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La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia autorizó ayer la compra del 65 por ciento de Edenor por parte del fondo de inversión Dolphin, liderado por Marcelo Mindlin. Los flamantes accionistas mayoritarios se disponen a hacerse cargo de la gestión de la compañía a mediados de septiembre, para cuando se reservan el anuncio de un ambicioso plan de inversiones. El flamante dictamen era uno de los pasos formales pendientes más importante para habilitar el desembarco de un grupo local al frente de la distribuidora eléctrica.
Según el nuevo esquema, los franceses de Electricité de France, los vendedores, conservarán un 25 por ciento del paquete accionario y se comprometen a prestar asistencia técnica por un lapso de cinco años.
El 10 por ciento seguirá en manos del programa de propiedad participada, mientras que la porción mayoritaria y el gerenciamiento quedarán en manos del fondo de origen argentino, la novedad de esta operación.
Una de las primeras tareas será la reestructuración de la abultada deuda de Edenor, que llega a los 540 millones de dólares. Según Dolphin, es factible mejorar la performance de las obligaciones de la empresa eléctrica, aunque nunca con las prerrogativas conseguidas al renegociar las de Transener, la transportista en la que el fondo también tiene participación.
En este caso, el recorte de obligaciones las redujo a la mitad, amén de haber obtenido plazos e intereses muy ventajosos. Una fórmula muy difícil de replicar en el caso de la distribuidora eléctrica, según descuentan sus futuros gerenciadores. Como fuere, después de recomponer los pasivos, la idea es abrir el capital a la Bolsa, con lo cual volverá a haber un viraje en la composición accionaria.
Antes de eso, los nuevos dueños de Edenor se disponen a anunciar un programa de inversiones que, según prometen, permita actualizar tecnológicamente la red. Su nuevo responsable será Alejandro Macfarlane, ex director de YPF, quien se reservará para después del 15 de septiembre los auspiciosos anuncios en ese sentido.
Mindlin ya dejó entrever que su política de renegociación contractual será mucho más complaciente con las propuestas del Gobierno que la que desarrollaron hasta ahora sus socios de EDF. Con esa buena disposición, es de prever que Edenor seguirá la senda que ya encararon Edelap (liderada por la norteamericana AES) y Edesur (a cargo de Endesa), que ya firmaron una carta de entendimiento con el Gobierno fijando nuevas pautas.
Las condiciones de esos acuerdos son bastante alentadoras para las empresas. Además de un ajuste inmediato para las tarifas de usuarios industriales, sobrevendrá otro general para el año próximo, que también incluirá a los residenciales. Los precios finales de la electricidad irán reflejando también las variaciones de costos que impacten en la actividad.