La cobertura con el trigo nuevo continuaba demorada esta semana por falta de humedad en el perfil de los suelos, una situación que se complicó con la escasez de gasoil para continuar los laboreos en los principales núcleos productivos del país. Además, la recolección de la soja de este ciclo, a punto de finalizar, se encuentra demorada por la falta de combustibles para que las cosechadoras realicen los laboreos. Esos faltantes se acentuaron en las provincias norteñas, donde permanece la mayor parte de las superficies pendientes de trilla, según el reporte difundido ayer por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. A la vez, datos aportados también por esa entidad indican que la superficie implantada de trigo hasta el momento se ubica en 28,2 por ciento de las 5.400.000 hectáreas previstas. Respecto de la soja, a la fecha, según ese informe, la trilla alcanzaba al 99,1 por ciento de la superficie apta, equivalente a la cosecha de 15.800.000 hectáreas que, con un rinde promedio de 2,98 toneladas por hectárea, acumulan un volumen de zafra de 47,0 millones de toneladas.