer la evaluación de rendimiento académico en función de un proyecto integral. El empleo y la educación son seguridad. Hay muchos otros temas, pero estos tres hacen a la centralidad. No puedo dejar de pensar en que las cooperativas tengan una mayor participación en el comercio exterior de granos y hacer de Buenos Aires la consolidación de un nuevo capitalismo agropecuario nacional, con valor agregado en origen y con el cooperativismo como nave insignia de la humanización del capitalismo.

–Para consolidar ese espacio, ¿considera que Cristina debe ser candidata?

–Siempre respondí lo mismo a esa pregunta: a mí me encantaría ver el nombre de Cristina en la boleta porque la haría más competitiva.

–¿Sólo porque sería más competitiva o también porque garantizaría su liderazgo desde una banca o un puesto de decisión?

–El liderazgo de Cristina se lo da el pueblo, porque no lo traicionó, no se lo da ningún cargo. Mientras Cristina transite este mundo, el pueblo le va a reconocer que junto con Néstor fueron los dirigentes que más han cuidado y protegido a los humildes. Ese es el liderazgo en el peronismo, esa es la lealtad que el peronismo tiene para quienes lo conducen cuando no lo traiciona.

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Domínguez afirmó que confrontan dos modelos: “El humanismo social y cristiano y el liberalismo”.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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